Una buena película que se atreve a abordar el peliagudo tema de la pedofilia, observando el conflicto interior de un joven en lucha contra sus pensamientos más oscuros.

Cuarta película de la directora  Patrice Toye, basándose en el libro de la autora holandesa Inge Schilperord. 

Jonathan parece un joven normal de 25 años, algo tímido y reservado, que acaba de salir de la prisión acusado de actos pedófilos. Es puesto en libertad por falta de pruebas, regresa a casa de su madre para vivir allí. Su madre en cierta manera pasa completamente de él y no le da el cariño y apoyo que necesita. Pronto comienza a trabajar en una fábrica cercana de la ciudad holandesa de Terneuzen.   

Pero aunque parezca tranquilo por fuera, por dentro está sufriendo. Conoce sus pensamientos e intenciones que le gustaría eliminar por la vergüenza interior que siente. Pero este combate contra sus propios demonios se vera alterada por la llegada de una niña a la casa de al lado. Para más sorpresa de él, la madre la tiene semi abandonada y no hace más que tontear inocentemente con Johnatan para jugar, algo que viene a sembrar el caos en su intento de rehabilitación.

Lo interesante es la perspectiva del film, que es que está tratado desde el punto de vista del pedófilo. Un buen trabjao para el actor Tijmen Govaerts que pudimos verlo en "Girl", asi como la niña Elke (Julia Brown).

Un drama profundo que trata un tema incómodo, muy bien llevado con mucho realismo y que hará que te cuestiones muchas cosas.
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Despues del exito que tuvo en su primer film "Sami Blood" en varios Festivales en 2016, la directora sueca afincada en Dinamarca Amanda Kernell, se traslada a Tenerife para rodar este thriller de una situación difícil familiar tras un divorcio con dos hijos por medio.

Alice recibe una llamada telefónica de su hijo pequeño Vincent muy angustiado pidiéndole ayuda. El matrimonio está  en medio de un divorcio peliagudo, parece que Alice tiene las de perder por abandonar a sus hijos y marcharse con otro hombre.  Su ex esposo Mattias resentido se niega en rotundo a que sus hijos vean a su madre hasta la resolución judicial de la custodia. Desesperada por ayudar a sus hijos porque piensa que están en peligro huye con ellos a las Islas Canarias...

La película deja que el espectador vaya viendo la realidad de la situación poco a poco, dejando que puedas tener su opinión de quien de los dos tiene la razón y porque actúan de esa manera, ya que los niños se encuentran en medio y no tienen culpa ninguna. Una cruda realidad que desafortunadamente ocurre cada día en matrimonios separados.

Tiene momentos que resultan algo incómodos, ya que vemos a la madre con un comportamiento errático y que actúa a la desesperada saltándose las leyes. Un buen papel para Ane Dahl Torp (La ola, Terremoto). El que no tiene mucho protagonismo y está algo desaprovechado es Sverrir Gudnason (Borg McEnroe, Millenium) y en un breve papel aparece Eva Melander, la inolvidable Tina de "Border" que sin el maquillaje resulta irreconocible.

Una buena película para reflexionar sobre algo muy común hoy en día.
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Tras la muerte de la madre de Leig, y la falta de atención de su padre hacen que la joven caiga en una tristeza en la que comienza a abandonar la gimnasia que era su pasión. Tampoco ayuda mucho la aparición de un hermanastro por parte de su padre del que desconocía su existencia.

Tras las primeras tomas de contacto muy incomodas con su nuevo hermano, comienza a gustarle por ser un chico rebelde y malote, aunque no sea un buen modelo a seguir. Esto hace que todavía se tambalee más su inseguridad adolescente y comenzara a tomar algunas malas decisiones.

Últimamente aparecen muy buenas directoras femeninas, aquí Eva Riley en su primer trabajo nos mete de lleno en esta historia con mucha veracidad, acercándonos a una realidad familiar corriente, consiguiendo con buenos personajes, una película bastante personal. La joven Frankie Box que interpreta a Leig hace un magnífico papel, al igual que su medio hermano Alfie Duggan siendo este su debut como actores.

Rodada con mucho primer plano, sorprende la mirada penetrante de la protagonista, así como la complicada relación de amor-odio de los dos hermanos. También asistiremos a una transformación en el carácter y forma de ser de Leig en un momento tan delicado en la vida de esta niña.
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Producción alemana con rodaje en Azerbaiyán y Georgia, concretamente en una población pobre de Bacu donde el tren pasa peligrosamente a escasos centímetros de casas construidas pegando a las vías. Parece ser que no le gusto al gobierno de Azerbaian el rodaje del film, ya que antes de acabar prohibieron seguir con la película, teniendo que trasladar el equipo a  Georgia. Poco después mandaron demoler todas las viviendas por la mala imagen que daban del país.

Una estupenda fotografía y música acompañan las imágenes, ya que a película es muda, no de sonido, sino que ningún actor emite ninguna sola palabra. Algo que en principio resulta curioso, pero que a lo largo del metraje comienza a ser cansino.

El guion de Veit Helmer y Leonie Geisinger roza el absurdo, la historia nos cuenta la vida de Nurlan, un anciano conductor de tren en una pequeña comunidad de montaña, protagonizada por Miki Manojlovic colaborador habitual en los films de Emir Kusturica, el tren de mercancías todos los días pasa rozando las viviendas, teniendo que apartarse la gente rápidamente. El último día antes de jubilarse la máquina arranca un tendedero y se queda enganchado un sujetador. Aburrido y sin saber que hacer comienza casa por casa a pregunta de quien es la enigmática ropa interior para devolvérsela.  Las situaciones cómicas se repetirán al ir conociendo a toda clase de mujeres.

En el reparto tenemos figuras internacionales como nuestra Paz Vega, que hace un papel muy simpático. El siniestro Dennis Lavant (Holy Motors), Chulpan Khamatova y Maia Morgernsten vista en "La pasión" de Mel Gibson.

Un film con cosas interesantes, pero que no consigue arrancar, volviéndose monótono rozando el aburrimiento.
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David tiene 24 años y es algo inmaduro, vive el día a día trabajando como podador de árboles y alquilando pisos de otra persona, Tiene un vínculo muy fuerte con su hermana y con su sobrina. De su madre inglesa apenas saben nada. Pero un día, un atentado terrorista en un parque cercano acaba con la vida de su hermana, dejando a la niña Amanda sola, algo que le llevara a tomar decisiones que nunca hubiera imaginado tener que llegar a hacer.

Una historia muy delicada que el director Mikhaël Hers consigue que nos conmueva. Tomando muy bien el tema del luto y la ausencia, tanto de la madre como de la hermana de los dos protagonistas, dando rienda suelta a las emociones por las que pasaran después de haber sufrido este inesperado duro golpe en sus vidas.

Vincent Lacoste que no para de trabajar últimamente, interpreta con gran eficacia a David, acompañado de la presencia de la joven Isaure Multrier que interpreta a Amanda. Después de una tragedia como esta, la experiencia traumática de los dos se hará evidente en el guion, pero no llega a ser empalagoso ni tampoco recurre al odio por el crimen, sino que los personajes están bien construidos sobre pequeñas cosas creando un buen melodrama.
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