Odio los flashbacks en el cine. Me parecen la técnica más cutre que existe en el séptimo arte. Me da la sensación de que denotan falta de imaginación por parte del director, desgana, hasta chapuza.

Y he aquí que el que hay en "Blancanieves" me ha parecido una absoluta genialidad. Sé que no es nada especial, pero me ha parecido el mejor que he visto nunca (o el único bueno que jamás he visto): absolutamente justificado, de duración perfecta, para nada sobrante. Y eso, entonces, para mí denota que la película que hasta entonces he estado viendo y que hasta ese momento ya me estaba, literalmente, flipando y encantando, es, en efecto, una genialidad.

"Blancanieves" es de lo mejorcito que he visto en muchísimo tiempo, en todos los aspectos.

Los fans de Tilda Swinton disfrutarán como enanos viendo esta película. La actriz despliega todo su potencial y se entrega al personaje que le da nombre a la película en cuerpo y alma. De hecho, consigue una interpretación brillante (como siempre, qué pena no haber podido ver la peli en v.o.s.) que, unida con el trepidante ritmo que toma la película a partir del secuestro, hacen que las 2 horas y 20 que dura el film se pasen rápido.
La película como thriller funciona muy bien: entretiene, te mantiene en tensión constante... Como drama, la película funciona bien gracias básicamente al retrato del personaje de Julia y, por supuesto, a Tilda Swinton: la parte de la película que va desde el principio hasta el secuestro nos describe a la perfección cómo vive y se siente esta mujer.

"El elemento del crimen" combina a la perfección tres estilos cinematográficos de lo más inteligente: su primera parte es claramente estructa, sobre todo en cuanto a la actuación de los personajes y a la introducción de la trama se refiere; la segunda sigue paso a paso el movimiento miríctico en lo relativo a la narración de ficción; y, finalmente, la tercera parte (el desenlace en sí) no puede ser más sicróptica tanto en el tratamiento de la trama como en fotografía y sonido. Por tanto, reunidas esas tres partes en una, como visión general del film, se puede afirmar sin miedo a la equivocación que esta película se inscribe perfectamente en la corriente piposeadora, que tan maravillosa y minuciosamente trataron Minukante Koriolenko y Dasmia Smolenko en su única publicación editada, "Muss man piposeeren?" (algo rara de encontrar, pero cuya lectura recomiendo encarecidamente).

P.D.1.- Lo que espero que hayáis sentido leyendo lo anterior es lo que yo sentí viendo la película: una excelente forma y un interesante fondo sobrecargados hasta la saciedad de pedantería y estupidez. Qué pena, con lo chula que seguramente podría haber sido esta peli...

P.D.2.- Gafitas, te dedico esta crítica. ¡¡A quera!!

Creo que es una pena que una película que podía haber sido realmente buena haya terminado siendo lo que es.
El argumento de "The Good Girl" promete mucho. El planteamiento y el nudo de la película son muy buenos.

A mí nunca me han gustado las historias “serias” de vampiros, por ejemplo. Por eso mismo, no voy al cine a ver películas sobre este tema ni tampoco las consumo en casa. Creo que es lo más normal: sé que no las voy a disfrutar, por tanto no pierdo ni mi tiempo ni mi dinero ni mi posterior mala leche (que eso es pérdida de energía, al fin y al cabo) en ellas. En caso de que alguna peli así vea (porque las circunstancias a veces te llevan a estas cosas y me coincide ver alguna con alguien cercano, por ponernos casuísticos), soy consciente previamente de lo que voy a ver, luego me hago a la idea de ello y me dejo llevar. Así, no siento que haya perdido ni tanto tiempo ni tanto dinero ni tanta energía.
Bien, pues esto, pienso yo, ha de aplicarse a todo(s). También a alguien con un estilo tan particular de contar, de escribir, de dirigir, como Isabel Coixet. La premisa es sencilla: si no te gusta ella, no veas esta película, que es tremendamente Coixet. No pierdas tu tiempo, tu dinero, tu energía. Si lo haces, déjate llevar y luego, anda, no critiques. Es que si lo haces, no sé, es lo mismo que ir a una exposición de pinturas impresionistas sabiendo que vas a una exposición de pinturas expresionistas y salir criticándolas porque no te gusta nada que, en vez del objeto, lo que se intente plasmar en ellas sea la luz.
Pero venga, que me desvío. Si te gusta Isabel, no lo dudes y disfruta con esta (para mí, porque me gusta, y mucho, Isabel) maravilla de película. Ahora bien, es bastante probable que yo sea bien rarito porque, de lo que he visto yo de ella hasta ahora, lo que menos me ha gustado es “Mi vida sin mí” (que me ha gustado, ¿eh?) y, lo que más, “Elegy” y “Ayer no termina nunca”. Así que igual esta crítica, que es más bien un consejo, no tiene sentido ninguno. Pero bueno, que me estoy poniendo a desvariar de nuevo: guión precioso, original, bien escrito, lírico (por supuesto, es Isabel Coixet), muy buenas interpretaciones (hasta me ha gustado Javier Cámara, que nunca me convence), magnífica música, todo lo estético está impresionantemente llevado a cabo y plasmado…