Dirigida por John Carpenter y protagonizada por un enorme Kurt Russell, este film post-apocalíptico destila aroma ochentero por los cuatro costados. Los gráficos cutres de ordenador, la vestimenta de Plissken (Ese mítico parche!!) y sobre todo las guerrillas urbanas estrafalarias y completamente locas... Una delicia.

La trama es lo que es, ésto es una peli de acción y tampoco hay que buscarle un sentido. Plissken es el tío duro que se liga a todo lo que se menea y que ahostia al que se ponga delante. Todo ello mezclado con la ambientación, los diálogos absurdos y toques de comedia (Serpiente Plissken!! Creía que estabas muerto!) hacen de esta película un auténtico disfrute.

Y qué decir de las lámparas de araña del coche del Duque... Lo dicho, delirio ochentero de principio a fin!!

PD: Uno de los mejores finales que he visto. Como dijo aquél... "Somos punkis o no somos punkis!!"

Nueva película de los hiperactivos hermanos Coen, que en esta ocasión intentan una comedia sin tener mucho éxito.

La película tiene sus momentos interesantes, y está rodada de una forma elegante y más que correcta, pero los Coen no saben dar forma a una historia estructurada, mostrándonos una sucesión de simples anécdotas negativas de la vida de un hombre. Además, parece un documental sobre la vida judía, que convierte a los personajes prácticamente en sectarios sin contacto con el mundo exterior.

Decepcionante salvo alguna escena aislada, deja transcurrir el tiempo y sigue sin pasar nada, hasta que acaba sin que comprendas el por qué. Olvidable.

Película del incansable Takashi Miike, que deja de lado por un momento su lado más gamberro y cómico y se mete de lleno en una trama existencialista sobre la creación y destrucción del universo.

Alguna ida de pinza tiene, como siempre hacia el final de la película, pero en general intenta tratar el tema de una manera seria, con estética a menudo cercana al ciberpunk y diálogos largos en indescrifables términos científicos. Como intento no está mal, pero Miike se desenvuelve mejor en otro tipo de cine, y se nota (además, hay que tener en cuenta el ritmo cansino que tienen la mayoría de las producciones niponas).

En definitiva, film menor en la extensa filmografía de Miike (que no quiere decir que sea malo) que nos ofrece teorías sobre las que pensar sobre la creación del universo, la existencia de un Dios y el sentido de la vida.

Extraña y fascinante película griega que ha sorprendido en algún que otro festival (Premio "una cierta mirada" Sitges 2009) por su peculiar humor negro y su estructura independiente.

CANINO destaca por su ritmo lento, sus planos imposibles (y muchas veces anti-estéticos) y la fabulosa interpretación de sus personajes, que con su inocencia convencen al espectador del inusual planteamiento, donde los gatos son monstruos salvajes y los zombies son flores amarillas. Mención aparte merece su particular humor, que brilla con luz propia en escenas absurdas y totalmente naïf, que algunas veces recuerdan a los FUNNY GAMES de Haneke.

Toda una sorpresa entre un desconocido (para mí) panorama griego. Diferente a todo.

Wes Craven y Kevin Williamson (guionista) reviven la saga que sentó las bases del slasher en unos años 90 que añoraban a los clásicos como HALLOWEEN o VIERNES 13, con una cuarta entrega soberbia, a la altura de la SCREAM original de 1996.

El principal acierto de Wes Craven es reunir al trío protagonista de la trilogía y centrar la historia en ellos. Sidney Prescott (Neve Campbell) vuelve a Woodsboro 15 años después de los primeros asesinatos para promocionar un libro en el que explica cómo dejar de ser una víctima (suerte con ello, hija). Allí se reúne de nuevo con Dewey (David Arquette), que ya es el sheriff de la ciudad, y con Gale Weathers (Courtney Cox), retirada del periodismo tras el éxito de sus libros sobre los asesinatos de Woodsboro (y sus posteriores adaptaciones cinematográficas de la saga STAB). La llegada de Sidney a la ciudad coincide con una nueva ola de asesinatos con Ghostface como protagonista, y entre los objetivos se encuentra la prima de Sidney, Jill.

Ya desde el comienzo, SCRE4M deja claro que no va a resignarse a ser una secuela más y arremete contra el torture porn tipo SAW y contra las secuelas predecibles (utilizando a STAB, la peli-dentro de la peli que crearon en SCREAM 2) con un par de escenas memorables. Todo el film, como viene viendo habitual en la saga, está lleno de referencias al cine de género, con SHAUN OF THE DEAD en el televisor de una de las protagonistas o LA NOCHE DE HALLOWEEN apareciendo numerosas veces en los diálogos, pero sobre todo se hace referencia a la cantidad de remakes y reboots actuales, en un tono auto-paródico magistral. Y así, entre asesinatos y posibles asesinos, el film juega con las nuevas tecnologías renovando las reglas que SCREAM renovó a su vez.

Otro de los aciertos de la película es su reparto, que además de contar con los protagonistas originales está repleto de caras conocidas de la TV como Hayden Panettiere (HEROES), Kristen Bell (VERONICA MARS) o Anna Paquin (TRUE BLOOD) entre otras, así como sorpresas como Marley Shelton (PLANET TERROR) o Rory Culkin (Hermano de Macaulay). Y como no el final, sorprendente e impactante, y también lleno de auto-referencias. El mejor slasher puro del siglo XXI.