La biografía de un científico o matemático, por muy importante que sea su obra, no tiene porque ser interesante. Sin embargo, el cine ha demostrado que sí, que se pueden hacer buenas películas con este material, como por ejemplo “La teoría del todo” o “Una mente maravillosa”. Desgraciadamente, y aunque parece que voy un poco a contracorriente, creo que no es el caso y que este título es fallido.
Para llegar a un mayor rango de espectadores, este tipo de cine normalmente no profundiza en el trabajo matemático, pero entonces no llegamos a ser conscientes de la importancia del trabajo de este hindú. Pero aquí sí que hay momentos en los que se ponen a divagar un poquito con las particiones, y claro, el que ve la película no tiene por qué enterarse, con lo cual aburre bastante.
Aparte de eso, lo que el film ofrece es la dramática historia de un emigrante que salió de la pobreza de su India natal para desarrollar su intelecto y triunfar en el mundo académico, pero con la pena de dejar atrás a su pareja. También sufrió mucho rechazo social por el mero hecho de ser hindú.
Pero en realidad nos quieren dar gato por liebre. Es un puro y duro telefilm tedioso camuflado de trascendencia. Con algo como esto solo se puede entretener o bien un ferviente estudioso de las matemáticas o bien un descendiente (si es que los tuvo, que no lo sé) del protagonista.
Lo que pasa es que por ser una película de intelectuales, parece que queda uno hasta mal metiéndose con ella, pero a mí me da igual. Si me parece un bodrio, lo digo
Los actores están bien pero da lo mismo porque el desarrollo del argumento es aburridísimo, tanto como una clase de matemáticas profundas.
Quien mejor está en su papel es Toby Jones, que pega muy bien como profesor, aunque siendo tan bajito los alumnos seguro que se burlarían de él
Para colmo, cuando no podía ponerse más aburrida, la historia se mete en política, luego se vuelve lacrimógena, luego filosófica y finalmente lacrimógena otra vez.
Al final es la propia película la que parece conocer el infinito, de lo larguísima que se hace. Lo único que transmite es aburrimiento.

Con lo buenas que suelen ser las películas de espionaje, a veces el género falla y nos hacen algo tan insulso como esto.
Ya desde casi el principio, uno se puede dar cuenta de que el estilo de rodaje del director es tedioso. Hay secuencias enfocando a la protagonista mucho rato sin que haga ni diga nada. Demasiados silencios que no aportan nada en absoluto.
Aunque se cambie la habitual lucha contra los islamistas por el problema del IRA en los años 70, la trama es muy poco interesante porque está mal desarrollada, con un ritmo nefasto muy tedioso.
También tiene el fallo de que nos la venden como si Clive Owen fuera el protagonista, cuando en realidad es secundario y aparece bastante poco.
Es tan aburrida que cuando está llegando al final ya se nos ha olvidado cómo empezaba, quedando solo apta para verla mientras se está planchando o haciendo cualquier otra cosa. Intentar concentrarse en algo tan pesado es difícil, pues la mente se pone a pensar en las musarañas.
Para rematar la faena, es fría y carente de emociones, de manera que lo poco interesante que pasa en ella me da bastante igual.
Para no perder el tiempo viéndola.

Crítica escrita tras terminar de ver la cuarta temporada.
Lejos quedan ya los tiempos en los que los muertos vivientes solo formaban parte de la serie B, de subproductos muy mal hechos en los que muy pocos títulos destacaban en calidad.
Me atrevería a decir que dos películas fueron las responsables de la resurrección a gran escala (nunca mejor dicho) de estas famosas criaturas caníbales: "28 días después" y "Resident evil", cada una en vertientes diferentes dentro del género zombie.
En la última decada, ha habido por tanto una auténtica moda en todos los medios (libros, cine, televisión y videojuegos). Esta serie es, sin duda, una de las más exitosas y que sorprendentemente ofrece una alta calidad en general.
Para empezar, es una gran producción. Toda la ambientación del mundo destruido está muy bien hecha, junto con los propios muertos. Se ve que hay muchas horas de trabajo de maquillaje detrás.
Luego tenemos un argumento serio, que coge todos los elementos del género y los enriquece. Tenemos el misterio del origen de la plaga, situaciones angustiosas, personajes de todo tipo que hacen lo que haga falta para sobrevivir (algunos a costa de los demás), acción y hasta terror.
Como suele pasar, en ocasiones los zombies son lo de menos y no dejan de ser una excusa para presentarnos un entorno hostil en el que todo es posible porque la raza humana es muchas veces peor que los propios muertos.
Los actores y la producción son muy buenos. No he leído el comic pero desde luego se ve que hay un buen material de base y que los creadores de la serie han querido hacer algo que respete a sus fans.
Las temporadas tienen altibajos. La primera es totalmente brutal y le vino muy bien que durarar tan pocos episodios. En la segunda cambia la cosa y uno se teme lo peor cuando se empiezan a notar tramas alargadas y escenas de relleno.
Afortunadamente, en la tercera, con la llegada de Michone y el pueblo del Gobernador y la cárcel, el subidón fue tremendo, disparando el nivel de la serie hasta las nubes. La cuarta temporada (última vista hasta la fecha) mantiene el nivel en general, pero contiene el que es el mejor capítulo de todos por el momento: el octavo. Toda una montaña rusa de acción y emoción del principio al fin. Si toda la serie fuera así sería una pasada, pero obviamente el presupuesto y la duración no permiten mantener el listón tan arriba todo el tiempo.
Esta serie puede tener el honor de ser de las que más enganchan, más seguidores tienen y más adicción y ganas de ver el siguiente episodio tienen. Al nivel de las mejores de los últimos años, junto con "Juego de tronos" y "Vikingos", por ejemplo.

Actualización de 2019 tras ver la novena temporada completa:

Añado estas líneas para justificar que he cambiado mi voto de la serie del 10 al 9 porque la novena entrega me ha decepcionado muchísimo. Tenemos a importantes personajes que abandonan la serie, una lentitud narrativa nunca vista, con "flashbacks" metidos a piñón que no me aportan nada, y sobre todo una falsa expectativa de épica. Con esto quiero decir que toda la temporada he tenido la sensación de que se iba a armar una bien gorda y que iba a ser muy grande, y al final no hay nada especialmente espectacular ni siquiera a mitad y final de temporada. Por no hablar de un Negane cada vez más incoherente con lo que vimos cuando le conocimos, y una nueva villana que ha sido totalmente desaprovechada. Creo sinceramente que esta serie necesita terminar ya, como se está reflejando en la bajada de audiencia.

Para empezar, la miniserie no la ha pedido nadie. No adapta material de los libros del autor polaco, que yo sepa. No cubre necesariamente la espera entre la segunda y tercera temporadas, pues ha habido series con un tiempo de rodaje y estreno muchísimo mayor, como por ejemplo “Stranger things”, “Sherlock” o “Westworld”. Y, si bien la película animada de Vesemir estaba bastante bien, este “Origen de la sangre” efectivamente no lo está tanto.
Son tan solo 4 episodios que se pueden ver en un día, y que en el fondo, no aportan nada al universo “The witcher”. Por supuesto, hay “woke” hasta debajo de las piedras. Vale, todo eso es verdad, pero no me parece una serie tan nefasta como se está diciendo.
Sí que lo es para ser del mundo del brujo. Le falta más épica y mejores personajes. Pero, en realidad, no está tan mal. Es una aventura sencillita con el típico grupo de héroes proscritos con una misión común. El diseño de producción me parece a la altura y me lo he pasado bien viéndola, sin aburrirme.
Pero es inevitable el peso de estar a la sombra de la gran serie de fantasía de Netflix. Al final, a esto le pasa como a “Los anillos de poder”. La comparación es inevitable, y por supuesto sale perdiendo. Tal vez si le hubieran puesto otro nombre, no decepcionaría tanto.
Aun así, le doy el aprobado justo.

Pues sí, esta producción de Netflix con buen presupuesto y bastante promoción en redes sociales, podría haber sido la primera película fuerte del extrañísimo verano de 2020, pero por mi parte no pasa la criba.

A favor:
- Charlize Theron es una baza segura como heroína de acción. Es una buena actriz que puede con todo, y a la que siempre le sientan bien estos papeles de chica dura, quizás por el contraste con su cara angelical.
- Está basada en un cómic, pero no es de Marvel. Y sea por eso o porque el original es así, el caso es que es una película absolutamente adulta y bastante seria. Apenas hay rastro de humor y ninguno de infantilismo, y eso es algo que me gusta mucho en el género de acción, porque en los últimos años no abunda.
- En las secuencias de acción, la cámara no se mueve tanto como para molestar. Eso es algo de lo que muchas podrían aprender.
- La idea de los soldados inmortales está muy bien, pero…

En contra:
- … la desaprovechan por completo. ¿Por qué no han explotado más las secuencias en tiempos pasados, como hacían en “Los inmortales”?
- Siendo de un cómic con toque fantástico, ¿por qué los héroes no tienen una secuencia de entrada apoteósica a la altura? Las escenas de acción que vemos aquí son, al fin y al cabo, demasiado corrientes, cortas y poco espectaculares como para que la película destaque. Ni aprovechan el tema de la inmortalidad ni la de que estén viajando por el mundo en misiones. No parece ni de superhéroes ni tampoco es como las de “Misión imposible”. Todo tiene menos fuerza que Superman cuando le pusieron el collar de kryptonita.

Así que, si los personajes no son muy especiales (ni siquiera el malo de la farmacéutica), la acción es mediocre (cualquiera de “Underworld” o “Resident evil” le da mil vueltas) y el argumento no explota su potencial, ¿qué nos queda? Pues una película fácil de vender por su atractivo, y que luego descubrimos que es poco menos que basura muy bien empaquetada y nada más. El enésimo fiasco en las producciones propias de Netflix.