¿Quién dice que los dibujos animados sean para niños? Muchas películas con actores reales son mucho más ñoñas que este film, con la desventaja de que tienen mucha menos imaginación.

A quien le guste la animación japonesa o, simplemente, las historias fantásticas, ésta película le dejará un buen sabor de boca. Apta para todas las edades.

Pese a contar con un presupuesto ajustado y un reparto pequeño, Proyas sabe mostrar un argumento sólido, con una introducción, un nudo y un desenlace, sin finales abiertos ni florituras innecesarias.

Sin duda, la actuación de Brandon Lee en su última película sentó las bases del carismático Joker de Heath Ledger.

Una atípica historia de superhéroes en la que el protagonista no trata de ocultar su identidad ni busca otra cosa que venganza para su tragedia, consiguiendo emocionar al espectador en todo momento.

¿Por poco? Si yo estoy en Almería, tú has apuntado a Vigo, tía.

Una película predecible y aburrida, que es una copia descarada de la trilogía Bourne, pero que no aporta nada nuevo, y que en ningún momento llega a emocionar al espectador. Es más, se llega a despreciar a los personajes, incluyendo a la propia protagonista.

Decepcionante en prácticamente todos los sentidos.

Dos horas y media de película que parecen una eternidad. Y todo "gracias" a unas escenas en las que el silencio tiene más protagonismo que los diálogos. De haber eliminado o, al menos, reducido ese silencio entre frase y frase la historia podría haber cautivado mucho más.

Puede que utilizar ese recurso sea imprescindible para resaltar la tensión que hay entre los personajes en ciertos momentos, pero repetirlo en prácticamente todas las escenas alarga la cinta innecesariamente, haciéndola aburrida y pesada.

Resumiendo: una interesante historia contada de una forma torpe y cansina.

Dada la mala fama que se ha ganado con multitud de películas mediocres sorprende ver cómo Kutcher consigue que el espectador empatice con su personaje.

Aunque necesariamente brusca en sus giros argumentales, su original propuesta deja pensando acerca de las consecuencias de los actos y los sacrificios.