Las actuaciones son memorables, salvo tal vez un Clint Eastwood demasiado acartonado. La historia no tiene compasión con los personajes ni con el espectador que no puede menos que sobrecogerse ante la crudeza del argumento. Lejos de darnos "grandes lecciones de vida" esta película enfrenta al espectador con una tragedia tan vieja como la humanidad: la justicia es una invención humana, ni la vida ni la naturaleza son justas.

Esta película épica se ha vuelto sólo "una más" después de la avalancha generada por cintas como Gladiador o Troya. Y bien podría pasar como una más si no fuera por la desacertada elección de los protagonistas. Si bien Colin Farrell tiene el aspecto, le hace falta la fuerzay sólo es su carisma lo que hace menos vergonzosa su actuación. La película gana por estar contada con las mejores intenciones pero no parece dirigida por Oliver Stone. De hecho, a veces, no parece dirigida.

Audrey Tautou es tan inasible que parece un tanto antipática... La película presenta una reflexión sobre la guerra que resulta cada vez más oportuna. Ignoro si esa es la intención del director, pero la cinta nos muestra como lo que destruye la guerra es la vida humana. Por supuesto se destruyen naciones, ciudades... pero, más que nada, vidas humanas.

La historia de Mar Adentro es difícil de contar sin caer en la anécdota "de un hombre que nos enseñó el verdadero significado del verbo vivir". El director logra evitar el lugar común gracias a la extremada sencillez con que presenta a los personajes y a que renuncia a cualquier pretensión de enseñanza: no quiere dejarnos una moraleja, no se termina de ver la película con un nuevo tip para la vida.

Scorsese nos mete gato por liebre con esta película... No puedo menos que pensar en una versión excesivamente costosa de "Citizen Kane" sin ninguna de sus virtudes. La actuación de Cate Blanchet es un oasis en medio de tanta mediocridad. Lo peor de todo es la actuación de Leonardo Di Caprio... alguien debería decirle: NO.