Exquisita, detallista y brillante. Se trata a priori de un retrato de una mente frágil y extremadamente sensible. Destaca el hecho de que no se posiciona ni en la crítica virulenta hacia dicha imagen ni en la ovación a su suntuosidad. La película es en todo punto neutral, y vemos desfilar a varios personajes que se posicionan de manera muy diferente ante las decisiones del excéntrico rey.

Es igualmente un retrato de la decadencia de la monarquía, llevada al terreno más de la ostentación que del propio mandato. El rey se ve aquí como un simple humano como cualquier otro, y esta vez con una exacerbada sensibilidad hacia el arte y un profundo romanticismo fatídico. Realmente no es malvado ni benévolo ni loco ni cuerdo, sino alguien que no ha recibido la suficiente atención humana en medio de la suntuosidad, y que es proclive a caer como cualquier otro. Así lo veo yo.

La ambientación y la fotografía son más que magistrales. Los detalles llenan nuestra atención (Vestidos suntuosos, miradas pícaras y elegantes, maquillaje marcado, riqueza ornamental al estilo horror vacui...) y las actuaciones son simplemente soberbias. A nivel técnico es irreprochable y posee una gran maestría a la hora de hacer sentir los sentimientos de algunos personajes tras precisos silencios y diálogos elocuentes.

Conclusión más que evidente: Obra maestra del séptimo arte. Más que recomendable.

Yo una película no la valoro ni por su supuesta importancia histórica, ni por el nombre del director, ni por su fama, ni por ser un clásico ni por ser en color o en blanco y negro como marca de distinción o cultura, sino por si a mí personalmente me ha transmitido o no ciertas ideas, valores, emociones o reflexiones. En esto último esta película se queda a medias.

Por una parte el tema tiene un mínimo de interés y la actuación de Francisco Rabal cumple para transmitir la exagerada caridad de ese cura empedernido y al mismo tiempo irreal y molesto. Su actuación al igual que su voz me gusta. La película se hace cuanto menos entretenida y visible, pues uno está esperando qué pasará con esos personajes o si el director te sorprenderá con una vuelta de tuerca inesperada o un magistral cambio de roles y profundidad psicológica. Se mantiene la expectativa y eso está bien, además de que te encariñas con los personajes. La película no es mala.

Pero tampoco es buena realmente, y por una sencilla razón: No me lo creo. No me creo tanta beatería desmedida y absurda ante tantas circunstancias adversas. No me creo las decisiones de esas mojigatas que se encariñan porque sí con el cura. Todo resulta muy plano y carente de profundidad. Bueno o malo y punto. Ya está. El diseño de personajes resulta francamente horroroso, y el final no me convence como para pensar que todos estos puntos han merecido la pena, si bien hay un diálogo que resulta cuanto menos interesante.

Conslusión: Pasable sin más. Entretenida pero poco reflexiva y muy plana en casi todo.

Antes de lapidarme voy a exponer claramanete varias razones que me han llevado a mí personalmente a sentir cierto repelús hacia esta obra tan sobrevalorada, para que luego no se me tache de alguien que lleva la contraria porque sí. Trataré de ser conciso y claro.

-Tratamiento demasiado infantil. Si bien la idea tiene cierta madurez, muchas situaciones de la película son de un humor de un infatilismo prácticamente imposible de superar en dicho aspecto. Yo me esperaba un tratamiento más maduro y serio... mea culpa, esto no es el estudio ghibli, pero ojalá lo fuera...

-Demasiado simplificado. Tres o cuatro emociones. Nada más. Yo creo que podría haber tratado ese campo de las emociones con mayor complejidad. Como clase de educación emocional que dicen algunos que es me parece una tomadura de pelo, con mucho simplismo y tonterías absurdas, y la conclusión a la que se llega me parece demasiado obvia y no me emociona.

-Relleno. Algunos personajes que solo están para hacer la gracia infantil, además de que se alarga demasiado en situaciones que a posteriori no tendrán especial importancia. Dura hora y media, pero podría haber durado media hora perfectamente. Quizás con media hora habría estado mucho mejor.

-Y por último, me hubiera gustado ver más en cuanto a la parte externa: la chica, su familia, su entorno... Creo que se centra demasiado en la parte interna menospreciando en gran medida el exterior, que solo aparece para que uno no se aburra tanto con esos personajes absurdos y sus cosas durante hora y media.

En fin... pensaba que me iba a encontrar con algo más maduro, profundo y diferente de todo lo demás de estos estudios, pero me encuentro prácticamente con el mismo desarrollo, sin lirismo, belleza y sentimiento y con mucha irrisoria y estridencia. No obstante, la película dista de ser una bazofia. A ratos es entretenida y algunas situaciones son graciosas, además de que la animación está bastante bien, aunque prefiera la animación 2d.

P.D. El corto del inicio con el volcán me pareció muy superior a la película, lleno de ternura y amor :)

Si hubiese una palabra para definir esta obra de arte, esa palabra sería "Belleza", hi hubiera otra opción, probablemente sería "Sensibilidad". Efectivamente, "Belleza" y "Sensibilidad" es lo que contiene esta película en un grado tan alto que creo que es prácticamente imposible de superar en el terreno de la animación.
En realidad, la historia que presenta esta película no funcionaría con otra técnica de animación. La animación usada da una viveza enorme a los movimientos, paisajes y expresiones de los personajes. Es una historia que se centra mucho en el sentimiento y en la contemplación, en ver y sentir, en ser la propia protagonista, y la animación arriesgada y sumamente artística se mete dentro de estas ideas y nos transporta a dichos sentimientos, paisajes y movimientos, pues resulta además muy fluida y dinámica.
Ciertamente. la historia da libertad al espectador para interpretarla como guste. Si bien es sencilla, es intensa. Cierto es que hay algunos clichés, pero igualmente lo es que es una adaptación de una obra muy antigua, por lo que los personajes no deberían estar tan "modernizados". La protagonista no es en absoluto un personaje plano, y presenta varias contradicciones en su interior mientras que evoluciona y observa su entorno.
La música es otro asunto importante. Al igual que la fluida animación, se mete dentro de los huesos y transmite a la perfeción la esencia de alguna escena en concreto. Resulta curioso escuchar la misma pieza en una escena supuestamente alegre y en otra supuestamente triste, encajando perfectamente en ambas, lo cual incide en la ambigüedad emocional de la música, que depende del sujeto o de las imágenes.
En definitiva, tanto en música, en historia, en animación, en personajes y en profundidad, esta película merece la calificación máxima. Una absoluta e incandescente obra artística de increíble calidad que se ha convertido en la mejor película de animación que yo haya tenido ocasión de ver, contemplar y admirar.

Bellísima.

...el resultado es una obra maestra absoluta. Es lo que pasa con esta película. Cada fotograma es único y valioso: Las actuaciones que se admiran a través de las miradas, voces suculentas, movimientos... la fotografía siempre en perfecto equilibro... la banda sonora que cuando aparece retruena y crea una atmósfera de tensión inigualable. Esta película es el ejemplo perfecto de lo que es la PERFECCIÓN.

La historia es única y profunda, valiente y decidida. Resumirla sería prácticamente un sacrilegío, ya que la película es tan pura y sublime, el guión tan brillante y austero, y la crítica al honor y a la apariencia tan brutal y humana, que lo máximo que uno puede hacer es quedarse en silencio o a lo sumo verla de nuevo con esto en mente.