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España España · Córdoba
Críticas de El Libanés
Críticas 1.442
Críticas ordenadas por utilidad
7
3 de enero de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Santiago Segura es un tipo peculiar, verdaderamente, hay muchos registros que le están vedados por su propia indiosingracia, de la misma forma que, hay otros que parece haber nacido para interpretar, Vázquez, sin duda, pertenece a la segunda categoría. Es una de sus mejores composiciones y no le ha venido mal conocer bastante bien su biografía y haber leído sus comics.

Óscar Aibar crea una biografía tierna y edulcorada, que, precisamente, como todas las de esa índole, peca de no castigar las faltas y potenciar las virtudes. Sabido es que si lo cuenta la víctima es un drama y si es el pícaro, una delirante comedia. Como bien afirman otras críticas, bien podía haber más oscuridad en este retrato, resplandeciente, como el colorido de una revista.

Los menos versados en la materia y que luego tengan curiosidad en comprobar cómo era de verdad el padre de las hermanas Gilda, se sorprenderán de que, una vez más, la ficción queda eclipsada por la realidad. Si tienen también la ocasión, no dejen de leer "El invierno del dibujante", un extraordinario complemento de aquella época primigenia de nuestro cómic.

Con un reparto a prueba de bomba, aunque con defectos en su desarrollo, "El gran Vázquez" es una obra original y necesaria por haber traído, aunque solamente fuera por unos instantes, una parte del pasado de nuestras viñetas, injustamente arrinconadas en el baúl de los recuerdos.
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El Libanés
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8
1 de enero de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basándose en la novela de Ron Hansen, Andrew Dominik crea un western atípicamente realista, con asaltos de trenes con muy poco glamour y duelos resueltos al más puro estilo "Sin perdón", sin grandes alardes de velocidad y ganando el que primero apunta por la espalda. Los forajidos no son benevolentes aspirantes a Robin Hood, más bien al contrario, son la lógica respuesta de una población semi-analfabeta que han tenido la desgracia de pertenecer al bando perdedor de una guerra civil.

En este marco, surge la figura del pobre Robert Ford (un Casey Affleck soberbio), un muchacho que admira desde sus comienzos la figura galante y sudista de Jesse James, quien se ha ganado ya un puesto de lujo en los mitos del Far West. Tras mucho suplicar y mover la influencia de su hermano, el chico es admitido en la banda que acaba de empezar su desintegración, debido a la deserción del inteligente hermano de Jesse, Frank.

La oportunidad de acercarse a su ídolo se convierte en una pesadilla cuando descubre mil facetas nuevas y oscuras de James (encarnado por un Brad Pitt imperial, alternando todas las aristas del personaje, en una composición perfecta, con un macabro homenaje a "Raíces profundas incluido), quien sin embargo es en todo momento fascinante.

Lástima que no haya sido una mini-serie, porque entonces, las cuidadas subtramas de los lugartenientes y pistoleros de Jesse no estorbarían la trama principal y hubieran permitido crear "Los Soprano en el Oeste"; como fuere, el metraje parece excesivo para lo que, por momentos, tiene aires de verdadera obra maestra, principalmente auxiliada por una banda sonora de extraordinaria calidad.
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El Libanés
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4
28 de diciembre de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Junto con Ethan Maniquis, Robert Rodríguez vuelve al ruedo para satisfacer a legiones de fans ansiosos de ver en qué quedaba aquel trailer que había enamorado a muchos. No obstante, como casi siempre suele ocurrir con este individuo tan interesante, vuelve a mostrar que lo suyo es eso, tener chispazos tremendos, ingenio no le falta, pero de momento no ha narrado una historia ni tampoco parece haber tenido el más mínimo interés en hacerlo.

Por supuesto, ir a ver "Machete" con la más mínima exigencia intelectual es un error, como ponerse de traje y etiqueta en una comida informal con los amigos, pero no es esa la carencia ni tampoco el pecado. Ni mucho menos haber dejado a Danny Trejo divertirse, como tampoco nos enfada Steven Seagal haciendo de villano y las damiselas (Michellle Rodriguez, Jessica Alba, etc) están muy lozanas ellas, las carencias son otras.

"Machete" no se toma en serio a sí misma y eso está muy bien, mejor una gamberrada bien hecha que una tomadura de pelo que encima quiere ponerse pretenciosa. No obstante, la sobre-saturación de "americanadas" varias llega por momentos a ser excesiva para los que no somos amantes de tales recursos. Su metraje, asimismo, para lo que se quiere contar, a fin de cuentas, es excesivo.

Siempre he pensado que Rodríguez tiene la mala suerte de estar asociado y ser amigo de un clon mejorado de sí mismo, Quentin Tarantino, que está tan loco como él pero que además sabe narrar una historia a largo plazo y tiene (normalmente) cierta mesura en beneficio de lo dramático.

Tal vez para su estilo de chispazos y "aquí te cojo aquí te mato", Rodríguez debería seriamente plantearse el cortometraje donde sus virtudes más se podían potenciar. Aunque seguro que, a sus incondicionales, les divierte "Machete".
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El Libanés
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8
21 de diciembre de 2010
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"Ciudad de Dios" no es una película cualquiera. Fue un verdadero hallazgo, una creación de Escuela, con mucha gente terriblemente implicada en el proceso, no pocos de sus actores y actrices conocían en primera persona lo que había sido la terrible experiencia de las favelas. Había nacido como una novela de Paulo Lins, adaptado por Braulio Mantovani y dirigido conjutamente por Alexandre Rodrigues y Kátia Lunda, basándose en hechos reales.

Densa, violenta, terrible, profunda, visceral...La obra muestra Río de Janeiro como nunca lo habíamos visto, como muy atinadamente titula otra crítica, no creo que Martin Scorsese hubiera dudado en firmar esta obra, de hecho, el genial director no habría tenido ninguna dificultad en identificar un poco, más allá de las nacionalidades, al personaje caracterizado por Alexandro Rodrigues con el que una vez él escribió para Ray Liotta. Un joven en los años 60, su barrio, sus amigos, las chicas que desea... y una peligrosa barrera que algunos cruzan la primera vez que empuñan un arma.

La coralidad de la trama podría ser terriblemente farragosa, pero hay un exquisito cuidado al estilo de los más grandes en que nos vayamos introduciendo en los personajes de la forma adecuada, seguimos a Buscapé para que se mantenga por le buen camino, tememos a Zé Pequeño porque tiene la ambición y la suficiente droga en la cabeza para ser el terrible jefe de la nueva mafia que está destinada crearse, nos enamoramos de Angélica, etc.

Un prodigio en todos los sentidos que colocó al cine brasileño en el mapa.
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El Libanés
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8
21 de diciembre de 2010
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Un verdadero clásico, indefinido entre géneros, el más puro drama, mezclado con cine negro y la angustia vital. Una metáfora sobre valores y resultados, pragmatismo contra estilismo, victoria o derrota, vida y muerte. Paul Newman se saca de la manga a "Relámpago", con ojos azules, todo el talento del mundo y una emotividad a flor de piel, obligándole a cometer tonterías que se mezclan con la propia falta de educación emocional del personaje.

Artista con un tacto de billar, Eddie Felson solamente tiene una obsesión, encontrar y vencer a "El Gordo" de Minnesota, un soberbio Jackie Gleason muy justamente nominado como mejor actor de reparto. Sus minutos en pantalla no son muy abundantes, pero es una delicia todo momento y frase que dice, incluyendo sus rituales en las partidas. Pero, esta obsesión puede ser terrible.

Pese a su facilidad de evaporarse en situaciones de presión, un misterioso individuo considerado el manáger de los mejores jugadores de billar del país, interpretado por un brillante George C. Scott, recluta a Eddie; pese a su brillante juego, su quebrada moralidad perdedora y tormentosa relación con una excelente pero inestable muchacha (Pipper Laurie) hacen que más que una partida, empieza a estar en la balanza su propia alma.

Película inquietante la ofrecida por Robert Roseen, donde es más lo que se imagina que lo observado. Está basada en una novela de 1959, también muy interesante.
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El Libanés
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