Primero explicar que yo, como la protagonista, me encuentro en esa disyuntiva. Dudo si sólo realizar una crítica objetiva de esta bella película o, como me pide el cuerpo, criticar a los que aquí exponen su desacuerdo basado en su propia ignorancia. No pasa nada porque no nos guste una película… no conectamos con los personajes, la puesta en escena nos parece lenta, etc. Pero una cosa es esto y otra cosa es criticarla por su falta de sensibilidad cuando a lo mejor somos nosotros los que no la tenemos para entenderla. En este mundo en el que vivimos, en el que parece que todo se cuenta en 140 caracteres, estamos perdiendo la capacidad de profundizar en las cosas. Y entonces nos volvemos superficiales, no entendemos lo que no nos explican de forma “fácil”. El mundo ya no se entiende sin palomitas…
Nos sentamos en un cine y pretendemos comparar una película basada en una novela de mitad del siglo pasado con el guión de cualquier comedia o drama romántico facilón escrito en la actualidad. Aunque parezca mentira, a nuestra protagonista se la podría considerar una adelantada a su tiempo, una mujer fuerte que afronta sus conflictos y debilidades de manera directa, que se enfrenta a la vida y a la sociedad de frente. Es un homenaje a los dramas del cine clásico, a “Breve encuentro”, al Lean de “Pasaje a la India”… por eso parece distante cuando es minuciosa, preciosista, para no alterar ese reflejo del pasado. Cuento detalles en “spoiler”

Aparentemente trata sobre el secuestro de una niña, Bunny Lake. Pero sólo aparentemente, porque llegará un momento en que el espectador acabará dudando de todo y de todos.
Es este uno de los mayores atractivos de esta cinta del gran Otto Preminger. Eso y cómo lo despliega el director... desde el ambiente de ese Londrés en blanco y negro, con esos dos frenéticos hermanos protagonistas, acompañados del sosegado y enorme Laurence Olivier.
Mantiene totalmente la intriga desde el principio, si bien el acelerado y psicodélico final creo que no está a la altura del ritmo conseguido durante la primera parte del metraje.
La calificación está entre Buena e Interesante, pero por ser Preminger le daremos de las dos la nota más alta.

Primera introducción de Campanella en el mundo de la animación. Es curioso que, cuando lo fuerte en sus películas suele ser el guión, en esta ocasión lo mejor sea la animación en si... Perfectos en su diseño los muñecos del futbolín. Pero el guión está resuelto de manera absolutamente infantil, lo que hace que los adultos la veamos cómo una sucesión de momentitos para que disfruten los chavales...
Una pena... mejor que Campanella se dedique a lo que sabe hacer bien, dirigir bien a sus actores en buenas tramas.

Reconozco que hasta ver esta película sólo había visto una de este director, “Moonrise Kingdom”, que no me gustó demasiado. Como comprenderéis no me hizo mucha ilusión ver que estrenaban lo último que había realizado, pero al leer las críticas tan positivas me obligue a darle otra oportunidad (máxime cuando es amigo y admirado por uno de mis directores de culto, James Gray)
Los primeros minutos temí que iba a ser muy similar a la anterior, lo que me hizo pensar que la detestaría, pero luego fue mejorando hasta convertirse, por lo menos, en algo agradable de ver. Me ha quedado claro que Wes Anderson, como otros directores como Burton o Tarantino, sacrifican casi todo por conseguir que sus películas tengan su sello personal. En este caso, el cine de Anderson es desmedido, excéntrico, obsesionado por los detalles, y manierista hasta la médula. Estas características no resultan intrínsecamente negativas, si no fuera porque ese manierismo le lleva a olvidarse de lo que nos está contando en la preocupación de “cómo” contarlo, lo que hace que la historia se vea como algo ajeno al espectador, que puede sonreir a ratos, pero que no acaba de creerse la historia que nos cuentan.
En otros terrenos la película es casi perfecta... los actores principales están perfectos en sus papeles, aunque hay un exceso de cameos testimoniales de los habituales del director, y el montaje resulta modélico en la estética y en la forma. Pero el alma de una gran historia está en los personajes y en cómo nos identificamos con ellos, cómo vivimos con ellos... hasta llegar a sentir como creemos que ellos sienten. Sin eso, cualquier película pierde aquello que la haría GRANDE de verdad.

Esta película es más interesante por lo que provoca y suscita que por lo que ofrece.
En todas las críticas leídas aquí hay razones para criticarla: la trama en momentos no es creíble, los giros tienen un tufo sospechoso a manipulación comercial, etc... y casi todos coinciden en lo bueno de las interpretaciones protagonistas.
Pero lo interesante es que lo que casi todos critican es evidente desde el minuto 1 de la misma... Parece que a veces no queremos ver las señales que nos ponen delante de las narices. Desde el principio el protagonista le repite a su amigo: "porque estas siempre conmigo????"... coño blanco y en botella. No nos podemos luego sorprender del giro final porque está muy claro, por mucho que la escena sea más o menos creíble.
Interesante película de acción a la que no hay que buscarle demasiadas vueltas. Entretiene bastante y lo demás se sobrelleva.
Si fuera española y trabajarán Luis Tosar y Bardem, la gente la pondría mucho mejor que esta, aunque tengamos muuuucho que aprender del cine francés de género.