Me parece mentira ser el primer filmaffinitero en ver y escribir sobre esta miniserie de coproducción canadiense- japonesa ( y no americana señores de Filmaffinity) que narra en tres niveles ( militar,diplomático y político) los acontecimientos que llevaron al lanzamiento de las bombas atómicas sobre Japón.

Las reuniones del presidente Truman ( gran papel de para mí un desconocido Lynn Adams. Hay veces que uno no sabe si está viendo al Truman de verdad o no) con su Gabinete son seguidas con las del Gabinete de la guerra japonés del Primer Ministro Suzuki, y la división acentuada entre los halcones en torno al Ministro de la Guerra Anami y las palomas encabezados por el Ministro de Asuntos Exteriores Shigebetsu.

Al mismo tiempo asistimos a los preparativos militares del lanzamiento de la bomba, al ensayo en Álamo Gordo, la conferencia de Potsdam, los kamikazes, etc todo ello aderezado de imágenes auténticas muy bien insertadas en la historia. Un festín para todos a los que nos interesa este periodo decisivo de la historia.

Y a pesar de su nombre "Hiroshima" no acaba ahí sino que llega al lanzamiento de " Fat boy" sobre Nagasaki y la capitulación de Japón.

En suma, una magnífica mini serie que pasó injustamente inadvertida en su momento.

Para un servidor que leyó de niño " El último mohicano" y se imaginaba la historia en los pantanos de los Everglades esta coproducción alemana española chirría mucho. Cambiar los manglares por el desierto almeriense ya choca pero sí a eso le añadimos lo pesado que se hace el actor principal, con ese aire arrogante y al que le quieren hacer pasar por sex symbol entre una morena y una rubia, es ya de traca.

Le pongo un cuatro porque aún así tiene un cierto aire kitsch, entretiene, y en las condiciones en que la vi ( tv, siesta, calor, vacaciones verano) se le perdona hasta la escena " coyote/ corre caminos del fuerte"(ver spoiler).

Hasta que no entré a valorar esta película en "Filmaffinity" no supe que era un telefilm. Vista en la tv hace muchos años, todavía la recuerdo como una agradable sorpresa sobre todo porque no esperaba una buena actuación del casi siempre insoportable Val Kilmer. En esta película el ínclito Kilmer interpreta a un veterano de la Primera Guerra Mundial que vuelve a casa y comete un pequeño robo. Detenido, es llevado a una prisión en el sur del país de donde se escapará dos veces con la ocasión de los trabajos forzados en las carreteras, tan popularizado por el cine.

Pero la película no trata sobre sus fugas, no es "fuga de Alcatraz" ni sobre lo mal y lo injusto de su situación, no es tampoco " Homicidio en primer grado" sino que el film se centra más bien en cómo el personaje, que está basado en hechos reales, rehace su vida aunque su pasado le persigue una y otra vez.

No es exactamente un remake de la clásica "Soy un fugitivo" con Paul Muni de 1932, de hecho hay una escena en esta película en que el protagonista va al cine a ver esa película, peroaún así es muy recomendable.

Decente telefilm que parte sin embargo de una premisa difícil de creer. Resulta que según la ley de no sé qué Estado de los EEUU si el marido no da señales de vida en x tiempo la mujer se puede divorciar sin más. No se comprende en la peli si el marido, el varonil William Petersen que se da un aire a lo George Clooney, pasa de su mujer y de sus hijos porqué vuelve enseguida al pueblo en cuanto recibe la noticia de que su mujer se va a casar con el hombre de "pro" del pueblo,educado y con buen empleo, interpretado por un convicente Brian Kerwin.

El género de comedia romántica no suele producir muchas carcajadas en los cines, y esta peli es un buen ejemplo.

Acabo de ver este bello documental en Netflix, y deja sobrecogido conocer la historia de "uno de los supervivientes" ( eso dicen en el documental. Yo pensaba que solo había uno) del doble bombardeo atómico en Hiroshima y Nagasaki.

Como joven ingeniero naval Tamaguchi estaba destinado en Hiroshima cuando el 6 de agosto la bomba atómica fue lanzada. Es estremecedor ver en el documental la parte en la que narra su viaje por la ciudad arrasada y esas "balsas de cadáveres" que tuvo que atravesar en un río. Las escenas en la reconstrucción del dcoumental parecen sacadas de Dante y su descenso a los infiernos.

Tamaguchi consiguió llegar a una estación y reunirse con sus dos amigos para volver a Nagasaki, su ciudad, donde tres días después se lanzaría la segunda bomba atómica. A partir de aquí el documental apenas reconstruye la historia de la bomba y más bien sigue la vida de Tamaguchi y su activismo antinuclear. Aprendemos que haber sobrevivido a la bomba es un estigma en el Japón de la postguerra ( para encontrar trabajo, casarse, etc) y que Tamaguchi tuvo que vencer las reticencias de su familia para contar su historia.

En la última parte del documental vemos su emotivo viaje a Nueva York, donde habló en las NNUU y como en Nagasaki, en el museo de la bomba, habla con un grupo de estudiantes de EEUU de su experiencia. Pero para mí la escena más impactante de la última parte del documental es ver cómo quedó la imagen de la Virgen María tras el bombardeo nuclear de Nagasaki. Y es que los americanos hicieron gala de su proverbial ignorancia de la historia y la cultura de otros países: Decidieron bombardear dos de las ciudades más occidentalizadas de Japón. Hiroshima, el primer puerto abierto al comercio con Occidente y Nagasaki, donde vivía la principal minoría cristiana del país.

En suma, un gran documental de una gran persona.