Demasiado larga, porque es demasiado aburrida. La lentitud en la que se desarrollan los acontecimientos, por culpa de una historia de amor que se alarga en demasía, hace que la película pierda toda la magia que envuelve a este superheroe, convirtiéndolo en un hombre simplón, enamorado de una compañera de trabajo.
Es cierto que tiene sus dosis de buena acción, al más puro estilo superman, pero entre secuencia y secuencia de verlo volar y hacer cosas increibles, puedes dar una cabezadita. Sin desmerecer los trabajos de Brandon Routh (correcto), y Kevin Spacey (sobervio), que no estuvieron por debajo de la gran responsabilidad que es encarnar a estos dos míticos pernonajes, la película se podría definir como lo mas patético desde HULK o LOS 4 FANTASTICOS, reflejo de la decadencia del cine norteamericano, sin ideas.

Entretenida, original, con una magnífica animación (¿descubriendo a pixar?), acertando en todos los personajes, y con ese mensajito al mas puro estilo disney, una vez mas, por y para la amistad, pero con las emocionantes y brutales carreras NASCAR, que le da ese toque interesante a la película.