No siendo muy fiel a la realidad (es interante jugar a averiguar las licencias tomadas en la peli ya que se comporta como el título, imitando los hechos) se le perdona porque ciertamente es muy entretenida y da a conocer el trabajo de un pionero de la talla de Alan Turing.

Teniendo en cuenta los habituales excesos y giros absurdos de Alex de la Iglesia, me gustó todo en esta peli excepto la interpretación del jefe de Guillermo Toledo (grande en su papel, por cierto). Pero, lamentablemente no está acertado aquí Luis Varela (sigo en el spoiler).

Telefilm deslabazado con una historia paralela totalmente prescindible que ocupa la mitad del metraje bajo la apariencia de una crítica a la farándula del cine pero metida a calzador. El mayor interés de la cinta reside en ver los inicios de Michelle.

El director nace en Argentina pero el tono taurino (o antitaurino más bien) nos plantea una crítica asimilable a tópicos españoles que se desarrolla desde una perspectiva bizarra dirigida con inteligencia y maestría. Humor negro, negrísimo, y denuncia con saña a ciertos personajes o comportamientos reconocibles y exagerados.

Una especie de precuela de los futuros "Relatos salvajes" que también vendrían de allá para quedarse al estilo Tarantino, despiadado y socarrón pero de indudable calidad.

Tal vez necesaria en su momento histórico, no es una buena película que resista el paso del tiempo. Vale que intenta ser formativa, incluso con dibujos animados, pero nunca daría para un Óscar ni siquiera en su momento, aunque es de suponer el revuelo que pudo haber organizado en las salas de cine.