Cuando descubro un biopic no puedo evitar verlo. A priori, ésta parece una buena película; actores de reconocido prestigio y un argumento atractivo: la importancia e influencia de los editores en el mundo de la literatura. Todo queda en las apariencias. Al poco de empezar la película aparece Jude Law y a partir de ahí “apaga y vámonos”. Sobreactuado, histriónico y de una incontinente verborrea hace que mi paciencia roce el límite. Aun así, sigo viendo la película, más por inercia y saber cuál es su final que porque me guste. Después de casi dos horas, me encuentro ante un film aburrido (almenos en mi opinión), con una suerte de secundarios desdibujados y cuyo talento queda desperdiciado a merced de una película que va decayendo en interés a lo largo del metraje.

"Magia a la luz de la luna" es, como todas las películas recientes de Allen, un filme insulso. Lejos queda el genio que destilaba en "Manhattan", "Hannah y sus hermanas", o "Match Point". Bajo mi punto de vista, la historia es sencilla y no aporta nada original que no se haya visto con anterioridad. Ninguno de los dos actores son santo de mi devoción, Colin Firth siempre tiene la misma expresión, esté actuando en una comedia, drama o cualquier otro género. Aquí ni tan siquiera consigue arrancarme una sonrisa pese a algún buen momento del guión. Y Emma Stone, sin comentarios, no me parece una actriz capaz de sostener el peso de un papel protagónico. La película transcurre a lo largo de hora y media, y justo cuando queda poco para que termine (sin que su final llegue a importarte realmente), se convierte en un pastiche de difícil digestión en un intento desesperado de convertir la historia en un romance poco creible.

He podido leer que en distintas críticas de otros usuarios valoran esta película como "pobre" en cuanto a guión se refiere. Puede que no sea pobre, pero quizá si sencillo y tal vez visto otras veces, pero esta película tiene algo, en cuanto empiezas a verla, pese a lo desalentadora que es, te mantiene en vilo (aunque sea bastante previsible).
Cada personaje tiene su propia historia, todas y cada una de ellas son tristes, y eso hace que el visionado de la película sea duro, pero no por ello aburrido. Si pueden verla en V.O. mucho mejor, los actores están espectaculares, aunque de todos ellos me quedo con Christian Bale, enorme, a mi parecer.

Este año parece que está de moda el hecho de poner en la cartelera una lanza a favor de los amigos con derecho a roce, esas personas que (sin duda existen) reniegan de las relaciones de pareja, demasiadas implicaciones emocionales, demasiadas ataduras, demasiadas escenas de celos, demasiados demasiado de todo en concreto y de nada en general. Si en USA tenemos dos ejemplos de esta temática ("Con derecho a roce" y "Sin compromiso"), "Lo contrario al amor" es la insignia del cine patrio sobre este asunto. Para empezar, en mi opinión, ni Hugo Silva me parece un sex symbol ni Adriana Ugarte me parece una buena actriz merecedora de un protagonista. La película se me hizo bastante pesada, la vi por recomendación de un amigo al cual sí que le había gustado. No le vi mucha sustancia, me gustó bastante más "Sin compromiso", y eso que tampoco me pareció ninguna obra maestra. Pero que luego quieran que la gente vaya al cine para ver películas españolas... si todas son de este calibre... Solo se salvan Kity Manver, fantástica como siempre, y Guadalupe Lancho, un descubrimiento.

Sí, tengo 30 años. Sí, veo Gossip Girl. Y lo que es peor; me he enganchado. Reconozco que cuando la vi anunciada pensé: bah, otra serie de niñatos. Mi serie para adolescentes predilecta era Dawson's Creek, y desde entonces (hara más de 10 años), no había visto otra porque creía que se me había pasado el arroz. Luego, empecé a ver en las revistas de moda que esta serie era un referente en cuanto a vestimentas se refiere. Solo hacía que ver fotos de Blake Lively (Serena Van der Woodsen) y Leigthon Meester (Blair Waldorf) con sus maravillosos estilismos, y me dije: vamos a probar. Y poco a poco me vicié, no por el gran argumento de la serie, que no es nada del otro mundo, sino porque estéticamente me fascina: vidas de lujo, lugares maravillosos, apartamentos pijísimos, y los niños del Upper East Side solo preocupándose de lo que digan de ellos. No me digáis que lo mejor de la Gossip Girl no son sus malos, malísimos Blair y Chuck!!! Viva la reina cotilla!!!