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España España · Madrid
Críticas de Eduargil
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Críticas 139
Críticas ordenadas por utilidad
7
25 de agosto de 2017
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Un Tango Más aparecen reflejadas dos personas que no podían ser más diferentes. Ella estuvo muy enamorada de él, un amor que al final la dejó sola y su único consuelo fue sentirse realizada bailando tangos, mientras que Juan se enamoró de una joven y bella bailarina a la que nunca amó de verdad en esos años. Dos maneras muy diferentes de pensar y sentir, el egoísmo y el sentido de la posesión de Juan hacía ella como compañera de baile: “Ella me pertenecía”, y el amor no correspondido de ella que se transformaría en odio, por las continuas traiciones sexuales de Juan y el final de su matrimonio sentimental y profesional. Sin embargo, como ella declara, se trata de un odio que la inspiró y la ayudó para perfeccionar su baile mientras continuaron juntos. Juan Carlos Copes, desde un inicio, ha estado obsesionado con su ambición de ayudar al tango a ser mundialmente famoso, mientras el interés de María Nieves Rego por el baile, por el contrario, es, al principio, sólo un medio para acercarse al hombre amado.

La belleza de María Nieves Rego es radiante a sus 81 años y su mirada es sincera y directa. A Juan Carlos Copes se le nota incomodo en la entrevista, parco en palabras y mantiene todavía una mirada seductora a los 84 años. A pesar de sus edades, sorprende la espléndida condición física de los dos y su compromiso con el baile. Ya no están juntos pero irradian pasión y alegría de vivir. Ella es, para todos los efectos, el narrador de la película, y es su historia la que prevalece. Ella es la verdadera protagonista de la película, mucho más presente y profunda que Juan Carlos.

Un Tango Más comienza con un viaje en el tiempo a la vibrante pista de baile de los años 50, la Sala Atlanta. No había televisión ni internet, y por eso la juventud de aquella época se entretenía con el cine, el fútbol y el baile. En aquella pista fué donde María Nieves y Juan se asociaron como pareja de baile durante un par de años antes de que otros tipos de música como el rock reemplazaran al tango. Sin embargo, Juan un enamorado del tango, se vio obligado a innovarlo para conseguir su mayor difusión y llevarlo a un público más amplio. Para ello, primeramente empezó a entrenar y preparar a bailarines para después realizar coreografías con ellos y montar espectáculos en escenarios. María le seguiría en su aventura a todos los lados como su inseparable pareja de baile.

Juan concibió el tango como la respuesta argentina al jazz americano, una forma de arte que podría ser exportada por todo el mundo. De hecho, hoy en día, se le conoce como el creador de una manera única de concebir el tango, el estilo Copes. Una de sus famosas innovaciones fueron los espectaculares bailes encima de una pequeña mesa, algo que provocó siempre pánico en Nieves por miedo a caerse, como cuenta ella misma en el documental. Ambos fueron la personificación del tango argentino durante muchísimos años y redefinieron juntos una forma de arte. Se presentaron con sus shows por América Latina, Estados Unidos e incluso Japón. En 1983 consiguieron llevar su espectáculo y triunfar en Broadway. María Nieves y Juan Carlos Copes son considerados héroes nacionales en su país y los más importantes embajadores del Tango en Argentina al contribuir directamente a su reconocimiento mundial.

El éxito de Un Tango Más se basa en la recreación de María y Juan, en diferentes etapas de su vida, a través de dos parejas de bailarines de tango actuales, dando la sensación al espectador de estar viendo una película de ficción. Reencarnan interpretando y bailando los momentos más destacados de la pareja: el primer encuentro, la seducción, sus frecuentes disputas, instantes gloriosos…, en coreografías de refinada elegancia y repletas de sensualidad. En Un Tango Más se muestra a la pareja en danza a través de jóvenes bailarines espléndidamente coreografiados que se imaginan todos los momentos bellos, dramáticos y trágicos de la historia de la pareja y, también, en entrevistas por separado combinadas con material histórico de vídeo y fotografías antiguas. Asimismo, vemos a María interviniendo, contando sus recuerdos, entrenando a los jóvenes bailarines con un firme entusiasmo.

El director alemán Germán Kral nacido en Buenos Aires en 1968 a pesar de haber vivido más de dos décadas en Munich no se olvida de su país natal y con Un Tango Más realiza su tercera película sobre Argentina, su segunda sobre tango. En esta ocasión ha logrado reunir a la legendaria pareja al menos una vez más en un escenario, a pesar de la deteriorada relación personal existente entre ambos. El estilo de Germán Kral está claramente influenciado por su maestro Win Wenders con el que trabajó como asistente de dirección. Además, Win Wenders, participa en la producción de Un Tango Más, con lo que la inspiración de Kral en la famosa película Pina (2011) de su mentor resulta muy evidente.

La idea de explicar los sentimientos usando la danza es brillante, con coreografías que muestran las sucesivas crisis de la pareja, la intrusión de un amante que Nieves desechó por el tango o las diferentes elecciones tomadas por ambos a lo largo de toda una vida. Existen muchos momentos grandiosos en la película, pero destaco uno sobre el resto, el excelente tango al estilo Cantando bajo la lluvia, bailado de forma elegante y sensual simulando a Gene Kelly y Debbie Reynolds. Las imágenes de Un Tango Más absolutamente maravillosas y su brillante luz desperterá los sentidos del espectador.

La crítica en: https://cinemagavia.es/pelicula-documental-un-tango-mas/
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8
1 de marzo de 2017
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película brasileña Doña Clara, dirigida por Kleber Mendonça Filho, llega a las salas españolas el viernes 10 de marzo, tras cosechar, de forma casi unánime, excelentes críticas de la prensa internacional, y de ser una de las películas más aclamadas en el pasado Festival de Cannes. La presencia de la mítica actriz Sonia Braga es el principal foco de atención de Doña Clara por su excelente actuación en el papel de Clara, una mujer fuerte y luchadora que se enfrenta a la voracidad especulativa de una promotora inmobiliaria. En España, ya pudimos ver esta magnífica película en la pasada Semana Internacional de Valladolid, Seminci 2016.

En Doña Clara se nos cuenta la historia de Clara, interpretada por una magistral Sonia Braga que tras sobrevivir a un cáncer de mama logró el éxito como escritora gracias a la publicación de un libro sobre esa experiencia. Clara es la única ocupante de un edificio de apartamentos, Aquarius, de clase media, donde vive desde hace mucho tiempo. Es presionada por una constructora que ha comprado el resto de viviendas para que venda la suya y construir un nuevo edificio, Nuevo Aquarius.

La vida para Clara es una lucha constante reflejada a lo largo de tres capítulos, cuyo inicio nos sitúa con un prólogo en los años 80, en una fiesta familiar para celebrar el cumpleaños de la tía Lucía (una mujer peculiar en sus tiempos, muy luchadora, que acabó en la cárcel en los años 60). En esta fiesta cada generación se mezcla de forma natural y nos enteramos de que Clara, la sobrina de Lucía, recientemente ha ganado la batalla a una enfermedad muy grave, lo que explica su pelo corto y el título del primer capítulo, “El cabello de Clara”. A continuación le sigue una elipsis espectacular, estamos de vuelta en el mismo lugar, pero a día de hoy, y con 65 años de Clara.

En la actualidad, Clara vive en el apartamento sola con su criada, que le hace compañía solamente durante el día. Su marido ha fallecido y sus tres hijos raramente la visitan. Cuando lo hacen, es para empujarla a vender el apartamento a la empresa que ya ha vaciado el resto del edificio y que está impaciente para que ella siga su ejemplo. El conflicto que se produce es un proceso lento, y a través de una acumulación de detalles observados cuidadosamente, Mendonça lo utiliza para construir un complejo retrato de capas, de una sociedad marcada por la corrupción y la desigualdad. La globalización y un aumento considerable de la clase media en los últimos años en Brasil prometen traer prosperidad, pero también provocan la avaricia, la especulación inmobiliaria y los desalojos.

Doña Clara es el segundo largometraje de Kleber Mendonça Filho. Al igual que en su debut, Sonidos de Barrio (2012), la película se desarrolla en su ciudad natal de Recife. La película hace una ingeniosa reflexión sobre el crecimiento económico y la brutal liberalización del sector de la construcción en Recife, pero en vez de hacer un discurso meramente político se centra más en lo psicológico, sobre el drama originado por los conflictos y las batallas de los individuos por conservar sus hogares.

Clara quiere demostrar que la propiedad de un objeto es algo más que una posesión material, se trata de algo con un valor emocional muy importante para las personas, debido al peso de su historia escrita a base de recuerdos. Mendonça Filho nos da un toque de atención, por la gran indiferencia y permisibilidad de la mayoría de la población brasileña, que no ha hecho nada por impedir la demolición de muchos edificios con tanta historia y que son un referente para mucha gente. Muchas ciudades han sido completamente remodeladas basadas únicamente en intereses comerciales, donde se ha promovido la idea de renovación eliminando lo antiguo.

En este paisaje de contienda Clara es la heroína y el centro constante de la película, del mismo modo que lo es Sonia Braga por su señorial actuación, merecedora de grandes elogios. A pesar de los años conserva una fuerza arrolladora, una envidiable frescura y vitalidad que la hacen ser única, y con esta espectacular interpretación se come literalmente la pantalla. Doña Clara es una historia sobre la fuerza de los vínculos familiares, el poder de las emociones y los sentimientos aferrados a los objetos, y en particular, los transmitidos a través de generaciones.

CINEMAGAVIA
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7
2 de junio de 2017
12 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película, Norman, el Hombre que lo conseguía Todo, tras su presentación en septiembre del pasado año, en los Festivales de Cine de Telluride y Toronto, inauguró recientemente el Festival Internacional de Cine de Barcelona-Sant Jordi con la presencia tanto de su director Joseph Cedar como de su actor protagonista, Richard Gere. El actor americano presentó también, el miércoles 31 de diciembre, la premiere benéfica en Madrid a favor de las fundaciones Juegaterapia y Save Tibet. Se trata de una espléndida sátira política ambientada en Nueva York cuyo estreno en las salas de cine españolas será el 2 de Junio.

Norman es como una personificación moderna del judío de la Corte, una figura esencial de las monarquías de antaño y que la literatura ha retratado magníficamente en numerosas obras a lo largo de la historia. Personajes como Shylock en el Mercader de Venecia de William Shakespeare, Fagin en Oliver Twist de Charles Dickens o Leopoldo Bloom en Ulysses de James Joyce son solo algunos ejemplos. Se tratan de personas muy cercanas al Rey que consiguen la confianza del monarca en gran parte por su experiencia en el mundo financiero y por su gran capacidad y habilidad para mover grandes sumas de dinero. En realidad, la banca era la única profesión posible que les quedaba a los judíos en siglos pasados para subsistir. Sin embargo, este trato especial de los Reyes hacía la población judía desencadenó mucha desconfianza y resentimiento del resto de la comunidad que unido al fuerte antisemitismo existente provocó irremediablemente su caída.

El director Joseph Cedar basándose en la figura del judío de la Corte crea el oficio de “arreglador” para el personaje de Richard Gere. Se trata de alguien que realiza encargos y ayudas normalmente a personas poderosas, para que éstas consigan aquellas cosas que desean y que no se atreven a hacerlas por ellas mismas, es decir el trabajo sucio. En el caso de Norman Oppenheimer, sería organizar reuniones y encuentros entre él que necesita algo y él que puede ofrecer favores. Para Norman la gente es su mercancía y el trabajo en red es su profesión y, además, todas las personas que interactúan a través de él se utilizan entre sí.

La estrella y el centro de la película es indiscutíblemente Richard Gere, que ha sabido retratar de manera magistral a un personaje solitario, vulnerable y, a veces patético. Pasa los días y las noches recorriendo la ciudad de Nueva York estrechando manos, repartiendo tarjetas de visita, siempre omnipresente persiguiendo, como si de una sombra se tratara, a algún posible cliente a quien poder ayudar. Utiliza siempre a su exmujer e hija como argumento inicial y una forma de ofrecer algo para empatizar con su presa y empezar a ganarse la confianza, pero en realidad no conocemos nada de él, no sabemos si realmente tiene familia. En definitiva, considera que la única manera de tener amigos consiste en canjear algo, en ofrecer siempre algo más que una simple compañía. Sin embargo, aunque la mayoría de las veces no tiene nada que ofrecer consigue ganarse cierto respeto de la comunidad judía.

El aspecto físico de Richard Gere no es para nada el de macho alfa, maduro interesante y ni mucho menos de conquistador al que nos tiene acostumbrados, sino más bien, todo lo contrario, estamos ante un personaje timorato, aparentemente descuidado, encorbado, torpe y asustadizo que Gere se encarga de caracterizar de forma magistral. En esa deformidad de su cuerpo el propio actor aporta su granito de arena, como reconoce en una entrevista, haciendo algo en sus orejas para que sobresalgan más de la cuenta. Vemos a Norman siempre a lo largo de toda la película con un móvil y un maletín en sus manos, y provisto de un mismo vestuario formado por un abrigo, bufanda, sombrero y auriculares.

No es muy normal que más de la mitad de una crítica lo dedique a hablar de un actor pero es que, Norman, el hombre que lo conseguía Todo, es lo mismo que pronunciar el nombre de Richard Gere. Aunque, también es importante y justo resaltar al plantel de lujo que acompaña al veterano actor, cuyas espléndidas interpretaciones han contribuido decisívamente a aupar a Gere, a una de sus mejores, por no decir la mejor actuación de toda su carrera. Hay que resaltar la fantástica interpretación de Lior Ashkenazi en el papel del agradable y carismático primer ministro israelí, que hará cualquier cosa para mantenerse en la cima, además de contar con la participación de Michael Sheen, Charlotte Gainsbourg, Dan Stevens, Steve Buscemi y Harris Yulin.

Norman, el hombre que lo conseguía Todo ayuda a reflexionar sobre la atracción y el encanto suscitado por el poder, al tiempo que nos muestra toda su crueldad cuando te enfrentas a él. Joseph Cedar da un toque teatral, hacía el tramo final de la película, al utilizar hábilmente el recurso cinematográfico de invisibles pantallas, para separar y dividir a Norman del resto de personajes, a los que acecha y con los que habla enérgicamente a través de su teléfono móvil. Todos están en diferentes partes de la ciudad o del mundo, en cambio, parecen ocupar el mismo espacio.

Richard Gere ha pasado la mayor parte de su carrera artística realizando papeles románticos y de galán, cuyo éxito tras la pantallas ha sido más por su sonrisa seductora que por sus dotes interpretativos, siempre me ha parecido muy limitado como artista por su poca variedad de gestos, sin embargo, ahora con un personaje tan atípico para él, debo confesar que me ha seducido como actor. El dicho de que el vino cuanto más viejo mejor, viene como anillo al dedo para su papel en Norman. Resulta estimulante ver a Richard Gere con casi 68 años dispuesto a desafiarse a si mismo, en un papel tan diferente al que nos tiene acostumbrados y, además, hacerlo tan magníficamente bien y sobre todo, con una sorprendente facilidad. Con esta película me rindo a sus pies.

Cinemagavia http://cinemagavia.es/critica-pelicula-norman/
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9
7 de febrero de 2017
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Moonlight, basada en una historia de Tarrell Alvin McCraney, escrita y dirigida por Barry Jenkins, nos narra la difícil vida de Chiron, un joven afroamericano tranquilo, tímido y sensible que crece en los suburbios de Miami, desde su infancia, hasta la edad adulta. De niño no encaja con el entorno agresivo y conflictivo de su barrio, sus únicos amigos son Kevin, el traficante cubano de crack del barrio, Juan (Mahershala Ali) y su novia, Teresa (Janelle Monae). A medida que Chiron crece, el acoso escolar es más violento y la adicción al crack de su madre (Naomie Harris) va en aumento. Cuando llega a la adolescencia su mundo se vuelve aún más conflictivo, además de confuso acerca de sus sentimientos y su lugar en el mundo.

Tres actores interpretan al fascinante personaje principal, en cada una de las tres partes en las que está estructurada la película, correspondientes a diferentes etapas de su vida. La versión infantil por el debutante Alex R. Hibbert, con una soberbia y maravillosa actuación llena de naturalidad, como un niño flacucho, repleto de dudas sobre sí mismo, al que sus compañeros llaman Little, y eligen sin piedad como centro de sus ataques. Posteriormente, como adolescente, más flaco y larguirucho, se le conoce por su verdadero nombre, Chiron, interpretado por Ashton Sanders. Ahora la vida se le hace más difícil y complicada, y cuando por fin descubre su identidad, su corazón queda sumido en el dolor, además de aprender que no existe otra forma de sobrevivir en ese mundo hostil. Y por último, Trevante Rhodes, como el adulto Chiron que pasa a llamarse Black, irreconocible tanto físicamente (muy musculado) como mentalmente, respetado, amenazante, duro y distante; pero también consigue reflejar de forma moderada y con una brillante sutileza esa sensibilidad del personaje.

Chiron parece destinado a estar siempre fuera: en un país donde se protege a los blancos y se venera la riqueza, es negro y pobre. En un entorno social donde se valora ser duro y exige una masculinidad a veces casi caricaturesca, es sensible y gay. Tiene que aprender a salir adelante prácticamente por sí mismo ante la falta de padre y con una madre drogadicta que no está siempre cuando la necesita. La falta de figura paterna es cubierta con el narcotraficante Juan, que le enseñará a nadar (las escenas entre el joven Quirón y Juan, cuando este último lo lleva a la playa, tienen una belleza poética tan maravillosa, tan llena de sensibilidad que realmente es muy conmovedora) y le anima a ser él mismo sin importar lo que el resto de la gente exija que sea: “en algún momento tienes que decidir por ti mismo quién vas a ser. Y que nadie tome esa decisión por ti”. Sin embargo, Juan es también quien suministra las drogas que están destruyendo a la madre de Chiron.

Es una película de enorme fuerza y muy personal, que fácilmente puede hacerte llorar al tiempo que te hace reflexionar. La base de la historia es fruto de vivencias personales tanto del dramaturgo Tarrell Alvin McCraney como del propio director Barry Jenkins. En las notas de producción se recoge que ambos crecieron en el mismo barrio tosco de Liberty City, donde se desarrolla gran parte de Moonlight, y aunque no se conocieron cuando eran niños, sus años de formación fueron similares. Casualmente, los dos crecieron en hogares en los que sus madres se enfrentaban a una severa adicción a las drogas. La madre de Jenkins sobrevivió a su batalla y lleva siendo seropositiva 24 años, mientras que la madre de McCraney finalmente sucumbió al SIDA. Para la realización de Moonlight, Jenkins fusionó sus recuerdos de infancia y la dificultad de ser adulto en el barrio de Miami de Liberty City con la historia de McCraney. El resultado es un retrato hipnotizante y auténtico de los desafíos a los que se enfrenta un hombre negro, especialmente gay, y cuán limitadas son sus opciones.

Moonlight se adhiere a ti desde el primer momento, desde la brillante primera escena hasta la poderosa y conmovedora última toma. La película está repleta de momentos mágicos y memorables, a lo largo de las dos horas de metraje. Además de la mencionada escena en la playa donde Juan enseña a nadar a Chiron, aparecen otras tan fascinantes como el intenso y romántico momento íntimo de su primera experiencia sexual o la de su hermoso y vibrante encuentro en un restaurante con alguien muy especial en su vida (no quiero hacer spoiler ni dar muchos más detalles), ambas rodadas con una gran sensibilidad y delicadeza.

Barry Jenkins, además de ser el cuarto cineasta negro en ser nominado como mejor director a los Oscar, fácilmente podría convertirse este año en el primero en ganar la preciada estatuilla. Personalmente, habiendo visto todas las películas nominadas, para mí Moonlight es la favorita a Mejor Director e inclusive a Mejor Película, a pesar del excelente nivel de las otras películas candidatas. Es una película sensual y provocativa, con un enfoque tierno y contemplativo tanto de la masculinidad como de la sexualidad que no depende de imágenes explícitas para contar una poderosa historia, e intenta demostrar que la auténtica masculinidad viene a través de la honestidad emocional, y de no tener temor a expresar los verdaderos sentimientos. CALIFICACIÓN 90/100

https://www.facebook.com/OcioGavia/posts/139753696537496:0 CINEMAGAVIA
Eduargil
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6
22 de diciembre de 2016
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de Michelle & Obama sobre como salió la primera cita, en un verano de 1989, de un joven asociado en un bufete de abogados de Chicago llamado Barack Obama con su tutora de despacho, Michelle Robinson, no tendría especial interés si no fuera porque aquella relación terminó en boda y se convertiría en 2009 en el matrimonio más famoso e influyente del mundo cuando trasladaron su residencia familiar a la Casa Blanca. Aquella cita cuyo objetivo inicial era únicamente laboral para asistir a una reunión vecinal terminó siendo un pretexto para pasar un día entero juntos, visitando obras de arte afroamericanas de Ernie Barns en el Instituto de Arte de Chicago, tomar unas cervezas, ir al cine para ver Haz lo que Debas (1989) del director Spike Lee, y acabar tomando un helado de chocolate.

En esa intensa jornada ambos tienen la oportunidad de conocerse mejor y divagar sobre la vida, además de proporcionarnos interesantes puntos de reflexión sobre problemas raciales y de género en la sociedad americana actual, donde se nos muestra el talento de Barack Obama para agitar a las masas y llegar a la gente (Incluida Michelle) a través de su excelente oratoria que comprobamos en su profundo y emocional discurso en una pequeña comunidad de vecinos, y las frustraciones e inquietudes de Michelle que vemos reflejadas en sus diálogos con Obama al sentirse capacitada para realizar otro tipo de actividad de mayor relieve y cuya vida social está enfrentada con la laboral. También hay que destacar esa lucha interior de Obama contra su padre que lo abandonó a él y a su madre a una edad muy temprana y que lo ha marcado toda su vida.

El tono de la película se aleja bastante de un biopic al uso ya que se trata de una historia romántica basada en hechos reales de un episodio concreto en la vida de los Obama, la primera cita, el primer beso, aunque el discurso en la reunión de la comunidad como ha reconocido el propio director Richard Tanne sucedió realmente un año después. La película tiene lugar en el transcurso de un solo día, conservando el mismo formato, estilo ligero y soñador de cualquiera de las películas de la trilogía “Antes de” de Richard Linklater.

En cuanto al guión, las conversaciones se sienten la mayoría de las veces espontáneas y naturales. La poca acción se compensa sobradamente con las magníficas y carismáticas actuaciones de la pareja protagonista. A destacar la interpretación de Parker Sawyers en el papel de Obama de forma magistral, tanto en la reproducción de los tonos de voz como en los gestos y tics, además de que físicamente ambos tienen bastante parecido entre sí. Hay un gesto muy característico de Obama con la boca y la lengua que Sawyers lo borda como también sus movimientos de manos y su peculiar sonrisa. En cuanto a Tika Sumpter como Michelle realiza una actuación consistente y vigorosa transmitiendo gran fuerza y carácter a su personaje. En definitiva es una película sin grandes pretensiones pero con mucho encanto, sincera y elegante.

Todas mis críticas en:
http://timejust.es/author/barriodelensanchegmail-com/
Eduargil
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