El entorno de la acción escogido por Pixar, el título del film y sobretodo el trailer, han equivocado a la gente. Y eso enfada o decepciona, que es el sentir general.
Escocia es una tierra cinematográficamente icónica desde la película Brave Heart, como cuna de la lucha por la libertad. No creo que sea casual el título dado al film: Brave, buscando la evocación del clásico en nuestras mentes. El arma en primer plano: el arco con flechas, desde luego no es una llamada a imaginar un cuento de alcoba que no incluya batallas; y una escena de lucha en el tráiler entre los clanes en el castillo, rematan la jugada del artificial gancho.
“Brave” comienza, y enseguida te das cuenta de que las escenas son una copia de películas anteriores de Disney. Notas que ya has visto esas escenas antes, que no son nuevas, como si estuvieses viendo una segunda parte de otra película, aunque de factura intachable en la parte técnica. En ese momento ya te despiertas y te das cuenta de que no le tienen cariño a la película. Han copiado y pegado las escenas con idénticos planos y ordenados de otra manera.
Después de eso va avanzando una historia que en realidad solo presenta un carácter interesante y potencialmente será el motor de una historia muy buena. Sin embargo, una vez más, hay un momento que no puedo contar para quienes no hayan visto el film, en el que dices: madre mía, esto ya no tiene arreglo. Te das cuenta de que la historia no es “grande”, que aquello que viste en el tráiler era falso, que no va a suceder nada más allá de la familia, que la niña no viajará, ni luchará, ni guiará a nadie, ni tendrá ninguna responsabilidad importante, ni hará nada en realidad, incluso claudicará. Bastante tradicional todo.
En fin, no olvidemos que es Disney recuperando su trono con otro disfraz. Pixar le estaba haciendo sombra y desde que la adquirió está retornando a lo clásico poco a poco.
Un Disney fingiendo adaptarse a los tiempos, que cuando tiene que hacer algo que no le apetece, se escapa por alguna parte, mete mensajes tradicionales, pues, al final, no hay nada en Brave de indomable, sobretodo cómo se les ha ocurrido resolver el final de la película, introduciendo un elemento para nada inocente (ver final spoiler).

Esta serie es un misterio en sí misma. A lo largo de los capítulos vas navegando entre el caos, la diversión, la sorpresa y la intriga... y siempre quieres más.
No obstante, he de decir que mientras van avanzando las temporadas, una sensación extraña va contigo. Da la impresión de que los guionistas caminan por un hilo muy fino en el que están a punto de perder sus propias ideas, parece que algún capítulo tiembla argumentalmente, pero pronto se recupera. Hay ciertos altibajos en este sentido, y no en vano, pues para mantener esas tramas, se deben hacer equilibrismos.
Como ejercicio mental es motivante, te obliga a pensar, a recordar y a cuestionarte continuamente cómo terminará. Creo de hecho, que es lo mejor de la serie: las vueltas que le dan a cada capítulo y que luego le das tú sacando tus propias conclusiones. Sabes que juegan contigo, pero te dejas llevar, entre el enfado y el humor.
La verdad es que han aglutinado en esta serie muchos elementos que funcionan: aventuras, asesinatos, conspiraciones, naturaleza salvaje, política del poder, empresas científicas de dudosa moral, sentimentalismo... Consiguen que algunos conceptos se te queden grabados en la mente (la iniciativa DHARMA, los 6 de Oceanic, los Otros, 4-8-15-16-23-42), siendo todos ellos verosímiles. Algunos actores son fabulosos: Terry O'Quinn (el irónico John Locke) o Michael Emerson (el enigmático Ben).
LO MEJOR: El reflejo de la condición humana, personajes complejos que no son ni buenos ni malos, pero que actúan en ambas direcciones, que tienen secretos, mienten, no quieren ver la realidad y evolucionan.
LO PEOR: Algunas veces alargan el argumento y lo enredan sin sentido, alejándolo del tema central, que se diluye.
Conclusión: Recomiendo esta serie, es muy entretenida, es una locura!!

Mal título y anuncio del film. Está claro que no se trata del cuento original, por lo tanto, no debía anunciarse como tal. La gente se ha sentido engañada con esto, y eso condiciona la actitud ante la película: "se han creído que soy tonto, me han incentivado a venir con un anzuelo". Eso pensé yo también.
No quiero repetir lo que ya se ha comentado por aquí, pero es cierto que visualmente es efectiva, aunque la construcción del lugar y de los personajes me ha resultado incompleta y poco definida. Falta ironía, falta locura, falta filosofía... en fin, falta Alicia en le país de las Maravillas.
Recomiendo la película solo si quien la ve ignora su título e imagina que se trata de otro cuento. Quien lo haga, quizá pueda hacer una crítica más atinada de la historia, porque a mí se me ha revuelto un poco y he notado demasiadas ausencias que esperaba llegaran y no lo hicieron.

Antes de verla, debe tener en cuenta que esta película despierta opiniones muy extremas, esto quiere decir que puede que le guste mucho o nada en absoluto.
Para comprender la película le recomiendo que se abstraiga de los hechos y se deje llevar por las sensaciones que despierta el mundo de la mente de un niño. Si no ha leido el cuento, no piense que están ante una historia común, en un tiempo común, y desde luego, no piense que es para niños.
La recomiendo especialmente a los amantes de la fotografía y las sensaciones. Para todos aquellos que hayan olvidado su niñez, es muy posible que resulte todo un descubrimiento, un viaje personal a los propios recuerdos y sentimientos de infancia.
El guión hace posible que el protagonista se presente con el más puro espíritu de un niño que haya visto jamás retratado en una película: sin gestos de adulto, sin vocabulario de adulto, sin sentimientos adultos. Tan solo un niño en todas sus dimeniones. Podemos experimentar con él los celos, el deseo de poder, de mandar, de ser aceptado en un grupo, de divertirse... y vernos a nosotros mismos en ese sin sentido con el que necesitábamos ver la realidad, como un juego simple y salvaje, con reglas que podían cambiarse y que no terminaba nunca.
A mi me embaucó desde el primer momento.

Película que muestra, a través del surrealismo, las vidas apagadas de aquellas mujeres de los años 30, indeseadas, maltratadas, invisibles, que llenaban su imaginación con fantasías en donde eran protagonistas, con esa imaginación como único encuentro con la libertad, idea repetida a lo largo del film.
Infinidad de guiños al cine y el modo de vida de aquellos años, usando la ironía, la hipérbole y la crítica para mostrarlo con tristeza y humor amargo. Ante esta derrota de los sueños, la mente del espectador, aunque recibe al principio con escepticismo la historia romántica del actor y Cecilia, desea tanto que lo irreal sea real, que termina aceptándolo y entrando en el juego filosófico sobre quien es quien y qué papel juegan en el mundo real. Incluye el drama cotidiano del peligro que entraña crear un personaje que jamás podrá mantenerse en el tiempo, pero que puede terminar por arrebatarnos el yo auténtico.
Aparentemente inocente y sencilla, la película es realmente trágica, divertida, surrealista, filosófica, sorprendente y amena. Recomendable para todos.