Definitivamente a Julio Medem, el cineasta más personal de nuestro cine, se le ha ido la pinza.
Aunque por norma general sus películas suelen resultar un tanto particulares y pelín raras, esta última se lleva la palma.
En cierto modo es comprensible que quedara traumatizado por los acontecimientos vividos en su seno familiar en los últimos años, pero de ahí a plasmarlo en una película, y encima exhibirla en salas comerciales, va un abismo.
Sería inutil contar nada de su argumento, ya que resulta tan caótico como la vida de su protagonista.
Solo decir que su visión sobre la vida y la muerte, nos la cuenta haciendo filosofía barata. Por no hablar sobre su opinión sobre el estado del mundo actual, haciendo política de bar, que solo le puede interesar a los que piensan como él.
En definitiva, una película que debería haber mostrado solo a familiares y amigos, y no martirizar a los que antaño fuimos fieles a su cine.

¿Que nos saldría si mezclaramos "1997, Rescate en Nueva York"; "Los señores de Acero" y "Mad Max?
Pues un engendro de película titulada "Doomsday"
No me explico que hacen actores de la talla de Bob Hoskins y Malcom McDowell en semejante aberración.
Y no me extiendo más porque no merece ni siguiera hablar de ella.

Después del buen sabor de boca que nos dejó Batman Begins hace tres años, Christopher Nolan vuelve a coger las riendas en su continuación, la excepcional El Caballero Oscuro.

Todo comienza inmediatamente después del final de la primera parte.El nuevo fiscal del distrito Harvey Dent combate a la mafia, mientras un nuevo villano apodado Joker, siembra de terror la ciudad.
Lo mejor es saber poco del argumento, y disfrutar de las intensas dos horas y media de metraje, ya que esta nueva entrega de Batman, sin ser escrupulosamente fiel al cómic, es quizás la mejor adaptación que se ha hecho hasta el momento (superior incluso a el Superman de Richard Donner).

A partir de ahora sera el espejo en el que se miraran cualquier nueva adaptación que se quiera hacer. Y es que más que una película de superhéroes, resulta ser una excelente muestra de cine policiaco, que pasa por el cine de terror cada vez que interviene el Joker, verdadera estrella de la función, que Heath Ledger (que en paz descanse), interpreta de manera magistral, componiendo un villano aterrador y psicópata.

Es más, aquellos que consideran que debería llevarse el Oscar póstumo al mejor actor secundario, no le faltan razón, y que creo que incluso debería llevarse el de mejor actor principal, ya que su intervención es mayor a la de Anthony Hopkins en El silencio de los corderos, y supera a este último como encarnación del mal.

El resto del reparto es el mismo, con la excepción de Maggie Gyllenhaal, que sustituye a Katie Holmes en el papel de Rachel Dawes, y la incorporación de Aaron Eckhart como el citado Harvey Dent, que esta llamado a convertirse en Dos Caras.

De verdad os digo, si Watchmen es la mitad de buena que esta, me doy por satisfecho.

Y es que aunque las voces que dicen que es al mejor película de la historia exagerán, si que se ha convertido en poco tiempo en la mejor de su género, y el tiempo convertirá en mítica.

Una joya que nadie deberia perderse, sea aficionado o no a los superhéroes, ya que es un film que trasciende del género al que pertenece.

¿Se puede hacer una película sin apenas guión, solo a base de efectos especiales?
La respuesta es si. Y si no me creeís, podeís ir a ver La momia. La tumba del Emperador Dragón.
En esta tercera parte de las aventuras de la familia O`Connell, la acción nos lleva esta vez a China.
Como digo, la película apenas tiene una historia que contar.
Asi que solo nos queda unos correctos efectos visuales, muchos chistes sobre momias, y acción sin freno.
Eso sí, por lo menos no aburre.
Ahora bien, a todos aquellos que la última película de Indiana Jones les pareció una aberración, más les vale que no se acerquen a esta, ya que la cinta de Spielberg le da mil vueltas a esta.
Y es que por muy listo que nos salga el alumno, jamás podra superar al maestro.

Princesas encantadas, príncipes malvados, fantasmas, brujas maquiavélicas, piratas que cazan rayos, el héroe que no sabe que es de sangre azul, y una estrella caída del cielo. Estos y otros extravagantes personajes pueblan esta deliciosa película que dirige el inglés Matthew Vaughn (que es el elegido para el film sobre Thor).
Basada en una novela de Neil Gaiman, se aleja intencionadamente de la nueva tendencia de Hollywood de hacer producciones dentro del género de la fantasía, donde solo hay efectos visuales, sin una historia detrás.
Una película con sabor clásico, construida como un puzzle, donde cada pieza va encajando para mostrarnos un mosaico, en el que encontramos romance, comedia, acción y efectos visuales que estan al servicio de la historia, y no al revés, que es lo que suele pasar la mayoria de las veces.
Además no toma al espectador por tonto, y hace que las algo más de dos horas que dura, se pasen sin sentir, ya que la película tiene un ritmo que no decae en ningún momento, ya que hasta en la secuencia más insignificante hay algo que resaltar.
No quiero acabar esta reseña sin destacar la labor interpretativa de Michelle Pfeiffer, en el papel de bruja, que cuando no se esconde bajo el maquillaje sigue igual de bella que siempre, y un Robert de Niro en un divertidísimo papel de pirata un tanto especial.
En definitiva, una película para toda la familia, que nos recuerda a esas producciones que se hacían en los 80, y que todo aquel que disfrute con la fantasía y los cuentos de hadas, no debería perderse.