La película cuenta la historia de un apático ilusionista de la época con mucho talento y pocas ganas de ganar dinero, que se ve motivado cuando encuentra un amor de la infancia, que no será otra mas que la prometida del emperador.

Nuevamente, estamos ante una buena película que satisface al espectador con altas dosis de suspense, emoción y caracterización de la época, pero que sin embargo donde mas cojea es en la historia de amor entre sus protagonistas. Una historia amorosa poco creíble que es utilizada como argumento del ilusionista para deleitar al espectador con su mayor truco. Sin embargo, cumple su propósito, entretiene al público y lo mantiene con intriga hasta ...casi el final.

La idea de la que se parte, si bien ha sido expuesta en otras películas, resulta interesante y atractiva. Si bien es cierto que ya de por sí es difícil prever como sería la mente humana a pleno rendimiento con nuestra capacidad actual, la idea parte de una premisa falsa (Nuestra capacidad actual no ronda el 20%, y además da por hecho que un 100% sería el conocimiento absoluto...) .

La trama, a pesar de ser una película francesa, acaba resultando un no parar de llamadas a las "americanadas" que tanto gancho aporta. Destellos de sin sentidos y altas dosis de acción y balas hacen la película entretenida y divertida y con un final notablemente salvado.

No se puede ver una película sin contextualizar con el momento en el que ésta fue rodada. Teniendo claro esto Spielberg vuelve a demostrar que no hay nadie como él. Y no porque "Encuentros en la tercera fase" desborde talento y calidad, sino mas bien porque Spielber, como ha hecho a lo largo de toda su carrera, sabe introducir un tema novedoso en el cine, o en su defecto presentarlo en un formato totalmente nuevo. Esto es lo que sucede con esta producción, ya que por primera vez se presenta en 1977 como una civilización extraterrestre toma contacto con la Tierra de manera pacifica y educativa y que a titulo personal serviría a Spielberg como prologo de una de sus obras cumbre, E.T.

Una vez valorado ese gran matiz, es hora de adentrarse en la película. "Encuentros en la tercera fase" tiene una muy buena entrada, suscitando interés e intriga, sin embargo estas emociones se van diluyendo poco a poco para transformarse en pesadez y monotonía. Los personajes principales se asientan sobre un padre de familia que pierde la cabeza tras haber vislumbrado y acercamiento ovni y una mujer y madre de un hijo que igualmente llegará a la obsesión cuando su hijo es aducido...
El papel de los protagonistas no sobresale y va de la mano con el guión mientras que por contra, y como nos tiene acostumbrado Spielberg, el punto fuerte lo ponen los efectos especiales que son de gran maestría para los recursos de la época.

Como valoración personal considero que esta película tiene puntos fuertes a valorar pero sin duda no se merecería la calificación de obra maestra pues el motivo principal, su argumento, aplana al espectador llegando a desear que no haya segunda parte.

Todos tenemos instintos primarios y primitivos que solo nuestra parte mas racional de nuestro cerebro inhibe como bien sabía Freud.

En esta película, Mr Ripley, tiene dificultades para ello y le lleva a meterse en líos de los que a duras penas va saliendo. Minghella re-adapta la novela de Patricia Highsmith en la que en los años 50, un joven llamado Ripley (Matt Damon) con nada mas que ambición por crecer en la vida, se hace pasar por compañero de universidad de otro joven ante los padres de este último. Debido a esto, los padres le costearán el viaje a Italia para convezca a su hijo de regresar a New York. Ripley acepta, pero cuando llega a Italia y conoce a Dickie (Jude Law) y a su pareja (Gwyneth Paltrow) su objetivo cambia, sus emociones afloran y su verdadero "yo" aparece.

La película tiene una dinámica peculiar, agitada, el caracter arrollador de Dickie y el pausado y retorcido de Ripley la hacen aun mas extraña. Sin embargo, y a pesar de ciertos toques incoherentes desde el punto de vista lógico de las relaciones (resulta incoherente que un total desconocido del cual sospechan que pueda ser un impostor le acojan en su casa y le lleven a cualquier lugar con ellos), la película crece en suspense y te va enganchando con el pasar de los minutos.

Desde el punto de vista interpretativo los tres protagonistas se salen y si no adquieren mayor importancia es por las limitaciones del guión en sí.

Como dato curioso, me resultó gracioso ver la concepción que los americanos tienen de la Europa del sur, en este caso Italia, quien trata como gente alegre pero sin maneras, sin elegancia, elegancia que curiosamente parece aportar los americanos del lugar.

Soy un amante de Scorsese y De Niro, y tengo a Jodie Foster como una de las grandes, sin embargo la magnífica interpretación de ambos se ve desvanecida por un pobre guión que hasta mitad de la película no logra encauzar la trama. Todo el mundo me había comentado que "Taxi Driver" era uno de los clásicos del cine, sin embargo, las criticas de las personas que más juicio objetivo me aportan, ya me habían advertido de la rareza del argumento y del hilo conductor. Acertaron. Y no considero mas rara la película por las peculiaridades del actor, un retirado de guerra que pasa sus últimos días como taxista sin que esto le llene lo suficiente y que ha perdido la cabeza, sino por escenas y apariciones que rozan el sinsentido.

De cualquier manera, para los amantes de estos dos grandes actores, es una película obligada, pues muestra el talento de ambos desde sus inicios.