No era una mala idea hacer una precuela de la maravillosa "Atrapado por su pasado". A fin de cuentas, el film sobre el intento de reinserción de Carlito en la sociedad era solamente una parte de las novelas originales en las que había estado involucrado del personaje. A través de la interpretación de Pacino, quedaba claro que el señor Brigante era un mafioso atípico en el género, lleno de contradicciones y un pasado que resultaba fascinante.

Por eso, "Carlito´s Way: Rise to power" posee todos los ingredientes para ser una epopeya, un relato de sangre, traición y amistad que, además, sabemos que tendrá una prolongación décadas después de cuando se enmarca esta historia, cuando el carismático antihéroe vuelve a andar por las difíciles calles de Harlem.

Nada de eso ocurre en film que Bregman hace con oficio pero sin pasión. Los actores están correctos, si bien a años luz de las interpretaciones originales. Es sumamente injusto medirlos con la obra maestra de Brian de Palma, pero el subconsciente casi obliga a ello. Particularmente dolorosa cualquier comparativa entre la hermosa historia de amor de la anterior, existiendo aquí un romance mucho más tópico. Mucho más interesane es el tema de superar el conflicto racial y la hermosa advertencia que el sicario interpretado por Guzmán lanzará en cierto momento a Carlito acerca de que su concepción de la amistad es nefasta en ese negocio.

Había muchas ganas de volver a Carlito en sus primeros días. Sin embargo, volvemos a suspirar por revisitar ese metro de New York con aroma a sir Alfred y la grave voz de Pacino. "Ascenso al poder" viene bien para recordar porque "Atrapado por su pasado" es única e incomparable.

Comedia situación basada en la llegada de un díscolo, aunque de buen corazón, sobrino al seno de la familia Banks. Aunque de manera superficial y edulcorada, el programa introdujo algunos tema peliagudos como el racismo o las drogas. Fruto de su época noventera, "El príncipe de Bel-Air" cuenta con varias ventajas sobre otras distinguidas competidoras.

La primera de ellas sería su duración. No se eternizó en el tiempo y tuvo una digna salida con un capítulo de cierre final que mostró la buena armonía cogida por los miembros del reparto. Ello se notó especialmente en el triunvirato formado por Will Smith (cuya popularidad subió como la espuma tras la serie), Alfonso Ribeiro (inolvidable Carlton) y James Avery (severo pero ecuánime juez en los tribunales y con su familia).

Dentro del elenco de secundarios de la divertida familia, destacar a Geoffrey, figura del mayordomo que ha sido emulada en muchas otras sucesoras de este género.

Sumamente noventera, para toda una generación, el grito furibundo de James Avery llamando a Will ha quedado en el recuerdo con la mejor de las sonrisas...

Y todo porque unos tipos del barrio le metieron en un lío...

"¡Ala...Dina!" es una serie que puede gustase a bastantes personas de generación noventera. Especialmente, debía cumplirse el requisito de que se fuera bastante niño cuando se viera. En cierto sentido, los creadores no se estrujaron demasiado los sesos y la trama era una mezcla de "Aladín" versión Disney con la mítica "Embrujada", aunque bastantes más programas de los que cogieron la premisa.

Se intentó aprovechar el tirón popular de Paz Padilla, la cual había destacado en varios shows de chistes, aunque sería reemplazada posteriormente por Miriam Díaz Aroca. Compartía protagonismo Gary Piquer como el padre de la familia que encontraba a la genia.

Con todo, uno de los personajes más queridos terminaría resultando ser tangencial, Chemita, quien jugaba un rol un tanto parecido al de Steve Urkel en "Cosas de casa". Destacar también la participación como secundaria de Nathalie Seseña, quien posteriormente tanto destacaría en "La que se avecina".

Eso sí, para los nostálgicos de aquellos días, cualquier revisionado hará bajar las consideraciones de aquellos días.

Si es que éramos muy jóvenes.

¿Cuántas veces no habrá ocurrido que se han sumado grandes talentos a una película y ha terminado siendo un fiasco? Sin embargo, "Atrápame si puedes" confirmaría que, en ocasiones, no hay que hacer excesivos prodigios. Junten un caso real interesante, a un director del buen ojo de Steven Spielberg y solamente resta disfrutar en la butaca.

Asimismo, el duelo de protagonistas es de enorme calidad, un Tom Hanks impecable, sobrio y muy medido, quien ejercerá de implacable y paciente perseguidor de un astuto timador que surge casi por accidente, interpretado por un Leonardo DiCaprio que empezaba a dar muestras de que su registro era mucho más amplio del que muchos le atribuían de ídolo de quinceañeras.

Una trama muy bien llevada que es aderezada con un elenco de secundarios donde un gran Christopher Walken destaca muchísimo, pero donde también asomaba la cabeza nada menos que Amy Adams, quien escalaría pronto en el escalafón de Hollywood.

Película entretenida, inteligente, bien escrita y mejor interpretada.

¿Cine comercial? Sin duda, pero de la más alta calidad en su género.

De un tiempo a estar parte viene considerándose que Woody Allen está lejos de su mejor forma, que siempre hace lo mismo, sus personajes no varían... Llevamos décadas escuchando eso en muy distintos mentideros. Lo curioso es que muchas de esas valoraciones llegan de personas que se proclaman fans incondicionales del director, uno de los grandes genios en el campo artístico que ha dado el pasado siglo.

Quizás el problema sea que la gente sigue acudiendo al cine a ver el nuevo estreno de Woody Allen con el listón que se le impone al autor de obras como "Annie Hall" o "Manhattan". Si hace una pieza oscura y reflexiva como "Match Point", es que Woody Allen ya no es divertido. Si usa su punzante sentido del humor para recuperar su fórmula clásica en "Midnight in Paris" es que siempre nos cuenta lo mismo. Y así pasan los años...

La única certeza en ese lapso es que él acude puntual en septiembre para su cita. Existen muy pocos cineastas que hayan acumulado su prestigio. De entre ellos, todavía más reducida es la nómina de aquellos que tienen un ritmo de producción tan alto. Y cuidado que hay bajones, filmes menores, otros directamente malos... pero ante el cómputo global solo queda descubrirse.

Si "Café Society" fuera una obra anónima muchos elogiarían usar a una pareja protagonista como la formada por Jesse Eisenberg y Kristen Stewart, muy alejados (y brillantes) en sus papeles. Se hablarían bien de un argumento que homenajea el Hollywood más clásico y mete cositas de "El Apartamento". Diálogos ingeniosos, secundarios divertidos, una historia tierna pero sin moralina barata...

Algún día nos daremos cuenta de que hemos malgastado estos regalos que nos han ido llegando. Que hemos tenido la fortuna de acudir a los estrenos de Woody Allen, dando por sentado que era algo normal.