Haz click aquí para copiar la URL
Rusia Rusia · Stalingrado
Críticas de Ferdydurke
Críticas 2.731
Críticas ordenadas por utilidad
2
15 de septiembre de 2013
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Guion infame, correctas interpretaciones y buena dirección.
Historia obscenamente obvia y vergonzosamente tópica. Racismo, boxeo y amor. Denuncia del racismo a través de un grupo de descerebrados nazis con el contexto del boxeo y el añadido de una historia de amor interracial. Es difícil salvar algo en un relato tan exagerado y poco creíble. La mirada es demagoga, efectista y simplona.
Alex González es sobrio y eficaz, sostiene bastante bien su personaje teniendo en cuenta las vueltas absurdas de la trama. Javier Bardem se luce (aunque quizás se pasa un poco). El resto hace lo que puede con personajes imposibles.
Lo mejor es, sin duda, lo bien que está rodada: de forma poderosa y clara; se disfruta con los combates de boxeo y la cámara siempre está en el sitio adecuado; sin excesos ni alardes autorales.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
23 de mayo de 2013
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wéstern de historia simple y maniquea que comienza con fuerza y va perdiendo interés progresivamente hasta un final muy flojo.
El guion es sólido, hay buenos diálogos y la trama y los personajes están bien delineados. El fallo es su desarrollo, su falta de coherencia, el perderse en tiroteos y persecuciones sin sentido, su infantilismo y obviedad, que los personajes no evolucionen, su rígido esquematismo y lo mal resuelta que está.
Ahora vamos a lo importante: Randolph Scott; ese actor que debe ser el anticristo para los actores del método, el hombre sin gesto, paralizado de cuello para abajo y que solo nos concede una mueca irónica y ambigua. Un actor que marca el tono de las películas; esa economía de gestos y sobriedad transforma su cine en crónicas sobre un samurái imperturbable que vive en su propio ecosistema (como si estuviera encapsulado, liofilizado) y que provoca que los demás parezcan inútilmente agitados, que se esfuerzan en vano (tanto para qué), cuando todo inexorablemente acabará haciéndose a su manera; sus deseos serán ordenes y su destino sera el DESTINO.
Motor inmóvil, causa primera, Dios con sus creaciones, rey con sus súbditos: todos bailan su son. Flautista de Hamelín que, con su displicencia y magnanimidad, perdona y castiga, juzga y reparte, ordena y manda. Su capacidad de atracción es infinita: todas las mujeres caen rendidas a sus pies y los hombres suelen pagar con la vida su estupidez y osadía; el no darse cuenta de que cada minuto que viven es gracias a él, a su inmensa benevolencia.
Esta presencia, este anti-actor, logra imponerse a partir de los años 50 (creó su propia productora) y hace un cine (el CINE) en el que los directores que mejor le entienden son André de Toth y, sobre todo, Budd Boetticher. Durante esta última época acumula wésterns de poca duración, pétreos, esculpidos en mármol; pelis de serie B brutales en su rotundidad minimalista, en su nimiedad y simplicidad.
En el 62 rodó su última película: "Alta Sierra" de Peckinpah.
Las noticias dicen que murió en el 87 a los 89. Yo creo que no. Estoy convencido de que nos observa, se ríe y nos perdona.
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
11 de diciembre de 2021
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
No casan ni pegan ni es creíble de ninguna de las maneras esa extraña pareja por lo que todo el invento se va al traste o garete muy pronto, no podemos comulgar con esas ruedas de molino, no es posible que semejante atorrante panoli cansino mindundi chiquilicuatre lastimoso esté predestinado, limón agrio, a estar/follar/hacer el ridículo con la supuesta reina de Madrid que tiene a todos los hombres a su pies, babeando por sus duras y hermosas carnes, rendidos, hincados de hinojos, seducidos y abandonados, ninfómana devora hombres de sexo infinito, belleza abismal y encanto mefistofélico, no puede ser que se fije tanto en él esa real y achinada hembra, que ella sea su cacho de naranja, que le aguante o gusten sus chorradas y celos y parrafadas, ya solo con eso nos perdieron definitivamente para la causa estos cuatreros.
Pero es que además todas estas comedias costumbristas graciosillas españolas o madrileñas se dan de bruces siempre con Marx y la lucha de clases, el pobre, no saben por donde les da el aire una vez tras otra, y también contra la realidad o el más mínimo sentido común se pegan un buen hostiazo, nunca tienen claro las condiciones sociales de sus protagonistas que normalmente los quieren hacer pasar por el promedio proletario de clase media baja que todo el mundo somos, pero que luego actúan, viven y piensan en la mayoría de los casos como niñatos tontos pijos ricos, lomanos, no aciertan ni con sus ocupaciones, dimes y diretes, modos de vida, espacios ocupacionales o simples casas y catres y demás menajes y mejunjes. Se hacen la picha un lío, se lían la manta a la cabeza y la montan gorda y parda, muy gruesa, llena de venas azulonas con grasa fea, como catedrales. Él, por ejemplo, pasa por mil trabajos absurdos hasta llegar a ser un Quintero lobo estepario loco de la colina de la noche más caliente y susurrada solitaria radiofónica, cowboy irredento que cabalga contradicciones insolubles, de no te menees, un castigador de mujeres, de la forma más idiota o ridícula; y ella como veterinaria es igual que Juana de Arco ejerciendo la prostitución, un primor, y él al principio vive con sus padres (Cassen y Canalejas, ahí bien) y un millón de hermanos en dos metros cuadrados y ella tiene un apartamento chic bastante grandote de niña mantenida para ella sola, apropiado para su comportamiento bobo y displicente, adecuado a su discurrir/dejarse caer frívolo y memo, lupanar, nidito de amor y picadero, uno y trino, en directa proporción con su actitud y meneos y con los de todos ellos, blandos, lerdos, fofos, flojos, pelmas, con similares preocupaciones y manejos a los de los niños de quince años con todos los gastos pagados y con nada dentro, ni en la mollera ni en la sesera, repletos de dengues y estupideces.
Y a él le endosan y endilgan los monólogos del club de la comedia de Trueba y Casariego como si fuera un títere sin cabeza, pero bueno, no están mal del todo para ser tan horrorosos, se salvan algunos juegos de palabras aunque la mayoría de las veces no vengan mucho a cuento ni pinten nada en mitad de la historia o polvos, puestos por el ayuntamiento todos ellos.
Ella y sus tetas abundantes perfectas a las que sacan mucho partido y a la mínima las enseñan para gran nacional jolgorio, su expresión es indecisa, entre el asco, la soberbia, la dulzura, la duda y la inseguridad incómoda. Él es un cocinillas simpático pero muy pesado y desequilibrado y muy poco macho, casi un adolescente en/por todo, un seminarista, un trasunto o botarate y un triste, sin apenas gracia, poca cosa el personaje, el actor ahí nada o le anda, es majete, peleando a la contra siempre, yo no vine a luchar contra los elementos barrunta entre dientes, se dice constantemente el tremendo mequetrefe.
Y sale un monto de gente, caras más o menos conocidas amadas, Bardem que está lamentable, Nancho Novo igual, Alberto Jiménez el del bola, la hija de Magüi Mira, León Klimovski bien, la hermana de Ágatha Ruiz de la Prada, David Trueba que es el retrato de Dorian Gray en persona, ha vendido su alma al diablo a cambio de la eterna juventud, Benjamin Button, está igual ahora, en verdad mucho mejor o menos mal, que hace treinta años, con la única diferencia de que se ha teñido el pelo de blanco para algo tratar de disimular su trastada diabólica, para que Satanás no le llame al orden y le reclame el saldo de la tarjeta del móvil con todos los atrasos ya acumulados, terrible, y las dos Marías que ya salían en porretas en don juan en los infiernos también aparecen aquí para nuestra felicidad y algo el gran palmito y el poco salero lucen, juntas, en comandita, las dos hijísimas de dos prohombres, Ayanta Barilli y Cayetana Guillén Cuervo, bonitas o atractivas según se mire o desee, cada una a su maniera, suave pánfila versus ruda basta, no precisamente buenas actrices aunque aquí algo hablen o dialoguen, más que en la otra ya citada del mismo año noventa y uno ambas.
Y hay un montón de charlas atroces y la puesta en escena es rutinaria y todo es un pequeño y amable y compadecible querible por pobre desastre, tedioso y muy tonto, completamente inverosímil hasta como disparate, forzado y romo, artificioso, demasiado, errático. Nada te interesan de veras sus cuitas, idas y venidas, a pesar de que en verdad todos te caen bien y te gustan esas cosas, esas mierdas, no eres de goma, tienes vértebras y tuercas, tú también, aunque no lo parezca, crujes como una lavadora vieja, se te remueven las bielas.
Sí, claro, Woody Allen.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2
26 de octubre de 2021
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Champán rosa. Esperando a Godot o a la carroza, es lo mismo, la cosa. El que espera desespera. La silla.
Esta(ba)n completamente locos, de atar, enfermos peligrosos, menudo delirio, cuánta desgracia y derrengamiento, cuánto desenfreno y desafuero, tontuna, delirio y tormento, disparate y tropiezo, depravación sin medida ni arrepentimiento, y luego prohíben las drogas y no dejan tomar LSD, para qué, y a cambio permiten hacer esta película psicodélica, viva zaratustra, lisérgica, qué mundo, qué pasa, qué gente, qué vida, qué público, toda esa zarabanda que no barahúnda absurda.
¿Por qué abuela y no madre si él calzaba 53 y ella dice que le contemplan 82, se están riendo de nosotros como tan claramente parece o esa mueca es tan solo siniestra? ¿Por qué tanta mala baba? ¿Qué les hemos hecho si somos buenos?
¿Por qué tiene un chichón, bollo o huevo en el centro de la frente perenne, quién o con qué cojones le han atizado tan fuerte al pobre si tanto mal tampoco se merece? ¿Fue un marido/esposa cornudo/a, un amante despechado/a, una casa de empeños, un marchante de arte el que le propinó el hostiazo que le dejó marcado para siempre?
¿Por qué ella dice que ha pasado el mejor día de su vida (sic) en casa de una vieja que no conoce de nada y que es la abuela, en realidad como mucho madre, si la hubiera, de un tipo al que trata hace dos noches, si solo medio canta o reza de aquella manera? ¿Qué vida tuvo hasta entonces? ¿Estuvo internada en un campo de concentración si acaso, tal vez creció en un polígono no tan industrial hispano?
¿De dónde sacaron a ese cura, por qué, pero esto qué coño es? ¿Por qué, señor, nos castigas con tanta saña y mandas además para ello un eminente tuyo emisario de primera mano, para que nos vigile quizás más de cerca, si ella era por otra parte una gran casquivana que vivía muy amancebada, en eterno pecando nefando, perpetua concupiscencia, conviviendo, encamada, cohabitando también carnalmente, ayuntada sin estar ni siquiera casada con un masculino prospecto, sin pasar por el áureo aro del sagrado matrimonio, qué bárbara María Magdalena?
¿Por qué él es un pintamonas?
¿Por qué los ricos son tan buenos y dadivosos si a ellos no los quieren, quieren a otros, solo les sacan los dineros y les ponen los cuernos?
Un gigoló en claro proceso de descomposición moral y física, qué vergüenza, se lía con una concubina de pasado escabroso y futuro yermo, felona, mucho me pirra.
¿Qué pasará?
Comedia fantástica (ciencia ficción) de trasfondo guasón/socarrón, la mar de cachondo. O engendro clínico, de camisa de fuerza, muy paródico/sórdido.
Él en ese asunto del amor (por lo menos del hetero que aquí como que vemos) tan engorroso o farragoso no está o se le ve precisamente cómodo, se retuerce, algo le pica por dentro y no apunta mucho a tremendo deseo, llámame loco, hace gestos raros, se pone en posiciones extrañas, se contorsiona, es errático y esquivo, por lo menos raro, parece que esté pisando huevos, los suyos, los susodichos o propios seguramente. Ella es muy elegante, sensible e inteligente, quizás excesivamente teniendo en cuenta todo lo que a su alrededor se mal menea, un psiquiátrico ambulante, parada y fonda, un crucero vital tan aberrante, mucho monstruo al retortero.
Una mezcla psicotrónica del Douglas Sirk más enfermizo con las películas de la Marisol primera tan pura y verdadera, buena.
Esos niños y esas canciones salidas de la nada que yo ya me muero y no me confieso, puestas por el de nueva york ayuntamiento para gran y masivo jaleo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
20 de junio de 2021
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿No es contradictorio discutir lo más normativo, dogmático o impuesto, querer ampliar fronteras y derribar barreras, para caer al mismo tiempo de bruces, de hoz y coz, en otra casilla todavía más feroz y cerrada si cabe, obsesivamente amurallada, fanáticamente defendida y compulsivamente nombrada? ¿No sería mejor dejarlo estar, ya se verá, ser más natural, todo puede fluir, pasar o cambiar, otra vez, tranquilidad?
¿No es contradictorio defender la idea de que la cultura pervierte, somete o moldea nuestra identidad o por lo menos la condiciona y hasta falsea e incluso fuerza, y al mismo tiempo tener tan claro que si le gustan las muñecas y las faldas ya es indudablemente y para los restos una niña, acogerse a algo tan superficial y cultural para afirmar aun con más ahínco justo lo que se pretendía negar, rechazar o por lo menos al principio cuestionar?
¿No es contradictorio considerar que un niño a los pocos años, cuatro se dice en este caso, no puede decidir nada, ni mucho menos lo más importante, somos los padres o tutores los que debemos hacerlo porque ellos, los pobres, santos inocentes, están todavía a millones de años luz de tener esa capacidad o mínimo criterio y así se lo demostramos todos los días con todo y al mismo tiempo en este caso concreto, solo en este apartado, en el resto no, el de la identidad sexual nada menos, darle todo el poder y capacidad de decisión al infante, igual que si fuera una persona muy madura y con mucha experiencia a cuestas, insistimos, en un asunto ya de por sí tan enrevesado y complejo, no suena un poco absurdo o tramposo o raro o sospechoso todo cuanto menos?
¿Y si, por lo que sea, cuando llega la adolescencia y su cuerpo cambia, entonces decide o piensa lo contrario, donde dije digo, digo Diego, se siente nuevamente diferente, no está conforme, le tiran más los pantalones y los soldados de juguete, el fútbol y esas cosas tan de hombres como las muñecas y las faldas son de mujeres, qué hacemos o decimos, qué pasa ahora, echamos marcha atrás o hacia delante, nos quedamos en el punto medio, hacemos los trámites para volver a cambiar de nombre o reprimimos al buen chaval por su cambiante o mal comportamiento, seguimos siendo tan libres y buenos? ¿Y si pasada la adolescencia, ya cumplidos los dieciocho, siente que no, que se ha equivocado de nuevo o que ha vuelto a evolucionar y que ahora le gustan mucho más Mónica Naranjo y Barbra Streisand, que quiere ser como ellas, el cambio del cambio, como los buenos políticos, dónde estamos, nos perdemos? ¿Y si, como es bien sabido, a la vejez viruelas..., cree o entiende que... porque..., qué?
En fin, la señora es lista y tremenda, de armas tomar, menuda buena elementa, entre Juana de Arco y Agustina de Aragón, ella sola levanta España, pero su testimonio mucho abarca y poco aprieta, sería como tratar de analizar una montaña, el universo entero, teniendo en cuenta, fijándose solo en una mota de polvo, lo cual es valioso e interesante, nada despreciable, pero su relato habla mucho más de cómo es ella como persona que del hecho que aquí se plantea o malamente se nos cuenta.
Diría que es una exposición anticientífica y antirracional, muy humana y sentimental.
Por cierto, los niños, pese a lo comentado por la buena señora, no son ni mucho menos ideales, son todavía si cabe más conservadores y brutales que sus mayores, su único problema es que tienen menos fuerza, son más como animales, en lo bueno y en lo malo, menos conscientes, tienen una relación más directa con la realidad, menos filtrada por la cultura, pero se dejan llevar por el grupo y repiten conductas, imitan lo que ven en su entorno más directo, se tratan de adaptar a lo que creen que se espera de ellos, quieren obtener reconocimiento, aprecio, premio, son como nosotros en una versión más pura, de igual esencia y catadura, no ha lugar a ensoñaciones, tópicos o divisiones falsas o maniqueas entre los chavales y sus padres.
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow