He leído varias críticas profesionales de esta serie, y muchas lamentan que el guion no sea el de según que serie, que el humor no sea el de según qué otra... A veces hay una manía en comparar que impide que cada serie se entienda como lo que es. Y esta es una adaptación de cómic en la cual el protagonista es un adolescente, así que no busquemos tres pies al gato porque tiene cuatro.

Invencible, para mí, es una seriaza. Tiene un estilo clásico por lo que respecta a su humor o a su estilo de animación, ambos bastante conservadores, pero la forma en la que avanza la trama y la diversidad de superhéroes y enemigos, así como el ritmo que tiene la serie, hacen que enganche desde el minuto uno.

Otra cosa que he leído y que tiene mucha razón es la capacidad de la serie de meterte en la acción a través del sonido. En este sentido está muy muy bien conseguida, y si la escuchas con auriculares vivirás cada combate como si las hostias te las llevaras tú. Y la banda sonora, otro acierto.

En resumen, no es la mejor serie de la historia pero sí una gran fuente de entretenimiento de superhéroes, que en mi opinión es un soplo de aire fresco fuera de la fórmula Marvel o la fiebre The Boys a las que estamos acostumbrados últimamente. Ni tan brillante ni tampoco pretenciosa: una buena serie que merece una maratón.

Tengo una idea: miraré una peli esta noche. Entro a Filmin, veo que dura 88 minutos y digo va, que veo una entretenida y no muy larga antes de ir a dormir. ¿Qué podría salir mal? Son solo 88 minutos, lo peor es que la peli sea regular. Pues han terminado siendo de los 88 minutos que más largos se me han hecho de la historia del cine. Lentos, lentos, lentos.

Cosmética del enemigo nos cuenta una historia que relatan los protagonistas de la película: un hombre y una mujer hablan sobre hora y media en un aeropuerto mientras se narra algo que pasó hace años. Aqui ya hay un primer problema: si el 80% de lo que vamos a ver es una historia que nos narra un personaje, esta historia ya puede ser buena, intrigante, tiene que atrapar sí o sí. O...no. Porque en ningún momento consigue engancharte, ni tampoco está contada con especial gracia. La conversación entre los protagonistas se hace todo el rato pesada y forzada, no te la terminas de creer.

Y que no te la creas, ni te genere interés, hace que no acabes de sintonizar con los personajes. El ritmo tampoco ayuda: se mezcla la actualidad con la narración sin dinamismo. Tienes films como Un dios salvaje, en la que todo pasa en un espacio muy reducido, y en ningún momento se te hace pequeño el espacio ni necesitas que se genere más acción de la que ves en pantalla. No es cuestión de que, en Cosmética del enemigo, todo pase en un aeropuerto. Es que no se sabe sacar el jugo del argumento. Todo es tedioso, todo se arrastra, y ni las interpretaciones ni el hecho de que sea la adaptación de una aclamada novela salvan el hecho de que no se ha sabido contar bien. Desde los diálogos hasta la forma en la que se construye la historia, lentamente y sin gracia.

No hay nada que consiga impedir este inevitable hundimiento. Esta película es un Titanic y el mayor iceberg es la interacción entre dos personas. ¿Y el problema? Que los 88 minutos se basan en la interacción de estas dos personas con conversaciones pretenciosas que no llegan a valer la pena en ningún momento.

Y si a todo esto le añades un final muy torpe, ya tienes todos los ingredientes para cocinar la Cosmética del despropósito. Que aproveche.

Castlevania ha quedado a un lado para que sus creadores se atrevan con una de mitología griega. Heron, hijo de Zeus y una mortal, es el protagonista de esta epopeya en la que un joven que no conoce ni su origen ni su destino tiene que enfrentarse a ellos. Una historia que nos suena y que, así de entrada, no parece muy arriesgada en lo que al argumento se refiere.

Blood of Zeus destaca por algunas cosas pero también tiene varias carencias, aunque éstas no impiden que la serie sea muy disfrutable. Empecemos con lo bueno. Como en Castlevania, aquí tenemos sangre y acción para rato. Las escenas de combate son trepidantes y violentas, y se convierten en el pilar sobre el que se sustenta la serie. No todos los días podemos ver intensas luchas entre dioses y mortales, dioses y dioses, dioses y semidioses... Ya me entendéis. En este sentido, Blood of Zeus va servida. Otro de los puntos fuertes de la serie, para mí, es el sonido y la música. Los momentos de tensión y los más épicos se nutren muchísimo de ello, y magnifican la emoción de cada secuencia.

¿Que si tiene puntos flacos? Unos cuantos, algunos más objetivos y otros más personales. Para empezar, nada parece tremendamente original. Sí, es mitología, es obvio que nos va a sonar la historia, pero me falta constantemente una vuelta de tuerca que a mi parecer no llega nunca. Es, en este sentido, demasiado convencional y poco actractiva, más aún teniendo en cuenta que ningún personaje tiene una personalidad que se salga de la norma y que te atrape. Aunque todos tengan sus motivaciones y sus inquietudes, no dejan de parecerme planos y superficiales.

Y ahora algo mucho más personal, que no tiene por qué tenerse en cuenta a la hora de decidir si verla o no pero que a mí me condiciona: este tipo de animación no casa con la mitología griega. Castlevania, una historia de estilo victoriano y cargado, es una propuesta ideal para ella, pero en mi opinión no le queda bien a Blood of Zeus. Creo que le habría venido bien un diseño artístico más desenfadado y minimalista, que potenciara la fluidez de la animación en vez de la complejidad artística de cada personaje.

Dicho todo esto, lo he pasado bien viendo Blood of Zeus. Me ha parecido entretenida y creo que, en conjunto, funciona muy bien. Sin embargo, mientras la veía no podía evitar encontrar cosas que considero que se podrían haber hecho mejor. Un paso atrás respecto a Castlevania, en mi opinión, pero de todas formas una serie potente a la que vale la pena dar una oportunidad.

Es una serie que este 2020 necesitaba: algo que irradiara buen rollo y se alejara de los dramas, de la acción frenética y de las desgracias. Ted Lasso tiene todos los ingredientes para ser de lo mejor en su pintoresco ámbito y, por si fuera poco, lo logra sin caer en los típicos baches del género.

Esta serie sigue la aventura de Ted Lasso, un entrenador de fútbol americano que, por su capacidad motivacional y su carisma, es fichado por un equipo de Premier League inglés de fútbol. Deporte del que no tiene ni idea, por lo que tendrá que valerse de otros factores para ser un entrenador competente y conseguir que su equipo no descienda.

Si tuviéramos que compararla con otra serie, Ted Lasso encontraría una prima hermana en The Good Place. Ambas prefieren desarrollar tramas desenfadadas con personajes curiosos y, a su manera, amables, y tienden a dejarte con una sonrisa en los labios, sea tras una acción entrañable con la que empatizas, una travesura que no llega a mayores o, simple y llanamente, una dosis de humor.

Es una serie que no descuida nada. Tiene personajes creados con profundidad, momentos emotivos de los que sabe sacar una reflexión sin caer en lo simplón o en lo acaramelado y un sentido del humor que me ha hecho reír mucho más que otras series que buscan la risa fácil. Se nutre en gran parte de Ted Lasso y la magnífica interpretación de Jason Sudeikis, pero todos los secundarios merecen la pena también y muchos de ellos tienen momentos memorables.

Para mí es la comedia de 2020. Algo suficientemente nuevo, fresco y con la vitalidad necesaria como para que te olvides durante un rato de que este año ha sido, en fin, 2020. Muy, muy, muy recomendable aunque este no sea, a priori, tu tipo de serie.

Lo mejor de esta nueva temporada puede parecer una tontería, pero si has visto la primera sabes que es razón suficiente para verla: sigue los pasos de su predecesora. En este primer capítulo no hay duda de que lo que aquí en Filmaffinity se conoce como 'The Mandalorian 2' (creo que Disney lo llama simplemente...segunda temporada) tendrá los ingredientes que ya nos maravilló hace un año.

Esto ya va a gustos, y aquí me buscaré enemigos y votos negativos por doquier, pero para mi gusto no hay comparación: el mandaloriano ha llegado para convertirse en lo mejor que se ha hecho en el universo Star Wars. En este primer capítulo lo vuelve a demostrar. A través de su característico estilo western construye las aventuras de nuestro protagonista con lo justo y necesario. Es lo contrario a mis trabajos del instituto, en los que escribía párrafos infinitos y de dudable razón de ser solamente para llegar al mínimo de páginas exigido. Va al grano gracias a un guion escueto pero enorme, y es que no necesita más: la historia te llega igual y con la misma fuerza, pero te ahorras los rodeos y las subtramas absurdas que otras series creen necesitar.

The Mandalorian es una serie con un carisma inabarcable. Un tío que nunca se quita el casco tiene más personalidad que el protagonista de 'Múltiple', habráse visto. Y esta personalidad le lleva a tener aventuras trepidantes, que tienen una intensidad y están tan bien hechas que desearías que los capítulos duraran 120 minutos. En el primer capítulo de la segunda, en la que vuelve a Tatooine, podemos ver a nuestro Mando en unas arenas tan bien fotografiadas y ante enemigos tan feroces que pienso: ¿Así abres la temporada, señor Jon Favreau? ¿Qué dejas para el resto de capitulos?

En serio, no hablo desde el fanboyismo. Star Wars me gusta, sí, pero nunca he sido fanático. Ahora bien, eso sí está claro: The Mandalorian engancha y entusiasma de una manera en la que lo hacen muy pocas series. Y si sentir eso me convierte en fanboy, fanboy seré.

EDITO, una vez terminada la temporada. Con el avance de los capítulos, un poco como en la anterior, es capaz de ir moldeando el tono de la mano de los acontecimientos y nos presenta nuevos y muy interesantes personajes que hacen de cada ambiente en el que Mando se encuentra un escenario único y muy bien conseguido. Solo pasaba por aquí para ratificar que esta temporada no hace más que afianzar que The Mandalorian es una seriaza. Dejo otro plus de la temporada en la sección de spoilers.