Sentí curiosidad por ver esta película tras descubrir que "El fin del romance" (Neil Jordan; 1999) era un remake de la misma. Y me decidí a verla cuando en el reparto vi el nombre de esa pedazo de actriz: Deborah Kerr. Lo cierto es que se agradece su presencia, esta película no sería lo mismo sin ella; es más: sería aburrida.

"Vivir un gran amor" es mucho más lenta que el ya nombrado "El fin del romance", y menos romántica también, al menos desde mi punto de vista. Donde encuentro el fallo es, tal vez, en el protagonista principal, y no me refiero al personaje de Maurice, sino al intérprete: Van Johnson. Nada que ver con Ralph Fiennes, que hace que te enamores de él de verdad. Aquí el amante me resulta sumamente tonto, no sabría decir por qué... ¡Ni siquiera parece celoso!
Pero, dejando a un lado esa pequeña parte negativa, llegamos a la parte buena que, como he dicho al principio, es Deborah Kerr. Se come la pantalla, hablando claro. Era una preciosidad de mujer pero, ante todo, una gran actriz.

Me quedo con mi frase favorita del remake, también dicha por Sarah en esta primera versión (en español cambia la traducción de una película a otra): "Nuestro amor no terminará aunque no nos veamos nunca" ("Love doesn't end just because we don't see each other").

Psicosis es todo un clásico del maestro Alfred Hitchcock que me arrepiento de no haber visto antes. Te mantiene intrigado durante casi toda la película (hay algunas escenas del principio que podrían haberse suprimido, aunque tampoco se hacen pesadas).
Personalmente, la protagonista (Janet Leigh) me ponía de los nervios .... ¿Por qué no disimulaba un poco mejor? Es en ese momento cuando te dan ganas de gritarle a la pantalla lo que debería hacer, aunque sabes que no te está escuchando. La que más me gustó fue Vera Miles como la hermana; lástima que saliese tan poco.
La conocidísima escena de la ducha me sorprendió: Hitchcock es capaz de que no se vea nada del cuerpo de la mujer en toda la escena, cosa que no saben hacer ahora.

Muy buena película ... no esperaba menos de Hitchcock :)

En cuanto leí el agumento y vi el reparto supe enseguida que esta pelí­cula me iba a gustar, y no me equivoqué. Julianne Moore está más que correcta, y Ralph Fiennes (a quien solo habí­a visto en Harry Potter) más de lo mismo. La historia es muy interesante y emotiva, aunque quizás deberían haber suprimido algunos desnudos de ella, pues son totalmente innecesarios. Por lo demás todo bien, la B.S.O es increíble (adoro a Michael Nyman, su música me pone los pelos de punta), realmente buena.

Ahora le doy un 7 ... Aunque creo que si la vuelvo a ver en condiciones (mi televisión tenía interferencias aquel día) mi nota subirá al menos un punto :)

Acabo de leer las pocas críticas que hay (al menos por el momento) y, aunque sé que no debería, debo comentar algo: decir que Meryl Streep no convence en el papel principal es no tener ni un mínimo de criterio, y de gusto ya ni hablemos.
Lo mejor es eso de "le falta emoción, humanidad...". Es precisamente Meryl quien le da emoción a absolutamente TODA la película; son esos momentos en los que vemos a una anciana Tatcher cuando se deja ver la humanidad del personaje (ya si esto se ajusta o no con la realidad... eso es un tema aparte).
¿Que Margaret Tatcher en realidad fue mucho más interesante y "compleja"? Desde luego, interesante sí que fue, nos gusten o no sus ideas... Y creo que eso la señora Streep lo deja bastante claro con su interpretación. ¿Que la faltó más "mala leche", como he leído por ahí? Completamente de acuerdo.

Sinceramente, opino que han acertado en no centrarse única y exclusivamente en el tema político. Lo cierto es que las secuencias de Maggie Tatcher de anciana son todo un acierto (aunque ahí hay más de la persona que es Meryl Streep que de la ex Primera Ministra); eso, intercalado con los flashbacks, es lo que hizo que la película no resultase pesada y aburrida.

Le doy un 8'5 a la película. Un 10 a Meryl Streep (SIEMPRE un 10 para este pedazo de actriz; es algo indiscutible, por favor).

(en V.O. es todavía más espectacular)

De modo que Catherine Hardwicke hizo una película decente antes de la "maravillosa" Crepúsculo... ¡Vaya! Y lo que más me alucina es que más que decente me ha parecido bastante buena, por lo menos en cuanto a argumento e interpretaciones se refiere. Pero la dirección... es mala, maaaaala, malísima. Me pasó con Crepúsculo y me ha vuelto a pasar en esta: con tanto movimiento de cámara me ha entrado un mareo... vamos, que me ha dejado con ganas de vomitar. Lo cual es una lástima, porque ganaría mucho con una dirección mejor.
Pero bueno, lo que no tiene de buena directora Catherine Hardwicke lo ha tenido de buena guionista (junto con Nikki Reed).

En cuanto a la protagonista, Evan Rachel Wood... Tenía ganas de ver algo de esta actriz (sólo la había visto en "Prácticamente Magia" haciendo de hija de Sandra Bullock), y no me ha decepcionado en absoluto, de hecho, me ha dejado con ganas de ver más de ella.
En cuanto a Nikki Reed, me ha gustado verla en otro papel que no fuese el de Rosalie Cullen (personaje que, para colmo, no le pega ni con cola); hace una interpretación infinitamente mejor aquí.
Pero, a quien de verdad hay que aplaudir es a Holly Hunter, una pedazo de actriz de los pies a la cabeza. No es el papel de su vida, pero no podemos negar que es casi lo mejor de la película (como tampoco podemos negar que sale bastante guapa; aunque pocas veces se ve de otra manera a esta mujer).
Pobre madre, lo que tiene que aguantar... Y es que en Thirteen, cada vez que la rebelde Tracy (Evan R. W.) trata mal a su madre, Melanie, te entran ganas de abofetearla. ¿Cómo una persona puede cambiar tanto en cuestión de cuatro meses?

Personalmente, me imaginaba lo que ocurriría al final... Aunque, aún así, me ha gustado. Merece la pena.