Incluso al final de la guerra mundial se dieron casos -y no pocos- de alemanes (de a pie, no de la Gestapo ni SS, precisamente) que decían creer en el Fuhrer o en la victoria de las armas alemanas y, ante la aparición de un paracaidista caído, o de desertores, se tomaban la justicia por su mano y linchaban al prisionero o prisioneros.

Pocos de ellos creerían ya en la Victoria, probablemente, siendo más probable que buscasen venganza contra los que bombardeaban sus pueblos y ciudades, o contra quienes, para ellos, eran culpables de la derrota por traición.

Da lo mismo

Lo que cuenta la película (basado en los recuerdos de un testigo que vivió esos hechos de niño, al parecer) no es, pues, inverosímil. Ocurrió, y muchas veces.

Y C. Lerch nos lo cuenta sin recargar las tintas. El "Jefe de Zona" nazi es bastante patético, pero no se cargan las tintas en el maniqueísmo que sería fácil de presentar en estas películas (por ejemplo, no toma medidas ante la evidente desafección de varios de los lugareños).

Batiburrillo bastante difícil de seguir y comprender, donde vemos a una Carlson Young bastante desquiciada que, al parecer, emprende un viaje interior para sobreponerse al trauma que le causó la muerte de su hermana, las aparentes tendencias abusivas de su padre y la aparente neurosis de su madre.

Todo -digo- aparente porque lo cierto es que la protagonista (Margaret) va y viene por un mundo de fantasía, sin que se entienda mucho, más allá de su inspiración en el "mundo de Alicia". O tal vez en un "Escape Room"

Le pongo un 2 por la estética visual, bastante bonita

Udo Kier me dio pena.

Cuando veo una Netflixada suelo transponer los géneros, o las inclinaciones sexuales, para ver si el mensaje es o no admisible.

En este caso, la protagonista (Paula, bien interpretada por Caro Cult) es una casi treintañera que sería fácilmente diagnosticada por los psiquiatras de Transtorno Límite de la Personalidad, y por las personas de la calle de "niñata borde de toda la vida"

Paula es, efectivamente, una persona egoísta, niña malcriada que no quiere crecer, que se empeña en su relación posesiva e intrusiva sobre su amiga Jo-Jo (Nina Gummich), a la que no quiere permitir que mantenga una relación con otra persona.

No sólo es un "estudio sobre la amistad", Paula muestra una y otra vez su personalidad egoísta, manipuladora y falsa; por ejemplo en sus berrinches y en lo poco que le importa causar perjuicios a los demás (SPOILER), sus mentiras, etc.

Pese a que Barbara Ott no trata bien, ni mucho menos, al insufrible personaje, sí vemos en la película una especie de compasión (claro, pobrecita, es huérfana y no tiene a otra persona en el mundo más que a su amiga del alma) y una justificación, hasta cierto punto, de sus intentos de "joderles la vida" a todos los de alrededor...

Imaginen qué hubiese pasado si el personaje fuera un ex-novio igual de manipulador y posesivo que Paula, y la película hubiese "comprendido" sus intentos por apartar a su anterior relación de una nueva amistad, sobre todo si se tratase de una novia por la que sintiese una amistad homoerótica. Si a Paula le importase el pito de un sereno las repetidas ocasiones en que su amiga trata de hacerle comprender, a las buenas, que tiene derecho a hacer su vida

Ojo, que la película no es aburrida, la fotografía es buena y las actuaciones correctas... pero el mensaje se me hace muy cargante, desde el momento en que ves que Paula manipula a su amiga, se pega a ella como una lapa y ni Jo-Jo, ni Daniel, la mandan a la m... en cuanto queda clara su intromisión y sus malas intenciones.

No cabe duda de que la película de Hèctor Claramunt es entretenida y te hace echar unas risas... pero discrepo de la imagen que se pretende dar de un guión que reparte caña a unos y otros por igual, sin casarse con nadie.

Y es que se presenta un personaje (el de Marina) que es absolutamente insufrible y borde, desde el principio de la película, pero que se intenta presentar como la más íntegra y fiel a sus principios de todos. Los demás son patéticos, ella es la más inteligente, reflexiva, y sus soflamas indepes y feministas (básicamente, insultar a los dos maromos llamándoles machistas heteropatriarcales) son los mejor tratados por los guionistas. El pequeño tirón de orejas que se le da al final de la película no basta si se compara con los rapapolvos que se han llevado Viki, Rai o Edu

En fin, sin duda será un éxito entre el público al que le guste este mensaje, no tanto a quien esté un poco harto de que todas las películas tengan que incluir el mensaje de lo políticamente correcto

Típica película pastelera por y para disfrute del público yankee que se convence, viendo estas películas, de su superioridad moral y estética sobre el Viejo Mundo.

La protagonista es una bella, pero palurda, joven norteamericana, que comenta despectivamente ante las ruinas de un Mercado de hace casi 2000 años ("Bah, no es Brooklyn") y que no es capaz, durante media película, de contar nueve meses hacia atrás desde su nacimiento para sospechar que su concepción TUVO que producirse en Italia... En fin.

Risas tontas de las que gustan a los americanos (como les gusta llamarse a ellos, como si el continente americano fuera sólo su país), incluyendo una insufrible amiga gordita (no, gorda sin eufemismos) metomentodo y que se presenta como si todos los chicos tengan que caer rendida ante sus [des] gracias, y que produce una repulsión instintiva a cualquiera que tenga un poco de gusto y conocimiento de las relaciones humanas.

Un 2 por la fotografía y los paisajes