Uno de los musicales más populares de los ochenta fue esta taquillera cinta rodada estilo videoclip de argumento básico y con una banda sonora que fue un éxito de ventas. Las marchosas canciones siguen conservando su fuerza y sirven de perfecto acompañamiento a los sensuales números de baile. Jennifer Beals alcanzó una fama fugaz cuando sus fans descubrieron decepcionados que no era ella quien realmente bailaba. En cualquier caso y reconociendo que no es una gran actriz en esta película está preciosa.

Ella y el atractivo Michael Nouri protagonizan una amable historia de amor en la que Beals lucha por su sueño de convertirse en bailarina profesional mientras se gana la vida de soldadora en Pittsburg. Aunque el argumento sea endeble y superficial y la estética parezca desfasada y hortera sigue conservando su magnetismo. Lo que más destaca es por supuesto su banda sonora, pero también tiene otros puntos de interés como la lucha por los sueños y esperanzas de unos jóvenes que no se resignan a la mediocridad.

Lo ha vuelto a conseguir. Tarantino ha vuelto a sorprenderme con su octava película precisamente repitiendo en un género en el que se le ve a gusto después del éxito de Django desencadenado. Cuando parece que la crítica se muestra divida ante el nuevo esfuerzo creativo del controvertido Quentin Trarantino, a mi personalmente me ha satisfecho y mucho. Se trata de una obra de marcado carácter teatral en el que varios personajes contrapuestos se ven encerrados por circunstancias del destino en un entorno aislado en el que se masca la tragedia. Recuerda también a las novelas de misterio de Agatha Christie y a su vez la historia está impregnada de un trasfondo racial que obsesiona a su director desde su anterior trabajo y que por sus posicionamientos políticos en defensa de los derechos de los negros parece que se toma realmente en serio.

La trama discurre lentamente y se toma su tiempo en ir adquiriendo forma, esto quizá pueda desesperar a los menos prevenidos, pero una vez dosificada la información con cuenta gotas, de pronto estalla la violencia salvaje propia de su autor que te deja en ascuas para volver al principio de la historia y contarte cómo empezó todo y después terminar de rematarlo con un final salvaje e imprevisible.

Los actores están de diez pero me quedo con Michael Madsen. Nadie mejor que Tarantino para sacarle partido a un tipo que parece acabado y fondón pero que en manos de este genial director se luce como nunca. Mención a parte para la olvida y querida Jennifer Jason Leigh que borda su trabajo como una ruda mujer de armas tomar y a la que su director ensucia, patea, golpea, dispara y así un largo etcétera. Tarantino no es sólo un experto en escribir buenos papeles que resucitan a viejas glorias sino que también descubre nuevos talentos como el de Walton Goggins o Channing Tatum.

Legendaria adaptación del famoso cuento de los hermanos Grimm que sigue conservando su fuerza a pesar de la revolución tecnológica que ha experimentado el cine de animación. Los cuentos de los susodichos hermanos siempre me parecieron muy crudos. El argumento de Blancanieves parece más bien el de una película de Sam Peckinpah. Una reina malvada y celosa ordena a un cazador que asesine a una joven con la que rivaliza en belleza y le traiga como prueba su corazón en una caja.

Los cuentos antiguos han quedado un tanto desfasados en algunos puntos. Por ejemplo en el tema de que la joven protagonista encuentre la felicidad casándose con un apuesto príncipe. Esta idea rechina bastante hoy en día. El matrimonio ya no es lo que era. Además actualmente las películas e historias infantiles son excesivamente ambiguas. Una ambigüedad que los niños no entienden y puede resultarles confusa. Ellos necesitan en todo momento saber quiénes son los malos y quiénes los buenos. No debe haber equidistancia ni matices, todo ese mundo de grises ya lo aprenderán de mayores. En cualquier caso en Blancanieves la moraleja reside en que el amor verdadero lo cura todo.

Ragtime cuenta las historias de varios personajes en el Nueva York de comienzos del siglo XX. La historia que más peso tiene es la que protagoniza Howard E. Rollins Jr. Un virtuoso pianista de raza negra que después de sufrir una afrenta por parte de unos bomberos irlandeses, decide defender su dignidad hasta el final. Primero de acuerdo con la ley, como ciudadano educado que es, pero al no conseguir nada pondrá en práctica métodos más expeditivos. Todo ello desencadenará un violento drama racial.

Ragtime es una de esas películas históricas que de la mano de Milos Forman se convierte en una obra interesante y llevadera a pesar de su extensa duración. Destacaría la ambientación, la banda sonora y un completo reparto de veteranos actores y jóvenes promesas entre los que destacan los debuts de Samuel L. Jackson y Jeff Daniels.

La película supone una denuncia contra el racismo y la hipocresía de las clases pudientes, quienes se muestran muy religiosas mientras no tengan que tomar partido en la defensa de las injusticias.

Fallida y cara producción de espada y brujería, género tan de moda en los primeros ochenta con películas como El dragón del lago de fuego, Dentro del laberinto, Cónan el bárbaro, Cristal oscuro o El señor de las bestias, entre otras, dirigida por el competente Ridley Scott que fracasó en taquilla por ser demasiado siniestra para el público infantil al que iba destinada. El guionista de El corazón del ángel escribe una historia aparentemente cándida pero el resultado es muy oscuro y tétrico a los ojos de un crío. Es el riesgo que se corre en este tipo de historias que si no tienes cuidado se te va de las manos y acaba siendo no apta para menores. Lo mismo le sucedió a Disney con la ya mencionada El dragón del lago de fuego.

A pesar de todo también tiene cosas positivas. Su generoso presupuesto permite contar con un equipo técnico de profesionales de primera y su gran trabajo se disfruta gratamente. La fotografía de Alex Thompson, que ya había dado muestras de su habilidad para crear atmósferas similares en Excálibur. La banda sonora del maestro Jerry Goldsmith y el tema central "Is your love strong enough?" de Bryan Ferry o los efectos especiales de maquillaje de Rob Bottin. Impresionantes las caracterizaciones de los personajes secundarios, especialmente la de Tim Curry. Por otra parte destacaría en el reparto la inocente belleza de Mia Sara y su posterior transformación, así como la digna interpretación de Tom Cruise antes de convertirse en estrella al año siguiente con Top Gun y cuya dentadura no estaba del todo arreglada.