Nuevamente, uno de los asesinos más letales de la ficción se encuentra en apuros. Keanu Reeves se encuentra rejuvenecido y cómodo con este personaje de manual, pero perfectamente concebido para revitalizar a todo un género. Apenas han transcurrido unos minutos desde el emocionante final de la anterior entrega y se inicia una carrera donde uno de los enemigos es el propio reloj.

Un antihéroe excomulgado de su propio santuario y golpeado hasta decir basta. Ni siquiera una biblioteca con la obra de Dante será un lugar seguro para un protagonista hasta este momento invulnerable y al que ahora veremos sangrar. Necesitará alianzas y aquí destaca la presencia siempre estupenda de Halle Berry, fichaje de lujo para este particular universo.

Repite el aporte Ian McShane, sobrio, eficaz y discreto. Ideal para el tipo de "hombre de negocios" que hace, aquí incluso más importante que en tiempos anteriores. Lo que eleva a esta franquicia es la calidad de su casting, donde desfilan Anjelica Huston o Laurence Fishburne sin ninguna complicación.

Una tremenda gamberrada envuelta como en el más sofisticado gran almacén. John Wick ha venido para quedarse y el público de las cintas de acción está más que satisfecho.

Interesante incursión de un John Krasinski que hace una apuesta muy personal dirigiendo y protagonizando "Un lugar tranquilo". Toda una provocación en estos tiempos que corren atreverse a hacer un film cuyo arranque es presidido por el silencio y el desconcierto. Desde luego, era una apuesta que podía salir muy mal, si bien se sortea de forma admirable.

Estamos ante una cinta de terror que intenta huir de los tópicos y coloca sus cimientos en actuaciones sobresalientes como la de Emily Blunt, todo un reto habida cuenta de que las características de la trama no permiten precisamente lucir con monólogos inspirados o diálogos ingeniosos.

También nos hallamos ante un argumento un tanto tramposo, siempre sugiriendo antes que dar ninguna explicación. Una vez se ha visto (y disfrutado de su angustia) deja dudas acerca de la verosimilitud de algunos de los sistemas de defensa de esta familia ante un horror extraño.

Dicha percepción puede que cambi si Krasinski se anima a volver a este micro-universo para subrayar algunas cuestiones que han quedado pendientes.

"Por fin viuda" es una obra que quiere adentrarse en el espinoso tema de la comedia negra, un arma de doble filo. Para ello, Isabelle Mergault se confía a Michèle Laroque, magnífica elección puesto que en el panorama del cine galo hay pocas intérpretes que se muevan con tal eclecticismo entre el drama y lo cómico. Además siempre deja un toque sutil y de cosecha propia.

Tardamos poco en empatizar con esa mujer atrapada en un matrimonio que hace tiempo no funciona, teniendo como principal refugio una aventura extraconyugal. La inesperada y absurda muerte de su marido debería dejarle, al fin, el terreno libre para encauzar su vida, si bien pronto choca con la bienintencionada (e inoportuna) ayuda de su familia, dispuesta a torpedearle todo.

La cinta se ve con agrado pero sin llegar a deslumbrar. Da la sensación de que el guión ha trazado poco a los personajes, con la honorable excepción de la carismática protagonista. Irónicamente, dentro de su negrura a "Por fin viuda" le haría falta un poco de emotividad en algunos momentos, más enfrentamientos emocionales y moverse más entre dos aguas.

Merece la pena por el talento de Laroque, aunque, como bien apunta en esta misma página Rossi 88, hay un exceso de light en todo el tono de esta pequeña ópera bufa.

John Huston sabe de lo que habla. Tanto en cine como de boxeo. Artesano inteligente, aquí o hallamos ya de vuelta de todo, poco preocupado por aquellas cosas que tanto interesan a la industria de Hollywood en su versión más light. Stacy Keach recibe un regalo envenenado, el fajador y conmovedor Billy, un boxeador de garra que refleja la agridulce dignidad del perdedor que nunca se rinde.

Un jovencísimo Jeff Bridges demuestra aquí ya que poseía todas las virtudes que deben adornar a un gran actor. El resto del reparto es excelente, caracterizados muy bien en esa atmósfera de tristes bares, moteles, graderíos. Huston no viene a darnos palmadas en la espalda, sus boxeadores quedan noqueados y mean sangre. Se vuelven con las loces apagadas en un honorable silencio.

"Fat City" no pretende estar cerrada, quizás por eso no ha pervivido tanto en el imaginario popular. Es más bien un cuento de Chejov, una captura con cámara fotográfica a hurtadillas, sin permiso. Sus borrachas son reales, la dureza del trabajo en el campo también.

No les va a gustar ni hacer pasar un buen paro. Pero les recomiendo verla. Se prendarán de Billy y sus miserias, en algún momento habrán compartido su mirada perdida y su cansancio.

El pulso con Lucero es de visionado obligatorio.

Excelente película animada de Tim Burton donde capta con la perfección de un maestro todo lo que significa ese mundo sagrado que es la infancia. "Frankenweenie" podría ser una monstruosidad pero termina suponiendo un ejercicio clásico en el más elogioso sentido de la palabra. Terminamos con la percepción de que nada ha sido dejado al azar en su elaboración.

El blanco y negro no es un capricho o un gesto pomposo. Resulta imposible pensar en esta trama sin esa tonalidad gris que la acompaña. Resulta hipnótico este ejercicio de eclecticismo donde Burton y su equipo logran llevarnos por una serie de homenajes (desde los más obvios a los bastante rebuscados), creando una aventura conmovedora y apta para públicos de todas las edades.

Existían ciertos recelos acerca de cómo la marca Disney podía convivir con un cineasta tan personal. De cualquier modo, como bien demuestran los títulos de crédito, el acoplamiento de unos y otros es realmente excelente. Sinceramente, me parece un film muy infravalorado dentro de esta factoría.

Deja con la seguridad de que Burton ha puesto mucho de sí mismo, de ese niño que fue, a la hora de tratar a los personajes y sus anhelos. Además, termina dando el saldo de una romántica (no confundir con ñoña) y que se permite ser asimismo una oda al papel de la ciencia a través del profesor del joven protagonista.

Merece una y mil oportunidades.