Al igual que el anterior comentario, vi este filme un día de vacaciones, hace muchos años. La historia me fue cautivando, esa relación entre la nutria desde el escaparate y el soltero inglés que va a trabajar todos los días y que nunca tuvo un animal...esa extraña y maravillosa relación que le lleva a mudarse de vivienda y cambiar de trabajo por su amigo de cuatro patas, a conocer gente, a pescar en el Mar del Norte con una barca... La historia es una delicia y conmueve hasta el último minuto. Es una sincera y emotiva película sobre la amistad.

Tan exagerado, hiperbólico, excesivo, grotesco y esperpéntico filme merece que sea el filme de referencia en un nuevo género: el cine fallero. Porque las fallas, con esa misma carga de profundidad también son divertidas y hacen partícipes de la alegría al espectador, como esta película, alejándose de las oscuridades de Valle Inclan.

Películas falleras son también las de John Woo y en otra línea las de Russ Meyer. Wanted parte de una idea ya muy manida, vista en los filmes de Bond, de Bourne, Push, Jumper y tantas otras que hablan de sociedades secretas con poder y medios para cambiar el destino del mundo. Sin embargo su desarrollo es tan esperpéntico que pierde cualquier verosimilitud. Entregemonos a la fiesta de la acción surrealista y desgarrada, de una bacanal de barbaridades que solo puede firmar el autor de Abraham Lincoln cazador de vampiros.

Bíceps, pectorales, gemelos, abdominales, músculos en general, dientes blancos, magnificas cabelleras, rostros grecorromanos y quizás arios , angulosos, de mandibulas marcadas (exceptuando la amorfidad de Rourke, que para eso es el malo), ojos azules, valquirias... francamente, no sé si estoy viendo "Olímpia" de Leni Riefenstahl, una oda a la raza superior producida por los nazis, o qué.
Demasiados cachas y demasiado poco guión, subordinado a las demostraciones atléticas de los protagonistas. Es muy burdo,
por evidente, que se inspira y mucho, en 300. Por eso, aunque entretenida, no es novedosa, con un regusto a deja vu indiscutible.

Dentro del subgénero de películas de terror barato para TV (a las que nos tiene acostumbrados el canal Syfy), Megasnake destaca (es un decir) por pretender ser un producto clásico de terror de los años 80-90, cuando no había tal epidemia de bodrios en nuestras pantallas televisivas.

Dirigida por un director que debutó en esos años,Tibor Takács, que rodó en 1987 la película La Puerta, Megasnake tiene la virtud, es un decir, en cumplir todos los tópicos de una película de terror con bicho, bebiendo de otros muchos filmes. Así tenemos a una pareja (como en Piraña o Deep Rising), a un descerebrado gili*** que ocasiona todo el problema (como en Mandíbulas, Arac Attack, Deep rising), a unas autoridades estúpidas, a los promiscuos que acabas siendo las victimas apetitosas (Piraña, Tiburón, Viernes 13), y una fiesta o evento multitudinario donde el bicho de pega un atracción (Piraña, Caimán) junto a un duelo final (Tiburón). Además tiene un toque de Gremlins, sustituyendo al misterioso chino un piel roja que también tiene tres normas que debes cumplir para que la serpiente no sea peligrosa, y una es no darle de comer. ¡Y es plagiada por Sharknado en su resolución final!

Sin embargo falla en la falta de humor negro, siendo una sucesión de escenas de ataques a diferentes grupos de humanos - una familia en un coche, los policias tontos, la fiesta de jóvenes ardorosos, los cazadores lumpen, la parejita besucona - con un guión de verguenza ajena y cargado de topicazos - el jefe de policia tonto, el guapo inteligente pero despechado por su novia, los secundarios que sabes que irán muriendo uno a uno, el alcalde preocupado de su popularidad.

Y como topicazo final, en las películas de bichos mutantes, siempre hay alguien que de pronto sabe de fisiología y nos cuenta que tipo de bicho es, en este caso es la novia del protagonista, que aunque policia, tiene el doctorado en biología sobre serpientes ¡que casualidad!

Los efectos infográficos son muy mediocres, alternados con el apòyo del monstruo en látex para algunas escenas.

La película es del montón, una serie menos que B, que si fuese en los años 80-90 sería carne de videoclub, pero quizá tiene un punto mejor que los horrores cutres de la productora Asylum.

¡Jopé con Gerard Butler! ¡es el man de today y de tomorrow si me apuras! Estamos ante una revisión de "La Jungla de Cristal" pero quitándole las ñoñerias del obeso poli negro y de su matrimonio con problemas. Aquí nada distrae a nuestro macho-alfa. Mata sin piedad y sin ruido, tortura dejando a los de "La Noche más oscura" como una guarderia, no duda, puesto que los villanos son malísimos, se encuentra a un traidorzuelo de la misma manera que Willis se encuentra a Rickman, pero Butler no es Willis, a él no se la dan con queso. Eso sí, es un hombre de palabra, a la semejanza de Riddick y la cuchara asesina, cumple con el destino que predijo para el archivillano.

No hay espacio al humor sarcástico ni a los diálogos graciosillos, ni hay periodistas gili****** ¡que pena!. Los diálogos son como para reirse, el papel de la mujer del macho-alfa es introducido para mostrarnos quizá el reposo del guerrero o su humanidad, charlando desde el móvil mientras se quita la sangre de sus victimas de las manos diciéndole a la moza que volverá a casa. Hay mucha sangre, por parte de los malos y del bueno. Porque es una película violenta. Mucho. Y destructiva. Les mola destruir la Casa Blanca, aunque luego izen la bandera y toda la demás parafernalia patriótica. Sin duda, el peligro para los USA son los guionistas.

Como pelicula de acción está bien resuelta, con magníficas escenas, como la del asalto inicial. El guión es un simple apoyo para engarzar y dar sucesión a las abundantes secuencias de peleas, no hay mucho más. Y como tal cumple con su objetivo. No busquen más. Esto no es Tennesee Williams ni Dario Fo.