Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Kyrios
Críticas 1.330
Críticas ordenadas por utilidad
10
19 de marzo de 2013
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La naranja mecánica se ha convertido por méritos propios en un Must see de manual. Película controvertida donde las haya, una de las obras más fascinantes de Kubrick que llama a las puertas del cielo de las obras maestras (sí, existe).

De hecho, todo empezó con Terry Southern, el guionista de ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú. Fue él quien recomendó la obra a Kubrirck y este le hincó el diente durante el rodaje. Pese a que en un primer momento Kubrick pidió apoyo económico a la MGM, fue la Warner, la productora que puso el dinero final para el proyecto. La obra ya se veía venir que traería polémica, con lo que el anuncio de la Warner a los medios de que se iba a llevar a cabo la película fue discreto.

Y es que antes incluso de que los críticos y el público viera la película, el debate en torno a la violencia en el cine ya había empezado. Suele suceder cuando desgraciadamente vemos anunciadas aquellas masacres en Estados Unidos, a las que funestamente ya estamos acostumbrados, en las que se suele apuntar a otros culpables en vez de atacar la raíz principal del problema. Con la Naranja mecánica sucedió exactamente igual. Poco antes ya se había estrenado una película igual de polémica (y perfecta) como lo era Perros de Paja, del director Sam Peckinpah. La política entro en el juego y se discutió larga y tendidamente sobre lo que se podía o debía enseñar un medio tan influyente como el cine. Sólo faltaron chispas para que el incendio estallará y así sucedió, cuando diversos descerebrados parecieron imitar los actos salvajes que Alex y su compañía cometían en la película. El debate fue acalorándose y se llegó a los juzgados. En Inglaterra, como en otros países la película fue prohibida durante más de veinte años.

Lo más lamentable de todo es que uno de los muchachos que había cometido ese acto atroz fue interrogado por la supuesta influencia que la película había ejercido en sus actos. Él había reconocido que había leído el libro pero no había visto la película. Se imaginan que se propusiera prohibir la literatura? Algunos lo han intentado (y conseguido), no lo debemos olvidar nunca. Nos guste o no la obra, nunca podemos ponerles límites al arte, pues estaremos limitando nuestra propia libertad expresiva.

Conociendo a Kubrick parece que la publicidad negativa no le parecía importar, pues el boca a boca iba haciendo su efecto y más vale que hablen, aunque sea para mal, como dice el dicho. A la productora también le pareció bien esta publicidad, pues pensaban que la película iba a ser un desastre de todas maneras, así que intentaba buscar la controversia para ver si alguien picaba y conseguir publicidad gratuita. La mayoría de acusaciones se centraron en el pobre Anthony Burgess, el creador de la novela. Fue increpado duramente por gente que lo consideraba un partidario de la violencia. Otra vez el mundo cometió un error. Se acuerdan de aquel escritor al que violan a su mujer? Pues no deja de ser un reflejo del escritor, cuando su mujer fue violada en tiempos de la segunda guerra mundial, perdiendo además el hijo que esperaban. Pensar que él fuera capaz de reírse de una situación así, teniendo en cuenta este hecho, es cuando menos aberrante.

Kubrick vio “if…”, la película inglesa y decidió que era el actor perfecto para el papel (pese a que en la novela Álex era mucho más joven). Por cierto en las dos películas el personaje de Álex tiene unas semejanzas bastante interesantes.

Por otra parte, el rodaje fue complicado para Malcom McDowell que sufrió varios accidentes del rodaje. Durante el rodaje con el experimento Ludovico llegó a perder la visión durante unos días. Kubrick llegó a colocarle la boa que aparece en la película por sopresa, causando pánico en el actor.

Efectivamente Kubrick pensaba que en el futuro nos encontraríamos con situaciones muy parecidas a las que presenta la película. Un mundo en el que la violencia juvenil y el erotismo se convertirían en pilares básicos de la sociedad. Evidentemente la estética de la película está en consecuencia con esta visión futurista o distópica que busca la película. Es uno de los elementos que puede hacer rechazar al espectador de primeras al encontrarse con un mundo tan alejado de sus gustos estéticos. Aún así Kubrick acertó. Sólo hace falta ver la decoración de la casa de “la loca de los gatos”. Para esta estética el director buscaba un acercamiento al estilo artístico que ya por aquellos años dominaba en las altas esferas, el pop art. También hay que señalar que para Kubrick (y eso la película lo sabe reflejar perfectamente) el Pop-art era un arte que había intentado vanamente cortar con la tradición y que se había quedado carente de significado. La película entera es un ataque contra el vacío artístico del siglo XX.

El bien y el mal y sus posibilidades también son representados en la película. Las posibilidades que tiene cada uno para escoger la senda que marcará su vida. La educación como herramienta civilizadora pero a la vez como es utilizada por el sistema para domar a sus ciudadanos. Como no hay punto medio entre la barbarie (el primer Álex) y el establishment que trata a sus ciudadanos como un simple engranaje sin sentimientos se traduce todo en una sociedad insostenible.

La violencia no se presenta de una manera desagradable (como Peckinpah, que también se aleja de los dogmatismos que habían imperado en el cine). Es por este motivo que muchos críticos vieron la película como una defensora del caos y el desorden público. Y es que la violencia es el eje de la película. Todo se mueve por ella, no sólo la utiliza Alex sino el sistema como medio de represión. No es casualidad que los antiguos compañeros de Álex se unan después a la policía. Es una gran demostración que el sistema y la violencia son inherentes y se necesitan entre sí.

http://neokunst.wordpress.com/2013/03/19/ciclo-kubrick-la-naranja-mecanica/
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kyrios
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
8 de noviembre de 2023
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Birth/Rebirth es la opera prima de la directora Laura Moss, quien se estrena en la dirección con una película tan brillante como escabrosa. La película tuvo una buena acogida en el festival de Sundance de este año y es probable que llegue a nuestras pantallas de alguna manera (ya sea en cines o en VOD). La distribuidora en Estados Unidos es la popular productora Shudder, aunque aviso a navegantes, no esperen una película de terror al uso como tantas que se pueden encontrar en su catálogo de manera prácticamente indistinguible. 

Tanto Laura Moss como Brendan J'OBrien que son los guionistas de la película, afirman que una de las grandes inspiraciones para la película fue el Frankenstein de Mary Shelley. Pero desde luego, Birth/ Rebirth traspasa la obra original para convertirse en un ser autónomo, con vida propia, valga la redundancia teniendo en cuenta la obra.

Y es que las implicaciones así como los temas que trata la película son muy variados y acertados en su enfoque. Por una parte tenemos a Marin Ireland, una de las dos protagonistas principales. Su personaje es el de una brillantísima médica, tan inteligente en sus tareas como investigadora como inepta en sus habilidades sociales, que ha descubierto un método para parar la muerte. Por casualidades del destino conseguirá revivir la hija del personaje de Judy Reyes, con lo que ambas quedarán inexorablemente unidas, cuando esta se entera de que tiene una posibilidad de recuperar su hija.

El guion de la película une pues, por puro azar, a dos personajes con caracteres totalmente diferentes. Pero a pesar de lo que podríamos pensar en un primer momento (que ambos tendrían encontronazos o broncas, que habría sido caer en el tópico fácil) la película muestra esa simbiosis necesaria entre las dos, para poder llevar adelante sus propósitos (una la supervivencia de su hija y la otra el logro científico de parar la muerte). Y esta relación, es seguramente uno de los grandes aciertos de la película, por lo compleja y bizarra que resulta mismo tiempo. Por cierto, las dos intérpretes están a un nivel excelente, muy por encima de actrices de gran renombre.

Ni que decir tiene que lo que subyace en la película (el nacimiento, el engendramiento y el dar a luz) está íntimamente relacionado con la feminidad, y por ello en la película se hace hincapié en el repertorio femenino, a pesar de que sean personaje tan totalmente contradictorios entre sí. De igual manera, tampoco es casual el hecho de que gran parte de las secuencias donde hay sangre, esta provenga de los genitales femeninos, como un elemento más simbólico que emplea el guion.

La película, sin mostrar nada explícito de por si, consigue crear un clima de malestar que en ese sentido sí es capaz de adaptar lo que supone Frankestein, y sobre todo la novela gótica del siglo XIX a nuestro mundo. La medicina, por suerte o por desgracia está siempre ligada con la enfermedad y Birth/Rebirth refleja ese malestar que podemos sentir en todos los temas relacionados con los hospitales. ¿Es que acaso hay algo que de más miedo que uno de estos? Como la anécdota de la persona mayor que no quiere comprobar su estado de salud por temor a que le diagnostiquen alguna enfermedad, de la misma manera la película nos presenta detalles que consigue impactar al espectador de manera emocional y aterrorizarlo sin que este sea el objetivo exclusivo del filme. 

Los detalles también son imágenes, que la directora consigue crear mediante buenas secuencias. Podemos citar la de apertura, que es un gran resumen de lo que está por venir (la muerte de la mujer durante el embarazo es una clara imagen simbólica), pero también los propios abortos causados por la protagonista o las escenas en las que el personaje de Marin Ireland tiene problemas relacionados con su enfermedad.

Cinemagavia.es
Kyrios
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
19 de junio de 2020
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director de la interesante Cuando Despierta la Bestia (2014), Alexander Jonas Arnby, dirigió el pasado año Plan de Salida, una película que fue acogida en el Festival de Sitges del pasado. La película, calificada como otro «Thriller Nórdico», es en realidad una visión alucinada de una problemática bastante anclada en la sociedad danesa, como es el tema del suicidio. Como gran reclamo dentro del reparto, la película cuenta con la participación de Nikolaj Coster-Waldau en el papel principal. Estreno el 26 de Junio en plataformas digitales como Filmin.

Plan de Salida nos propone un argumento enrevesado con el que es fácil perderse (ayuda a ello la lentitud y parsimonia con la que está contada la película, así como los saltos narrativos iniciales y los saltos temporales). El célebre actor Nikolaj Coster-Waldau (famoso en todo el mundo por su papel como Jaime Lannister en Juego de Tronos) es un agente de seguros que está investigando una extraña muerte, cuando se topa con un extraño hotel, llamado Aurora, que parece ser que ofrece servicios de suicidio.

Claro, aquí el espectador español se queda atónito. ¿Servicios de suicidio? El propio título en inglés de la película, Suicide Tourist, se refiere a un término que ha tenido cierta resonancia en los últimos años, con gente, muchos de ellos con enfermedades terminales, que ha realizado viajes a países donde el suicidio asistido no está penado por ley para acabar con su vida. Esto sería interesante si hubiera sido analizado desde alguna perspectiva, pero en Plan de Salida solo cumple una función dentro de la elaboración del suspense. No hay juicio moral aparente.

Estamos acostumbrados últimamente a recibir muchas películas de los países escandinavos con la etiqueta de «Thriller nórdico», películas ásperas que nos hablan de algún homicidio cruento y que también encierran habitualmente elementos de venganza asociados con algún crimen oculto en el pasado. Bien, Plan de Salida no es para nada una de estas películas.

A pesar de que seguramente la distribuidora del filme intente venderla de esta manera, porque evidentemente resulta más rentable en un sentido comercial, lo cierto es que de Thriller convencional la película tiene poco. Es más bien una visión alucinada y agresiva, que nada entre dos aguas, la del thriller comercial y la película de autor. Desafortunadamente esa doble condición es también un lastre en ciertos momentos.

Para un espectador mediterráneo, Plan de Salida puede resultar sorprendente en su misma esencia. Plan de Salida trata sin medias tintas el tema del suicidio, y lo hace desde una perspectiva alejada de nuestra sintonía cultural. Por eso, debo admitir que como espectador me llegué a sentir ciertamente perdido ante algunas escenas, que resultan por otra parte estremecedoras. Es el caso de nuestro protagonista yendo a comprar una cuerda y preguntando al hombre de la tienda la manera más práctica para hacer una soga. Ese toque de humor negro, que a la vez visibiliza un problema bastante trágico en las culturas nórdicas (donde las tasas de suicidio son relativamente más altas que las de nuestro entorno) es quizá lo que hace a la película digna de mención.

Aún así, Plan de Salida tampoco acaba de realizar más que una somera pincelada del tema. Por una parte vemos a algunos de los «clientes» que deambulan por el hotel, en busca de su propia muerte, y la película deja entrever que más que un suicidio, lo que estas personas necesitan es atención médica, pero finalmente la vena comercial acaba emborronando lo que habría sido algo más.

El problema principal de Plan de Salida es que es una película que está congelada. Es imposible desarrollar una mínima empatía hacía el personaje que interpreta Nikolaj Coster-Waldau, porque el guión lo presenta como un personaje sin ningún tipo de profundidad. Las escenas que mantiene con su mujer parecen triviales y no sirven para explicar el estado anímico del personaje.

Pero además, la trama se desarrolla de una manera anticlimática, que no es capaz de dosificar las notas de suspense de la manera adecuada, con lo que a pesar de que sobre el papel, lo que está contando la película pueda resultar estimulante, lo cierto es que en la práctica resulta tedioso.

Conclusión de ‘Plan de Salida’
Plan de Salida que desgraciadamente carece de la suficiente garra como para ser estimulante. Puede verse, pero desde luego no es la mejor de la generación de películas nórdicas que últimamente están arrasando dentro del género del Thriller.

Crítica escrita en https://cinemagavia.es/plan-salida-pelicula-critica/
Kyrios
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
27 de junio de 2016
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Living Daylights (007: Alta tensión, 1989; una traducción muy a la española, todo sea dicho) es una de las películas de la saga Bond más olvidadas. En parte, porque forma parte de una dupla de películas (la otra es License to Kill) interpretada por uno de los Bonds menos conocidos, Timothy Dalton (sólo superado en su escasa popularidad por el australiano George Lazenby). La película no es realmente terrible como cinta de acción, y Timothy Dalton le dota una interesante personalidad a su personaje (diferente a la de los anteriores Bonds), pero al filme le pesa una segunda mitad absolutamente soporífera, que hunde totalmente la película en la mediocridad. Por otra parte, la película consiguió una recaudación aceptable, en Estados Unidos (y más en UK), lo que rompe un poco con el tópico de película “maldita”.

El argumento no es realmente complejo. Nuestro Bond se embarca en una aventura por Centroeuropa que le pondrá en la pista de una peligrosa conspiración de la KGB, que pretende eliminar a todos los espías que se encuentren en su camino. Después de varios viajes por Europa (algo que también es una de las señas de identidad de la saga), nuestro protagonista llegará al mismísimo Afganistán, donde deberá enfrentarse a las tropas soviéticas. No lo hará sólo evidentemente, sino que en todo momento contará con la ayuda de la “chica Bond”, personaje arquetípico que no puede faltar en cualquier película de la saga. En este caso, el personaje es una chelista checoeslovaca, interpretada por Maryam d’Abo. Nos encontramos, desafortunadamente, con otro caso de mujer florero, que apenas tiene un peso crucial en la película, más allá de lucir palmito, a excepción quizá del último tramo que transcurre en Afganistán.

Lo cierto es que además, se nota que con Timothy Dalton se inauguraba una nueva etapa mucho más seria (más incluso que la que encarnaba Sean Connery), y el Bond socarrón y jocoso que encarnaba Roger Moore deja paso a un espía con una licencia para matar que no dudará en usarla. Que es la última película antes de la caída de la Unión Soviética se nota en el filme (además, hemos de recordar que en aquellos momentos finales de la década de los ochenta, la política del Reino Unido era totalmente contraria a la de la URSS) porque recupera el espíritu político de las primeras películas.

Efectivamente, los malos vuelven a ser los rusos, aunque con algunos matices. Parece que la película es sólo especialmente crítica con la intervención soviética en Afganistán. De hecho, no era la primera vez que el cine occidental se hacía eco de dicha guerra, y hemos de citar aquí las célebres películas de la saga Rambo (más en concreto, la tercera entrega). Porque si Rambo era una oda (literalmente según el filme) que defendía a los muyahidines, aquí nos volvemos a encontrar con que nuestro espía secreto se pone en contacto y apoya a dichos grupos armados contra la invasión soviética. Algo que no deja de ser más que bochornoso en estos tiempos que corren, donde somos testigos de las consecuencias políticas que tuvo aquel apoyo al fundamentalismo islámico. Al igual que en la saga de Stallone, en 007: Alta tensión, los rebeldes afganos son presentados como “luchadores de la libertad”, y las referencias religiosas que profesan son totalmente aligeradas, con lo que apenas queda descrito el extremismo de estos personajes.

Pero más allá de connotaciones políticas, lo cierto es que el problema principal del filme es esta segunda parte en Afganistán, que no pega ni con cola con el resto del metraje. La primera intervención de Bond en la película, con la ya mítica introducción propia de la saga, es buena (que no excelente) y levanta las suficientes expectativas como para poder hacernos creer que nos encontraremos ante una correcta película. Sin embargo, el Bond de Afganistán no deja de ser una ensalada tradicional de tiros, sin ton ni son, donde los efectos pirotécnicos se imponen a cualquier lógica.

Y la obra no tiene demasiados defectos en los que se supone que es el ámbito principal en el que juega la película. Las secuencias de acción funcionan en su mayoría, como es el caso de la introducción, o las que tienen lugar en la nieve, con persecuciones en su mayoría bien rodadas. Por otra parte, nos encontramos con los elementos habituales de la saga, la aparición de Q y sus artilugios de última tecnología, así como los vehículos de alta gama. Nada demasiado destacable, ni para bien ni para mal.

Finalmente hay que añadir que Timothy Dalton cumple como Bond. Aporta un toque mucho más oscuro al personaje (aunque eso quedaría más patente en la segunda entrega de Dalton como Bond, en Licencia para matar) que sirve para añadir nuevos matices en comparación con otros actores. Resulta una lástima que el actor no pudiera encarnar más veces el personaje, porque nos dejó con la duda de si hubiera sido capaz de convertirse en uno de los Bonds más icónicos.

https://neokunst.wordpress.com/2016/06/26/007-alta-tension-1987/
Kyrios
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
16 de abril de 2016
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Maestro de Esgrima (El Maestro de Esgrima, 1992) se trata de una de las numerosas adaptaciones cinematográficas de la obra de Arturo Pérez-Reverte, llevada a cabo durante la década de los años noventa (y en comparación con las demás adaptaciones, esta se trata de una de las más aseadas), que recibió numerosas nominaciones en los premios Goya (y consiguió 3 premios, al mejor guión adaptado a la banda sonora y al vestuario). Al filme sin embargo, le sucede lo mismo que a otra adaptación de Reverte, Alatriste (Alatriste, 2006), que cumple en el factor de crear una ambientación histórica correcta, pero que es incapaz de desarrollar una trama de interés. El filme lo dirige el maestro Pedro Olea, director singular donde los haya, quien por cierto ya había dirigido alguna que otra película histórica, como Akelarre (Akelarre, 1984) o la más redonda El Bosque del Lobo (El Bosque del Lobo, 1970), un bagaje que seguramente fue un condicionante para ser el cineasta finalmente escogido.

Omero Antonutti, lo que viene siendo un señor actor de los pies a la cabeza, interpreta a un ya mayor maestro de esgrima. La secuencia inicial es de una belleza inclasificable, con un plano que se abre lentamente de adentro hacia afuera y que nos muestra una lucha de esgrima entre dos discípulos del personaje principal. Lástima que secuencias majestuosamente preparadas así irán viniendo de manera intermitente a la película, que poco a poco (muy poco a poco) irá desvelando la trama, que es la siguiente: El personaje de Antonutti recibirá como alumna (a pesar de que al principio tendrá alguna reticencia en aceptarla) a una mujer de mediana edad interpretada por Assumpta Serna, de la que rápidamente quedará prendado. Sin embargo, una serie de tejemanejes de esta mujer empezarán a poner a nuestro protagonista en la pista de una conspiración política…

Por una parte, la inspiración histórica está conseguida. A pesar de que en algunos momentos el filme abusa de sus escasos recursos (como las cargas y manifestaciones, que se suceden casi de una manera vertiginosa) en líneas generales el ambiente del sexenio democrático (1868-1874) aparece bien representado. Lo más disfrutable sin duda en este aspecto son los diálogos entre los personajes, con el nombre del todopoderoso Prim (hasta su triste fallecimiento) en la boca de todos, y también podríamos citar las tertulias en los cafés, tan típicas por otra parte, de este momento. En los aspectos técnicos la película cumple y los premios que recibió el filme son merecidos, sólo tenemos que ver a la guardia montada cargando contra el pueblo, con imágenes que parecen sacadas del célebre cuadro de Ramón Casas, pintado en el 1899. También hay que destacar la banda sonora que compone José Nieto, que consigue componer una interesante atmósfera sin encallarse demasiado en el género histórico.

Los gritos de ¡Mueran los borbones! Resultan dignos de elogiar por su atrevimiento, así como algún que otro discurso (evidentemente, me refiero al de la guillotina, que espeta el personaje excelentemente interpretado por Miguel Rellán, quien por otra parte interpreta uno de los personajes más interesantes del filme) que no hace falta ser un lince para comprobar que están relacionadas no sólo con el tiempo que exhibe el filme (con la expulsión de la monarquía borbónica) sino con la propia década de los años noventa ,del Siglo XX, en la que se inscribe el filme. A Arturo Pérez Reverte lo conocemos todos, y a pesar de que en algunos momentos pueda hacerse demasiado plúmbeo, lo cierto es que la película condensa bastante bien la mala leche que imprime el autor en sus obras. Sin embargo, esto es de lo poco realmente destacable de todo el filme y desde luego, no es suficiente para respaldar el filme por entero.

Como decíamos de Alatriste, la película no acaba de desarrollar intensamente el argumento. El inicio es alentador y pone al espectador en una buena dinámica, pero esta se acaba diluyendo cuando el argumento del filme no tiene demasiado claro por dónde avanzar. La conspiración no acaba siendo demasiado enigmática y las motivaciones de los personajes acaban resultando demasiado simplonas. Pongamos por ejemplo el personaje que interpreta Assumpta Serna, nunca sabemos porque realmente pega esos giros tan bruscos, más allá de exigencias del guión, con lo que su revelación final nos deja totalmente congelados.

En Conclusión, a pesar de algunos detalles realmente asombrosos, El Maestro de Esgrima no es la película histórica que la cinematografía española sigue mereciendo. A pesar de eso, por detalles como tener una de las más bellas peleas de esgrima que se hayan rodado aquí (y perfectamente superior a cualquier otra batalla que podamos ver en las numerosas adaptaciones de Los Tres Mosqueteros de Dumas, por poner el ejemplo más típico) hacen que merezca la pena darle un vistazo al filme.

https://neokunst.wordpress.com/2016/04/16/el-maestro-de-esgrima-1992/
Kyrios
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow