En realidad, siendo objetivos, esta película merece un 5 o un 6. He dado un 1 por motivos personales; por indignación. Y es que Sin Límites trata el tema de las drogas de un modo completamente superficial. Para empezar, aquí nadie se ha molestado en estudiar el tema, y yo creo que todo guionista debe documentarse, al igual que hace un novelista. Debe saber de qué está hablando. Aunque se hable de una droga imaginaria, no deja de ser una droga.
Y en segundo lugar: El protagonista consigue una droga que te hace más inteligente, ¿y para qué la usa?: Para ligar con chicas, para ser un ejecutivo ambicioso, y finalmente para convertirse en un político hipócrita. No la usa para obtener otros puntos de vista, ni se molesta en obtener cultura, ni la usa para desarrollar curas contra enfermedades, ni para acabar con la injusticia ni con la pobreza... En fin; solo la usa para estupideces. Y utilizar una droga que te hace inteligente para estupideces, significa que esa droga no te hace más inteligente.
La usa para alcanzar un status, para ganar dinero, realizar el sueño americano, y sentarse en su trono con superioridad. Por desgracia, las películas son la fuente principal de educación que tienen los jóvenes, y si estos son los valores que les inculcas, te mereces un bonito abucheo. Esto es lo que pasa cuando no lees.

La vida de Chapman, el asesino de John Lennon, no tiene mucho interés. Simplemente era un demente que se paseaba de hotel en hotel. Escribir un guión coherente con tan poco material debió ser complicado, pero es que el resultado te deja indiferente. Jared Leto lo da todo, y se nota el inmenso esfuerzo por demostrar a sus detractores de lo que es capaz. Lo triste es que semejante esfuerzo quede en una película con calidad de telefilm, como es el caso.
Hay, además, un momento gloriosamente patético en el que Jared interpreta al Gollum de "El señor de los anillos", retorciéndose y todo. Sólo por esa secuencia merece la pena ver la película. Aunque ahora que lo pienso... No; no merece la pena ver un drama para reírse unos minutos.

Sam Peckinpah tuvo fama de ser un hombre violento y desmedido. ¿Quién mejor que él para tratar el tema de la violencia?
Perros de paja tiene todo lo que se le puede pedir a una película: buenas interpretaciones, buen guión, excelente dirección. El maravilloso Dustin Hoffman, en un estilo interpretativo que los actores jóvenes ni atisban, sufre una transformación a lo largo de la historia, dando una lección de cómo se desarrolla en pocas frases un personaje con profundidad. Sabemos quién es y qué busca en la vida tan solo con mirarle a los ojos.
Susan George tuvo su momento de gloria con esta película. Y la verdad, dan ganas de tirarla por un acantilado, así que o es realmente insoportable o clavó el personaje.
El resto del reparto también está soberbio, y como conjunto generan mucha inquietud, sobretodo en las secuencias del garaje y la taberna. El gran responsable de dicha conjunción es Peckinpah, que ya estaba curtido en mil batallas cuando llegó "Perros de paja".
Su estilo se mantiene en órbita; aún resulta bastante moderno debido a su gran influencia en el cine "violento". Pero Peckimpah no era "violencia"; era cine con inteligencia y dos pelotas; una formula que por desgracia ya casi no existe. Hay que cuidarlo, defenderlo y reverenciarlo.

Reconozco que detesto a Ben desde sus inicios. Fue un verdadero flechazo. Le vi y le coloqué automáticamente en el número uno de la lista negra. Todo lo que tiene de inteligente y astuto su amigo Mat Damon, lo tiene él de macarra.
A pesar de todo vi "The Town" convencido de que iba a ser interesante. Tanta buena crítica, tanto halago... En fin: admito que fui sugestionado y caí en la trampa.
Ben sigue siendo Ben. Por muy aplicado que sea en el noble arte de la realización cinematográfica, no tiene inteligencia ni fondo... Es como una calabaza de Halloween. Los personajes están muertos. Al final de la película te das cuenta de que no te importan porque no les conoces. Son esbozos.
La historia de amor surge de la nada. Ella deposita toda su confianza en él sin conocerle. Le cuenta sus intimidades...
¡Vamos! Lleva escrito "Ladrón de bancos" en la frente. Sólo le falta un tatuaje de Scarface. ¿Y esa mujer deposita su confianza en él en tres segundos?
Partiendo de ahí, nada tiene mucho sentido.
Cierto que la realización es notable, pero si no hay alma, no me interesa.
De la interpretación de Ben no necesito decir nada, ya que el resultado es obvio y escuece a la vista.
Seguramente la próxima cogerá a alguien tipo Ed Harris para hacer el protagonista. Su técnica llegará a la perfección (ayudado por un buen director de fotografía y un equipo técnico estupendo), y ganará algún Oscar más.
Enhorabuena, Ben, pero tu rollo no me interesa.

¡Que grandiosa labor social hace esta película haciéndome dormir como un niño!
Se acabaron los problemas de insomnio, es la ruina de los psiquiatras, con Repo Men te dormirás por puro desinterés.
Corazones, hígados, páncreas y Jude Law corriendo para que no le extraigan ninguna de sus piezas
Supongo que es una crítica al sistema médico norteamericano pero sin ningún contenido.
Nada es creíble y lo más increíble de todo es ver a Forest Whitaker en una película tan hueca.