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Argentina Argentina · santa fe
Críticas de rouse cairos
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Críticas 296
Críticas ordenadas por utilidad
7
8 de julio de 2010
47 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia personal del dramaturgo escocés Sir James Barrie, autor de Peter Pan, dista de su obra infantil como el país de Nunca Jamás del planeta Tierra. Es que en la vida del autor de la maravillosa fábula se esconden datos de oscuras desdichas. Aunque esto apenas aparece sugerido en la película dirigida por Marc Foster, actualmente considerado uno de los mejores directores jóvenes de Hollywood.
El realizador, revisó cuidadosamente los datos biográficos y cruzó información con varios historiadores y descendientes para descartar los rumores de pedofilia, que como a Lewis Caroll, rodearon al autor por habladurías de su época que asociaron su desdicha matrimonial (las fuentes afirman que la relación con su esposa Mary Ansell nunca se consumó) y su apego a los niños Llewelyn-Davies, de quienes se hizo cargo cuando éstos quedaron huérfanos.
El filme solamente narra un período en la vida de Barrie, todo el proceso de inspiración para crear el inmortalizado clásico de la literatura infantil.
James Matthew Barrie escribió la obra basándose particularmente en uno de esos hermanitos, de nombre Peter, el más sensible y el más rebelde.
El filme comienza en 1903, en medio de un estreno teatral que no entusiasma al público, es decir en un momento de baja inspiración para el escritor y con una situación personal de enorme soledad.

Sin restarle méritos a la correcta ambientación histórica, particularmente en la recreación del teatro de época, la originaria pieza teatral cargada de indios, piratas, niños perdidos en un lugar mágico y simbólico llamado el País de Nunca Jamás, parece mucho más vetusta en su versión de principios de siglo que en la encantadora transposición de los estudios Disney en la década del cincuenta.

Distante de su natural instintividad, un Johnny Depp con acento británico compone con versatilidad un personaje introvertido, aislado del mundo adulto a través de la imaginación, a la que propone como un antídoto. Particularmente se remarca su asexualidad, algo confirmado
por quienes conocieron al dramaturgo, al que describen como un hombre "al que no le gustaba tocar ni ser tocado por otras personas". Foster también traslada esta ambigüedad a la representación teatral, donde Peter Pan está representado por una niña casi adolescente. La misteriosa y oscura vida de Barrie es enfocada con mirada respetuosa y prudente, sin desbordes emotivos, poniendo el acento en el rescate de la fantasía, tratando de evitar el melodrama y los sentimentalismos, para situarse en una línea desde la que se exige interpretaciones simples, emoción contenida y delicada simpleza en cuanto al estilo visual y los momentos en que irrumpe la fantasía. Al respecto el filme se permite solamente contados y dosificados efectos, como la sugerente escena de las puertas que separan los cuartos matrimoniales y por donde el protagonista accede a su propio mundo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
rouse cairos
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9
30 de agosto de 2009
49 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tan complejo como cualquier material que se compone con la sustancia de los símbolos, una forma posible de abordar este maravilloso relato cinematográfico, consiste en seguir el periplo de la jovencísima protagonista, aún sin precisar dónde termina lo real y comienza lo soñado o imaginado. Así, a un pueblito medieval rodeado de un bosque, arriban un mismo día una legión de cómicos ambulantes y una procesión religiosa. Valeria es una doncella, en el cambiante pasaje de la niñez a la adolescencia. Vive con su abuela, nunca ha conocido a sus padres y sólo ha tenido vagas referencias de ellos. En sus momentos de ensueño invoca el amor
idealizado de Olrico, un joven misterioso que roba sus aros con forma de pendientes, emblema de sensualidad que su abuela le impide usar, alegando que no tiene la edad suficiente.
Valeria reza y teme, de acuerdo con un mundo de prohibiciones y misterios impuestos por su educación, pero también observa curiosamente al mundo que la rodea. Sueña, imagina y fundamentalmente desea. Los exteriores conforman un espacio edénico y silvestre, alejado del mundo urbano. Una naturaleza poblada de seres reales e irreales, donde la mirada de la joven descubre la vitalidad erótica de las robustas mujeres que lavan la ropa en el río y de un leñador-fauno que las corteja. Ella a su vez es hostigada por vampiros, hurones y misioneros lujuriosos, de los que suele rescatarla el personaje de Olrico que a veces llega hasta ella deslizándose por techos de cristal o enviándole cartas de amor con pájaros mensajeros. Luego de una serie de revelaciones, peligros y resurrecciones, Valeria abandonará su blanco cuarto adolescente para acostarse a dormir gozosamente en una gigante cuna, también blanca pero enclavada en el medio del bosque, mientras los personajes exteriores parecen arrullarla tanto como la envolvente canción de cuna de la banda sonora. Una gran alegoría que dibuja una gran pintura de sus cambios físicos y espirituales, ya que, más allá de su "formato", esta encantadora obra del realizador checo Jaromil Jires es básicamente un relato sobre el despertar a la vida de una adolescente, narrado como una alegoría embriagadora de belleza y ambigüedad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
rouse cairos
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6
25 de agosto de 2009
56 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título original de esta película es "My sister's keeper" que podría traducirse como "mi hermana donante". Un tema nuevo para el presente de la ciencia, la jurisprudencia, la ética... Y mucho más para el cine: el de la gestación de hijos programados para salvar a otros.
Una familia de padres jóvenes, con dos hijos y un buen pasar económico, descubre de pronto que la niña de solo tres años tiene leucemia. Y esto les cambia la vida. En la lucha ininterrumpida por salvar a esta hija, los padres gestan una hermana (bebés diseñados, así los llama la ciencia). Esta menor de nacimiento programado para paliar las carencias del organismo enfermo de su hermana mayor, es sometida desde muy pequeña a manipulaciones físicas (se dispone de su sangre y células).

Pero al llegar a los trece años y la posibilidad de un trasplante de pulmón, la menor plantea legalmente el derecho a disponer de su propio cuerpo.
El mérito del director es tratar con sensibilidad y delicadeza temas tan complejos sin desplegar una tragedia sino conformando un melodrama bien hecho, con una atractiva banda sonora omnipresente que funciona como contrapunto a la densidad del tema. El dilema central se rodea de otros secundarios, la trama da lugar a un romance adolescente conmovedor, consustanciado con la urgencia de vivir intensamente y aprovechar hasta el último segundo en cosas agradables, eligiendo sonrisas en vez de lágrimas.

La película está formalmente correcta y tiene actuaciones relevantes, camina siempre al borde de lo lacrimoso sin caer en excesos (salvo en lo musical donde se extraña un poco de silencio en el sentido bressoniano) y aunque inevitablemente flaquea un tanto en el final, tiene el valor de incorporar al cine un tema nuevo, polémico y difícil, que nos enseña y humaniza, interrogando sobre los límites de las manipulaciones puramente científicas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
rouse cairos
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8
11 de abril de 2008
47 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Angel-A es una extraña e intimista comedia a la que le caben tanto el adjetivo de romántica como surrealista; con ella, el cineasta francés Luc Besson ha declarado que se despide del cine de autor.
El destacado realizador se ha caracterizado por su mirada indagadora de la interioridad de personajes solitarios y desventurados, en un mundo que no parece trazado a su medida y del cual buscan una vía de escape. Con "Angel-A", Besson parece poner fin a esa etapa que ha ofrecido grandes momentos. Lo hace, combinando una deliciosa y muy simple historia que reúne a una pareja-despareja: la altísima modelo danesa Rie Rasmussen (descubierta por Brian De Palma) y el bajísimo actor de origen magrebí, Jamel Debbouze (conocido por su participación en Amélie).
La mujer es el insólito "ángel" del título y él, un estafador de poca monta que, apremiado por deudas non santas, huye de unos temibles hampones. Ambos convergen en el marginal espacio de los aspirantes a suicidas, en este caso, el borde de un puente sobre el río Sena, donde se descubren en la misma desesperada actitud. Cuando ella se lanza al agua, él se olvida de sus propios problemas para rescatarla. Desde ese momento no se apartarán uno del otro y sus vidas cambiarán rotundamente.

Lo que sigue, es un juego de paralelismos y contrastes, donde comprobaremos cómo el ángel no es tan perfecto ni el reo tan irredimible, mientras Besson intenta combinar lo mejor de sí, quedando finalmente una obra con momentos de buen cine, subrayados por una comicidad de amplio espectro, que va desde las más poéticas sutilezas hasta bordear la desmesura del grotesco.

El bajo perfil parece acompañar a esta encantadora película que fue estrenada con visible demora en nuestro país, donde las críticas no han sido benévolas ni el público la ha bendecido desde el punto de vista taquillero.
Algunos han visto torpeza en los pasos de comedia, o no perdonan que su relato vaya desde lo naif a lo sentimental, acercándose desprejuiciadamente a una óptica new-age.

Pero el punto que nadie ha podido rebatirle es su maravillosa estética que sostiene los momentos de infrecuente lirismo.
Besson realiza un cuento moderno en el París actual, en espléndido blanco y negro, que intencionalmente evita los contrastes dramáticos y sobreabunda en la tonalidad de grises, más afines con el tono de comedia.
Básicamente, la intención de Besson parece haber sido la de sentirse libre en un medio con tantas presiones comerciales como el cine de nuestros días, construyendo con reducido presupuesto un guión en el que pueden leerse una suerte de citas-homenaje a realizadores como Frank Capra ("Qué bello es vivir"), Wim Wenders ("Las alas del deseo") y Robert Altman ("El volar es para los pájaros").

Apuntalada con pequeñas grandes virtudes, a veces infantil y otras grotesca, siempre visualmente sobresaliente, "Angel-A" fascina con su fotografía y su particular banda sonora.
rouse cairos
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9
2 de octubre de 2009
44 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
El exquisito director chino Zhang Yimou logra superar ampliamente el riesgo de quedar atrapado en la prisión de los géneros, en esta particular incursión por el cine de artes marciales clásico. Un primer intento (muy inferior) de incorporar una estética y una historia refinada a este formato popular del cine asiático fue "El tigre y el dragón" de Ang Lee, que repercutió con éxito en occidente, donde se introdujo apadrinado por Tarantino y sus controvertidas versiones de Kill Bill.

En "La casa de las dagas voladoras" el realizador chino construye un formato que busca ser el soporte de un sentido consistente, mucho más allá de la simple aventura y el entretenimiento. Como un poeta que desafía el rigor de los moldes al escribir un buen soneto, Yimou demuestra que la prisión de la forma no limita el lirismo ni la tragedia de una historia.

La película está ambientada en la alta Edad Media, durante la corrupta dinastía Tang. Dos agentes del Imperio tienen la misión de encontrar y arrestar al nuevo líder de la Casa de las Dagas Voladoras, una sociedad clandestina con ideales revolucionarios. La pista es una joven bailarina ciega de belleza deslumbrante y habilidades especiales que trabaja en un prostíbulo.

Esta es la base de una tragedia amorosa con fondo político y grandes escenas de acción, con una particularidad: está sembrada de pistas falsas. Las identidades se caen como ropajes que dejan ver otra máscara.
Los conflictos humanos de estatura trágica y la enorme poesía en la composición de cada plano, sustentan que no existe en Yimou un pasaje arbitrario del cine-arte al cine de género. El director -aún en la desmesura- abruma sin agotar, desplegando una artillería de batallas de un solo individuo contra un ejército, pero donde lo realmente importante es el conflicto humano de las grandes pasiones del hombre que se debate entre el amor y el deber.
rouse cairos
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