Personajes unidimensionales, diálogos olvidables, no he hallado nada sorprendente ni emocionante. Aburrimiento extremo y ausencia total de sentido e interés es lo que he sentido durante el visualizado.

A pesar de su buen plantel lo que (y sobre todo el como) cuenta no consigue interesarme especialmente. A eso habria que sumarle que el visionado resulta molesto por la incesante sucesión de ruidos estridentes que pobla el extensísimo metraje. Que la cámara de Darabont tenga predilección por los movimientos epilépticos tampoco ayuda. Si nos ceñimos al argumento lo podríamos resumir como acumulación de escenas chorras más propias de un circo que de una cárcel. El tono que se le aplica a la narración es de intrascendecia, sin profundizar en los personajes. Por el contrario, la película prefiere centrarse en incorporar detalles de humor infantil que restan seriedad a una premisa que involucra a personas a punto de ser ajusticiada.

No me acuerdo muy bien de 'La venganza de Pinocho' (1996) pero al ver el cartel y la sinopsis supe que iba a encontrer cierto parecido. Si aquella era horrible esta es tanto o igual de mala. Basicamente porque es aburrida. Si hay alguna escena que pueda tener su aquel, -la fotografía de exteriores es muy buena-, el montante final es literalmente odioso porque el guión se limita a reproducir la tara del protagonista sin otro aliciente. Lo peor es que se ve que hay un esforzado trabajo actoral detrás, pero que está sometido al servicio de la nada.

Veo muchos elogios entre las críticas, si emocionante, si conmovedora... incluso algunos se tiran al carro y añaden también que es entretenida. A mí me ha resultado más pesada aún que su protagonista.

Son tres de película para un planteamiento que, siendo sinceros, no ofrece un abanico de posibilidades muy amplio. Mientras que la estaba viendo, no me lograba transmitir la ansiedad, la desesperación, la agonía, el sufrimiento del protagonista. O mejor dicho no del modo que me habría gustado.

Hasta para una premisa tan limitada, el relato que la expone es sumamente plano y superficial, que lo único que hace es idiotizar de manera extrema al personaje a base de circunstancias cotidianas a las que se les da un enfoque lo más banal posible. Eso supuestamente se corresponde con seriedad y tragedia, el ver como un tío al que le procuran pintar de la manera más idiota posible se corta todo el rato, emite chillidos y decora pelotas a las que convierte en 'sus amigos'.

Pero no son tanto la proliferación de esos detalles, sino el enfoque que se les da. Yo aquí no veo por ninguna parte un drama desolador (que es lo que por lo visto pretende ser la película), sino una sucesión de ¿gags? de extraño gusto que no te puedes tomar ni en serio ni en broma, puesto que sabes que no se trata de una comedia, pero tampoco transmite un solo ápice de seriedad.

Está claro que si se hubiera construído un relato introspectivo, logrando hacer un atractivo cuadro del 'vació', de 'la nada', el concepto de película comercial que se traían entre manos los productores ejecutivos se iría al traste. Y eso es inadmisible; pues el dinero ostenta el estatus de favoritismo.

Porque vamos, menudo tostón. Pero una cosa aburridísima, es que no os lo podéis ni imaginar.

Para empezar los tripulantes son demasiado gilipollas para ser científicos.

Ven que esa mierda escupe ácido que corroe metales y van con una red a cazarlo... y cuando el que va persiguiendo al gatito que por aquel entonces se creía que era alien... se queda parado haciendo 'miau miau' como si nada, cuando hay algo que devora entrañas suelto por la nave... en fin. Ademas como ya digo el ritmo es lentísimo.