Fyzal Boulifa presenta en la sección de nuevos directores, durante la 67 edición de cine de San Sebastián, la película Lynn+Lucy, una historia sobre la amistad de dos jóvenes cuyo vínculo se pondrá en juego a raíz de un hecho grave que actúa como punto de inflexión para su relación.

La película cuenta las interpretaciones de Roxanne Scrimshaw y Nichola Burle, que dan vida a las dos amigas protagonistas. El vínculo entre las dos jóvenes, de gran intensidad, nos llevará a cuestionarnos planteamientos morales que van más allá de la pura anécdota. La presión del grupo, la crueldad del rumor en las pequeñas poblaciones, lo que somos capaz de aceptar y a quien somos capaces de sacrificar para no invalidar nuestras vidas.

Con su propuesta Fyzal Boulifa nos habla de la inmadurez, la maternidad, la presión del grupo, la necesidad de sentirse valorado, querido, valioso, y todo lo que puedes poner en juego para conseguirlo.

The Audition se presentó a concurso en Sección Oficial, en la 67 edición de cine de San Sebastián. La película dirigida por la directora Inna Weisse, parte de una audición de un joven, Alexandre, a la que la protagonista, Anna Bronsky, notablemente interpretada por Nina Hoss, que se hizo con la Concha de Plata como mejor actriz, toma como discípulo, para adentrarse en la rigidez, la presión y el sacrificio que requiere el mundo de la música.

La obsesiva dedicación de la profesora a su alumno, supondrá un enfrentamiento con su propia familia y una intronspección personal, un cuestionarse su trayectoria, y enfrentarse a su propia frustración como artista. La cámara se posa en la protagonista, y el universo circundante, que avanza en un viaje inquietante desde la normalidad, a un comportamiento rígido y obsesivo, que deja entrever algo oscuro, que nos recuerda la cámara de Haneke.

Hay mucho trasfondo detrás de la aparente armonía familiar, una tensión con su padre, un bloqueo en su relación personal, una incapacidad para comunicarse de forma emocional con su hijo, una dificulta para gestionar su propio fracaso como artista… La música es una vía para explorar las ansias de perfección, la rigidez, la rivalidad, la exigencia.

Resulta interesante e inquietante la aproximación de Nina Hoss, pero se intuye más que se comprende. Pese a que se vislumbra ciertas heridas, que nos acercan a esa personalidad obsesiva, no acabamos de ver el trasfondo de los personajes, que transmiten inquietud, un lado oculto, que no acaba de revelarse.

La brasileña 'Pacificado', segundo largometraje de Paxton Winters, logró hacerse con la Concha de Oro, en la 67 edición del Festival de Cine de San Sebastían. Al máximo galardón se suman, el Premio del Jurado a la mejor fotografía para Laura Merians y la Concha de Plata como mejor actor, para Bukassa Kabengele.

La propuesta, producida por Darren Aronogsky, supone una nueva incursión en la comunidad de las favelas, con el trasfondo de la aparente tregua pactada durante los juegos olímpicos de Río.

El director se vale de la inocente mirada de Tati, una adolescente de 13 años y de la relación que se establece con Jaca, antiguo líder de la favela, magníficamente interpretado por Bukassa Kabengele, para aproximarnos un universo muchas veces narrado, el entorno marginal, la pobreza, la violencia y las férreas leyes de la favela, aunque se abre una compuerta pequeña, donde transita el amor, el sentido de comunidad y la integridad como medio para buscar nuevas opciones que permitan sobrevivir a ese entorno.

Próxima, la propuesta de Alice Winocour, se hizo con el Premio Especial del Jurado en la 67 edición de cine de San Sebastián.

El film nos aproxima a la vida de una astronauta francesa, en una conmovedora interpretación de Eva Green, que bien podría haber logrado la disputada Concha de Planta a la mejor actriz.

La cámara nos abre una ventana a los últimos momentos de preparación antes del viaje espacial, constatando el sacrificio y esfuerzo que supone esta profesión. Pero además su mirada resulta singular al aproximarnos al dilema de compaginar su vocación, sus aspiraciones, su sueño, ser elegida para asistir a una misión espacial en Marte, con el rol de contener y gestionar la ansiedad emocional que supone separarse de su hija de 7 años.

La película supone un homenaje al amor materno filial. Su escisión, su alegórica separación terreno-espacial ilustra el de muchas mujeres que se enfrentan a la difícil tarea de compaginar sus sueños, sus retos profesionales, con la entrega y el sacrificio preciso para el tiempo de crianza.

Es una mirada emotiva, cercana, desde un contexto peculiar, que amplifica el mensaje.

Aitor Arregi, Jose Mari Goenaga y Jon Garaño presentan en la 67 edición de cine de San Sebastián, su tercer largometraje, La Trinchera Infinita, tras las aclamadas, Loreak y Handía. Su nueva propuesta, supone un cambio de escenario, desde la zona de confort de su paisaje natal hacia el universo andaluz. Su creación se hace con la Concha de Plata a la mejor dirección, el premio Fipresci de la crítica internacional y el Feroz. El guionista José Mari Goenaga, suma, además el Premio del Jurado al mejor guión.

La trinchera Infinita nos propone un viaje interior, enclavado en las cuatro paredes de una casa, en un pequeño pueblo andaluz, en los primeros compases de la guerra civil. Antonio de la Torre interpreta a Higinio, concejal republicano, que decide esconderse, mientras dure el peligro, en un agujero de su casa, con la complicidad de su mujer, una magnífica Belén Cuesta, que dota al personaje de fortaleza y humanidad.

En el viaje que nos proponen Aitor Arregi, Jose Mari Goenaga y Jon Garaño acompañamos a Higinio, cámara en mano, en sus primeros intentos de libertad, en su confusión, su angustia, compartimos sus compases acelerados al sentirse acorralado, sus esfuerzos de huida, sus reticencias a esconderse, sus intentos por escapar. Después con más calma, con más profundidad, desde el interior, transitamos por la frustración, la resignación, y la humillación por verse embargado por el miedo.

La aproximación sobre la guerra civil de los directores vascos logra que el espectador comparta 33 años de encierro, de asfixia, y se penetre en el miedo, en la incertidumbre, en la incomprensión, en el odio, pero también en el amor y en la lucha por sostener la vida.

Emotiva propuesta, una historia para ser contada y un verdadero viaje emocional, desde el miedo a la esperanza.