Una serie bastante desconocida y que me ha gustado bastante es Harley and The Davidsons, sobre la creación de la marca de las míticas motos Harley Davidson. Sus inicios contra todo el mundo en un momento en que todo el mundo intentaba poner un motor a una bicicleta. Su crecimiento y la creación de todos los elementos de la identidad de una marca, desde la rebeldía hasta las asociaciones incluyendo las chupas de cuero con una calavera a la espalda. Tres aguerridos emprendedores luchando contra sus máximos competidores, entre ellos Indian y Ford, en carreras mortales buscando crear la mejor y más veloz máquina. 3 capítulos de hora y 20 con los que no pueden permitirse andarse por las ramas. La produce Discovery Chanel aprovechando el auge de la ficción dentro de canales que no le son propios produce esta serie más que aceptable, sobre todo, para amantes de la velocidad y las motos. Veremos no solo la creación de Harley Davidson hasta que crearon la moto que fue base de las actuales motocicletas, sino también cómo se fueron creando los circuitos hasta llegar a los actuales y cómo se fue gestando una cultura nueva basada en las dos ruedas. Echadle un vistazo porque merece mucho la pena.

Sleeping with Other People es una comedieta romántica que mezcla el humor gamberro, sobre todo usando un lenguaje muy directo, y la típica comedia romántica de dos amigos que, como amigos que son, les da miedo ir más allá cuando se ven que están enamorados y van a acabar juntos, y mientras tanto tontean con todo lo que tienen al alcance. Si, he contado el final, pero estas comedias son todas similares, y se sabe el final desde el primer minuto. Pero, aunque sea una comedia romántica más a mi me ha divertido bastante. Es una buena opción para ir a ver en San Valentín, que está ahí mismo. No tiene nada del otro mundo pero se ve con una sonrisa.

Terminada en tiempo record la segunda temporada de Mozart In The Jungle, la serie sobre la Orquesta Sinfónica de Nueva York, donde se mezcla la realidad de los músicos trabajadores profesionales con el humor, la magia de la música y el arte de la mano de su director Rodrigo, que esta temporada tendrá que lidiar con la presión de haberse convertido en "El Maestro". Aunque está a la altura de la primera temporada, ha perdido esa sorpresa inicial, pero ha ganado en el cariño a los personajes. Algún capítulo ha flojeado más que otros, por ejemplo en el de cameos, que al no ser yo conocedor de todos los rostros que salían, perdía parte de su gracia. Siempre se ve con una sonrisa continua y una cercanía especial que la hace muy entrañable y con unos personajes a los que tenemos un cariño especial.

Pero que has hecho mi querido Alex de la Iglesia con "Mi gran noche". Quizás porque trabajo, a veces, en un programa por el estilo, incluso este año he participado en el equipo técnico de grabación del especial fin de año, que me ha resultado todo demasiado exagerado. Mira que me suelen encantar las pelis de este hombre, al que no conozco personalmente pese a haber estado en su piso de Bilbao. Pero esto es otra historia..... A lo que vamos, ¡qué me has hecho! Alex siempre está jugándose en la línea del esperpento, y normalmente acierta sin cruzarla pero manteniéndose en el filo. Est vez la ha cruzado. Tampoco creo que se haya pasado por mucho, pero sin duda se ha pasado. En su empeño de hacer sátira se ha pasado de parodia. Mario Casas me convenció mucho, y hay momentos desternillantes, pero en conjunto la cosa falla. Mezcla demasiadas cosas que no terminan de conectar, aunque ellas solas podrían funcionar, pero juntas no. Me quedo con momentos puntuales donde no puedes dejar de sonreír, como la versión de Torero con Casas cantando Bombero o las apariciones de Raphael parodiándose a sí mismo y mezclándose con Darth Vader. Pero eso es un acierto de dirección, aunque adolece de lo mismo que la peli, la mezcla con el lado oscuro funciona, es un Sith de tomo y lomo, pero ese montaje rápido que hace cada vez que habla, me hace sentir que su interpretación es mala y lo intenta arreglar con montaje. La voz se le ve forzada, no natural. Raphael es un cantante cojonudo pero un mal actor, pero tiene presencia y saber estar. Si, es contradictorio, pero la peli también lo es.

Por muchos premios y muy bien que hablen de SICARIO, a mí me ha aburrido. Una premisa de lo más sencillo, una detective entra en un grupo interdepartamental del gobierno que lucha contra un cartel mexicano específico, con giro final. Mucha culpa es mía, creo que no me ha pillado en el momento indicado. La he visto después de comer y no he podido dejar de dar cabezadas, y aunque la volvía hacia atrás para no perderme nada, el sueño me volvía a invadir ante la parsimonia de como cuenta la historia. Me parece que es un desarrollo de dos horas para darte un giro final sorpresivo que, en este caso, no justifica el camino tan largo hasta llegar a él. Los actores muy bien todos ellos,la foto, todo brumoso en amarillos y naranjas, pero no le he entrado. Tiene cosas impactantes, como el inicio o como cuelgan a la peña por las calles, pero se quedan en meras anécdotas gores en una peli que me ha resultado tediosa.