Que quede constancia que el cine español me repele. Soy incapaz de ver una película española de los últimos 35 años sin que me salgan sarpullidos. La única excepción es esta genialidad. Sencillamente es desternillante. Tiene escenas memorables como cuando los dos marcianos están jugando a las cartas y uno hace "full de chinos negritos", cuando la máquina del tiempo retrocede la historia cinco segundos, cuando el Padre Marciano pregunta a P. Tinto cuántos dioses hay.... En fin, recomendable, y para ver una y otra vez.

No sé cuántas veces ha podido repetirse en la película eso de "cómo molaaaa", entre el tarado humano que aparece en el hotel y los distintos monstruos. He visto esta parida con mi hija de 9 años y una sobrina de 8. A mí no me ha hecho nada, pero nada de gracia. Y a ellas menos que a mí. Merece la pena verla para poder decir que has sobrevivido a una de las peores películas infantiles de la historia. Una cretinada absoluta. No merece la pena ni hacer una crítica mala.

Pues eso, una comedia francesa simpática. La trama es graciosa: un desalmado que busca a un idiota para llevarlo a una cena junto a otros desalmados y otros idiotas y, lógicamente, reírse de los "tontos". Pues bien, este tonto se venga involuntariamente del malvado que pensaba reírse de él: le arruina el matrimonio, le mete en líos con Hacienda... un caos.

Los 30 segundos finales son sorprendentes, y desternillantes.

Muy recomendable.

La vi porque me la recomendó un amigo. La empecé a ver con ganas, y la primera media hora no está mal, pero cuando empieza la persecución se convierte en algo surrealista. Que no llamen a la policía es que es algo que no puede entender nadie. Y que ese carcamal del malísimo tenga esa fuerza sobrehumana cuando es un saco de huesos con barriga es algo totalmente increíble.

En fin, para no perder el tiempo no la veas. Me lo agradecerás.

La vi, animado por las críticas, pensando que era divertida comedia. Los diez primeros minutos eran prometedores, algo original, fresco...A partir de ahí se empieza a enquistar la cosa, y entre blasfemia y blasfemia (no es que me moleste, pero es que suena realmente mal) la película se convierte en un auténtico rollo pseudo filosófico.

Lo del dios psicópata haciendo putadas a la humanidad desde su ordenador podría parecer gracioso, pero degenera al poco rato en una auténtica parida.

Mala.