El bloque [Adult Swim] del canal TNT, es un espacio dedicado a la programación de variadas y curiosas series de animación: desde un slapstick retorcido y mordaz (Harvey Birdman, Attorney at Law), hasta una versión apocalíptica de Spinal Tab (Metalocalypse)
Las series de [Adult Swim] se caracterizan por su desfasado y cáustico sentido del humor, marcado a menudo por un lenguaje soez y provocativo, por la brevedad de los episodios (no más de 10 minutos), y por utilizar técnicas de animación cuanto menos curiosas, como Adobe Flash o mezclando personajes o escenarios reales con otros de animación.
Mi programa favorito es Robot Chicken, que utiliza la técnica stop-motion (aparentar el movimiento de un objeto mediante la sucesión de miles de fotogramas), con figuras de plastelina y muñecos tipo Barbie o los míticos G.I Joe.
La intro es un claro homenaje a la Naranja mecánica: un pollo resucitado y robotizado por un científico loco, es obligado a presenciar un divertido y cafre "zapping" delante de varios monitores de TV.
Robot Chicken se apoya en gags cachondos, surrealistas y corrosivos, que incluyen a un amplio espectro de personajes, tanto reales como ficticios: músicos, actores, juguetes (como Mr. Potato), personajes de dibujos y hasta de videojuegos.
Es una serie genial porque plasma de forma inteligente, y con un humor muy contemporáneo, la cultura pop americana: los nostálgicos de series como Mazinger Z o He-Man, harán las delicias con Robot Chicken.
A continuación, algunas apariciones estelares de personajes muy frikis:

Danny Boyle me parece un gran director, y pese a que haga películas tan dispares entre si como Trainspotting o The Beach, me gusta su estilo a la hora de filmar: imaginativo y dinámico. 28 días después está dirigida con habilidad y maestría, y la utilización de cámaras digitales añaden al film un aire documental bastante siniestro. Boyle ha sido capaz de reinventar este subgénero de terror y supervivencia tan machacado: ya no son zombies de movimientos plomizos sino infectados rabiosos que no dudan en marcarse un spring para destrozar cabezas. Estas características se han añadido a films posteriores como la nueva versión de El amanecer de los muertos o la reciente REC del español Jaume Balagueró. Además el origen del mal se encuentra en una infección vírica, por lo que el punto de partida de 28 días después resulta más o menos verosímil. Tiene una gran BSO y creo que está poco valorada.

Joe Dante se descubrió ante el público gracias a Rorger Corman y su estudio New World Pictures, que produjo este modesto film aprovechando el éxito de Tiburón, el clásico de Spielberg que había arrasado en todo el planeta tres años antes.
Unas pirañas mutantes se escapan de un centro de investigación secreto del gobierno y deciden sembrar el terror en una pequeña localidad ribereña, con especial entusiasmo si hay aglomeraciones turísticas.
La lógica invita a pensar en una película desastrosa y disparatada, pero el talento de Joe Dante y el ingenio del gran John Sayler hacen que Piraña sea un digno trabajo de serie B, una cinta plagada de guiños y homenajes al género, como esa máquina recreativa llamada "Jaws"
Joe Dante ama el cine y Spielberg no tardó mucho tiempo en darse cuenta de ello: en la década de los 80 terminó produciendo sus mejores películas.
Piraña es la semilla de todo aquel repertorio tan característico del director que enamoró tanto al público como a la crítica: diversión, locura, irreverencia y saludables dosis de humor negro.

Los años 80 fue una década genial para Almodóvar, y en mi opinión, ¿Qué hecho yo para merecer esto?, es la peli más redonda del director manchego: cruel, divertida, original y negrísima.
Con un gran guión, Almodóvar nos muestra la vida diaria de una ama de casa en un bloque de pisos del extrarradio de Madrid, y todo bajo una estética sórdida y pop, donde la brutalidad y la fantasía se mezclan con pasmosa naturalidad: Carmen Maura alias "duracell" (una de las actrices más brillantes que nos ha brindado el cine español), es la heroína del film, término que se puede asociar con los hábitos de vida de su hijo mayor. También hay que citar los problemas de esmalte del hijo pequeño, los trapicheos de su visionario marido taxista, o el colorido mosaico que forman los vecinos de la familia protagonista: una porn-star al más puro estilo de la Movida - gran Verónica Forqué - o una chica que, cansada de la actitud arisca de su madre, decide seguir los pasos de "Carrie", eso sí, de forma menos encarnizada que en el clásico de Brian de Palma. Tampoco hay que olvidarse de "Dinero", un lagarto (verde), como inusual mascota de la familia.
¿Qué hecho yo para merecer esto? es un film conmovedor e incorrecto, alabado por la crítica internacional. Además, Almodóvar cuenta con un reparto de lujo en una de las pelis españolas más lúcidas de los 80, un perverso y esperpéntico "13 Rue del Percebe".

Deadwood es una delicia con aroma de auténtico western, una obra maestra de la pequeña pantalla. Otro regalo más que nos brinda HBO. Sin embargo, esta productora dejó el trabajo por la mitad y la serie no culminó como debería hacerlo: por todo lo alto. Tres temporadas no son suficientes porque no cierran la trama, la dejan abierta para una cuarta e incluso una quinta temporada más. Hace ya unos años que David Milch, el creador de Deadwood, abandonó este proyecto por otro, que por cierto fracasó. Se habló de finalizar la serie en dos telefilms, hasta el momento no he oído absolutamente nada, y me parece que el final de esta magnífica serie acaba en la tercera temporada. Me entristece no poder disfrutar más de Al Swaerenger, y aún me cabrea más ver a Ian McShane desperdiciando su talento como segundón en insulsas películas de Hollywood trás el fin de Deadwood.
En fin... una obra maestra amputada.