Y la de vueltas que dio esta frase y es que en este film hay un batiburrillo de diálogos en su mayoría sin sentido y que chirrían con bastante frecuencia, esto al parecer encandila a sus devotos, que en verdad son legión. Cierto que “pulp” hace referencia al género de novelas baratas, vulgares de ínfima calidad, vamos de usar y tirar y puede venir a cuento con estas tres historietas, pero luego ves que es lo mismo en todos sus films, es su sello con el que se siente muy a gusto.
El título PULP FICTION está realmente acorde con las historias que vamos a visionar en un orden aleatorio. Lo de entrelazarlas empezando por el final para después volver…. Eso no es de Tarantino ya estaba inventado y Quentin que ha chupado mucho cine, se mueve como pez en el agua y lo cierto es que le sale bien.
Han pasado los años desde este film y han venido otros de Tarantino, reconozco no perderme ninguno, pero con la excepción de “Django” ( ¡qué grande! Christoph Waltz), sigo sin encontrar la sintonía con este realizador devoto del gore, sexo vulgar y de la violencia física y verbal.
Pero si la encuentro en que siempre se rodea de un gran elenco y en las banda sonoras, donde demuestra tener un exquisito gusto y acierto en la selección del score y se nota que la elección es personal, yo coincido, diría que plenamente con sus gustos musicales y le agradezco que por ser tan devoto de las sintonías "spaghetti-western" del maestro Morricone, haya tenido mucho que ver en que le concedieran el reciente oscar a tan grandísimo compositor, a quien como yo admira y al que finalmente eligió para crear la banda sonora de su último film los “Odiosos ocho” harto ya de “robarle” sus viejos éxitos´. Oscar que hacía tiempo que lo venia pidiendo a gritos ¿hay alguien capaz de superar lo de la trilogía de Leone-Eastwood?.. Pero nunca es tarde y por lo menos no ha tenido que recogerlo su viuda.
Volviendo a Tarantino. guste más o guste menos, es sin dudar un entusiasta en lo que hace y salta a la vista que es un gran cinéfilo.
Bien, como podrán ver esa gran mayoría de sus seguidores (no me gusta nada decir fans) incluso los que no conectamos tan entusiásticamente con su cine, reconocemos que tiene talento y se mueve muy bien entre bastidores.
Finalmente y tomándole la palabra tras una entrevista sobre Pulp fiction, dijo: "Me gustaría que, si un millón de personas ven esta película, vean un millón de películas diferentes".
Pues bien la que yo he visto, está en mi modesta opinión, lejos de ser catalogada como una obra maestra.

Tornatore, el del Cinema Paradiso, rinde homenaje al musico que compuso esa bellísima banda sonora para un film de inolvidable recuerdo, para todos aquellos que amamos el cine y concretamente aquellas viejas salas, hoy convertidas en bancos o bingos, en las que pasamos buena parte de nuestra infancia.
"Ennio, el maestro" es un documental largo, que no cansa en absoluto, donde famosos directores, cantantes y compositores, recuerdan anécdotas de él y se repasa su extensa discografía, donde una vez más, me deslumbro y emociono con la " trilogía del dólar", aunque la mejor, la más próxima a la perfección, (creo muchos estaremos de acuerdo), la alcanzó con " Erase una vez en América".
La conexión con Sergio Leone, fue la más fuerte que tuvo con un director de cine, hasta tal punto, que los celos de Leone, impidieron que Morricone compusiera para Kubrick, la banda sonora de la "Naranja mecánica".
Morricone, además de un gran compositor y trompetista, estaba tocado de unos conocimientos y una facilidad para crear música, extraordinarios, capaz de convertir silbidos y sonidos guturales en obras de arte, no hay más que escuchar los westerns , en los que intervino. Por otro lado dotó de una inmensa originalidad, otras de sus obras como, por ejemplo, me viene el recuerdo del inicio de "Uccelacci ed Uccellini" (Passolini) donde la potente voz de Domenico Modugno nos va presentando a intérpretes y demás participantes, (si tenéis la oportunidad de visionarla, observareis, que original y divertida es esa canción de entrada, que compuso con bastante guasa.
Pasaría un buen rato, relatando las maravillas de este genio de la música del siglo XX , a quien podemos sin rubor alguno, encasillar con los mejores clásicos de la historia….
Aunque también cabe reseñar, que con una carrera tan dilatada, tuvo tiempo y ocasión de componer algún que otro fiasco, destinado generalmente a películas de baja categoría, lo que de ninguna manera, puede empañar ese maravilloso legado.
Morricone nos ha dejado hace poco, el culpable de buena parte de la banda sonora de mi vida.
Grazie mile maestro!!!

¿Absurda? ¡Siii!, como casi todas las películas de aventuras, pero entretenida de principio a fin y son dos horas y no los 90 minutos de rigor.
Planos de cámara bien trabajados en escenarios naturales del África subsahariana occidental, repito naturales,  la gran mezquita de Djenné en Mali, unas magnificas escenas de acción con lanchas supuestamente en el río Níger, sin olvidar el desierto del Sáhara y sus poblados de adobe, etc.
Buen reparto de extras que ya no se estila, pues resulta mas barato tirar de ordenador, se nota que hubo cierto presupuesto.
Si que el guion es simplón  y los actores protagonistas aun no se hallaban consolidados, pero McConaughey es ya hoy en día un reconocidísimo y merecido primer actor.
Lo resumo rápido, si obviamos ciertas exigencias como algunas chorraditas de guion, que también las tienen las de Indiana y Bond, disfrutaremos por otro lado, con una magnífica fotografía y banda sonora de Clint Mansell y en definitiva con una "peli" de aventuras a la vieja usanza, que si ustedes quieren se podrá catalogar de serie B, pero liderándola.
Yo es que me lo he pasado como si en un cine de doble sesión de mi infancia y como encima transcurre en espectaculares escenarios africanos, pues para que te pido más. Pero parta gustos…
Ideal para una sobremesa de fin de semana.

Me alegro mucho de que en el cine actual cada vez proliferen más los “biopics” de personajes ilustres en algún ámbito determinado de la vida, porque sin duda, te acercan mucho más a su lado más humano.
En esta ocasión me reencuentro con dos cómicos demasiado lejanos para mí, aunque si recuerde muy vagamente, algunos de sus “sketches” vistos en mi infancia, nunca he podido olvidar la tonadilla musical de sus entradas en escena, ¡memorable!
Nuestros personajes son tratados con enorme cariño y es imprescindible resaltar la magnífica caracterización e interpretación de los dos actores principales incluyendo también a sus esposas.
La película presenta más tintes de drama que de comedia, ya que ahonda mas bien en el declive de ambos y su resistencia a no desaparecer artísticamente.
¿Y la banda sonora? ¡Ay!!! la música siempre mi punto débil, pues Clint Mansell acierta con melodías suaves y a ratos tristes, como así lo requiere el film.
En resumen, una película bien realizada, que se ve con ternura y con nostalgia, porque de una u otra forma, somos muchos los que en alguna ocasión, habremos visto alguna de las performances de este simpático dúo que arrancó tantas sonrisas y carcajadas.
Eternos y ahora todavía más, gracias a este film, Laurel y Hardy, “el flaco y el gordo” porque ese sería el orden, aunque montando los dos por igual.

Que si, que el Oliver Twist de Dickens, es un drama y el niño de esta película me sobra por todos lados especialmente cuando canta (luego ya se vio que algún otro intento en Príncipe y Mendigo y después nada de nada, promesa fallida ) Pero... afortunadamente ahí estaban los Oliver Reed (Bill Sikes), Ron Moody (Fagin) y el impagable magistrado ebrio Hugh Griffith , el ritmo de la película es extraordinario así como las canciones y coreografia, me doy cuenta de que han pasado más de cuarenta años y a pesar de ser un niño cuando la vi, me causó honda impresión que no se ha diluido con el tiempo y posteriores visiones (creo que mas de diez) no me extraña que me sepa de memoria la tonadilla y letra de la mayoria de lasa canciones.
Es curioso que siendo admirador de Polanski, me defraudara la última versión de Oliver realizada pues prácticamente cuarenta años después, pinchó bastante con el elenco, especialmente con el personaje del malvado Bill Sikes (además quien olvida el papelón y ese careto que daba miedo de Oliver Reed ) En definitiva llego a la conclusión de que ninguna otra versión iguala y mucho menos supera a esta de 1968, ¡Dios santo! cuantos años y no ha envejecido nada. No me extenderé mas , si aun no la has visto y encima te ponen los musicales, a que estas esperando.