Tras su al parecer exitosa (entiéndase por taquillera) "La proposición 2009", Sandra Bullock vuelve a descolgarse en la producción y papel protagónico con otra presunta comedia romántica cuyo único objetivo y sustento en su cara bonita.

Pues bien, a pesar de haber jugado las cartas de incluir en su reparto al ahora taquillero Bradley Cooper (ya saben, "Resacon en las Vegas 2009") y Thomas Haden Church (este hombre últimamente se engancha a cualquier cosa) y de haber incluido algún toque presuntamente existencialista, de sátira sobre los medios (cadena de noticias tipo CNN) y un vergonzoso toque "El gran carnaval 1951" (me pinchan y no sangro), adolece del más mínimo atractivo, es insoportablemente aburrida, interminable (95 minutos sin los también paupérrimos créditos finales) y con una trama carente de interés alguno.

Aunque no soy ningún fan de la Bullock de hoy en día (otra cosa es la sensual jovencita de "Fuego en el Amazonas 1993" o la aguerrida de "Speed 1994") ni de la comedia romántica firmada por Disney ("La proposición 2009"), a mi juicio ese es el único abrigo que pueden encontrar tan insípidas películas, ya que en esta que nos ocupa además de lo estúpido de la trama cuenta con una pobre y penosa producción (el diseño de los títulos de crédito da grima) y una actuación y personaje por parte de la ínclita, que en algunos momentos produce vergüenza ajena (cosa de la que se contagia todo, absolutamente todo, el reparto, véase Katy Mixon y DJ Qualls aparte de los anteriormente mencionados) y que supongo se ha realizado debido a que la muchacha no cuenta con un entorno medianamente critico que la haga ver lo errado del camino que está tomando su carrera.

Estamos ante la típica historia zombie hecha con 4 euros tan en boga en los últimos tiempos, que a diferencia de la inmensa mayoría de películas de similar factura y aunque ni mucho menos contenga hallazgo alguno en la trama, se deja echar un vistazo, en base a la novedad de ser una producción que viene de Nueva Zelanda (algo así como un a mezclilla de “28 días después” y “Zombies Party”con su guiño “Flight of the Conchords”), a un bonito Ford Cortina tuneado en el que se mueven los 3 supervivientes (4 cuando se suma la científica) algún que otro toque de comedia y un más o menos aceptable tramo final con los abiertos paisajes de Nueva Zelanda como escenario y hasta su poquito de tensión con una avioneta de por medio (y hasta su escena final en el mar).
En cuanto a trama, gore, zombies, actores y tal, a mi juicio son merecedoras por aquello de lo voluntarioso y de destacar (mas que nada por las particularidades anteriormente reseñadas) sobre la mayoría de infumables memeces perpetradas en nombre del tema zombie de todo un 4 de calificación, que es muchísimo más que el 1 con el que acostumbro a votar este tipo de producciones.

A partir de la historia de Andrea Chikatilo, el Carnicero de Rostov, se hizo una gran película como fue 'Ciudadano X', un truculento y trepidante libro que toma como eje esos sucesos, EL NIÑO 44 de Tom Rob Smith, de la cual parece ser que Ridley Scott está preparando la película y este bodrio que como película de parodias descerebradas podría tener su punto, pero como parece ser que este no es el caso y que este individuo ha perpetrado este truño con ínfulas de autor, queda un bodrio infumable, acojonante por lo risible la escena final del interrogatorio. Malcolm McDowell hace tiempo que toco fondo. Insisto, acojonante la composición del psicópata que se marca. ja,ja,ja, si al final me estoy dando cuenta que esta llena de virtudes.

No me cabe la menor duda de que esta película, está preñada de profundas metáforas y de segundas, y hasta puede que terceras lecturas, pero a mí en particular, que ni las he percibido, ni esfuerzo he hecho por ello, me parece un taimado y maniqueo producto, apoyado en la mayor o menor aptitud interpretativa de Dakota Fanning, con la ayuda de Robin Wright Penn, David Morse y Piper Laurie (tía, padre y abuela de la niña) y en el escándalo que estaban seguros se montaría con la famosa escena de la violación (ayudada por las declaraciones de la, al parecer, descerebrada madre de la Fanning, declarando que “todo sea por el Oscar”, o algo así). Como la niña no es Jodie Foster, el guion se limita a hacer correr la historia a trancas y barrancas y la realización de la novel Deborah Kampmeier no destaca por su virtuosismo precisamente, (quiere pero no puede sacar partido de la atmosfera sureña de la década de los 50), el resultado final es un film aburrido y frio, (pese a lo candente del tema), con el único aliciente de la gracia de la niña cantando por Elvis Presley, alguna escena de Piper Laurie en la con sus sentencias recuerda a la madre de Carrie, y los vecinos negros blueseros.
De lo que si estoy seguro es que algún alma mucho más sensible y cultivada que la mía, entenderá el mensaje y disfrutara de ella. Pues eso….

Independientemente de los valores cinematográficos que parece ser tiene esta película, que vi cuando era un tierno infante, y que seguramente a causa de mi falta absoluta de criterio me pareció una cosa aburrida y muy alejada del tipo de cine que degustaba por aquel entonces y que tampoco se aleja tanto de mis gustos actuales, la causa del tremendo éxito que tuvo en su estreno en España en las salas de arte y ensayo no era otra que la aparición en pantalla grande de desnudos femeninos por primera vez al alcance del españolito de la época.
Ni recuerdo la trama, puesto que ni me importaba ni la he vuelto a ver (cosa que me dispongo a hacer de inmediato), ni la cantidad y calidad de los desnudos, pero lo que sí recuerdo es la constante peregrinación de los salidos y reprimidos chavales de la época a alegrarnos la gris (en cuanto a educación sexual) época y el revuelo que formó.