Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Lafuente Estefanía
Críticas 1.697
Críticas ordenadas por utilidad
4
1 de octubre de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
O Trinidad. Y siguieron llamándolo hasta que la cosa ya no dio para más.
Son los inicios de los años 70, ha muerto el western clásico y surge en el Mediterráneo una nueva modalidad que tuvo su éxito. Y, claro, se trataba de estirarlo al máximo con series dedicadas a Sartanas y a Trinidades que tuvieron sus seguidores.
En esta ocasión se toma un camino intermedio entre ambos.
De Boston llegan en la diligencia los McIntire, "Dos pipiolos desarmados", rubicundos y bobos, la versión vaquera de Pili y Mili. Los esperan dos criados del rancho paterno, Chico y Sancho, otros dos atontados sobre los que descansa la presunta parte cómica de la cinta.
Y por fin aparecen en escena los dos temibles pistoleros, Cemetery (Garko) y Duke (Berger), responsables de los tiroteos y de la parte dramática, "Nunca dos en el mismo comedero". Ya saben, "Velocidad cuando desenfundas y precisión en el disparo".
O sea, tenemos en escena a triples parejas.
Lo demás es la historia de siempre, el cacique que quiere imponer su ley y contrata a los matones correspondientes. Mal guion que se complica la vida retorciendo el argumento al final. Realización que no termina de decidirse entre la comedia y el drama. Abundantes tiroteos, ritmo vivo y original desenlace.
Personajes estereotipados, rudos, silenciosos pero que de vez en cuando dejan alguna perla en los diálogos, "¡Bastardo pistolero! -Si, pero de nacimiento". Interpretaciones correctas.
Película regular que puede gustar a los aficionados al western europeo que no tengan grandes expectativas.
Lafuente Estefanía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
23 de septiembre de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La necesidad de tener detrás una historia potente llevó a la joven nación de EEUU a crear sus propios mitos y leyendas que han llevado una vez y otra al celuloide.
Una de ellas es la de El Álamo, junto a San Antonio (Texas), donde se encerró una pequeña dotación de hombres conjurados a defender hasta la muerte las ruinas de esta antigua misión española.
Enfrente las tropas de Antonio López de Santana (Nash), "despótico" Capitán general de México al decir de los americanos, que presentan aquí de forma un tanto burlesca como un hombre de menguada estatura embutido en un uniforme militar con sus correspondientes charreteras. Menos mal que en esta ocasión los "soldaditos de plomo" que manda no se pasan de colorido ni de dorados.
¡Cuánto echamos de menos una buena versión mexicana de este mismo suceso! Una pena, porque con tantos Álamos de sus vecinos del norte nos quedamos sin ver el bosque de lo que realmente pasó.
La historia, no obstante, no carga aquí las tintas contra los pobres mexicanos.
El guion está bien, la dirección no tanto pues apenas nos permite apreciar la personalidad de aquellos recios defensores, Travis (Carlson), Bowie (Hayden), Croquet (Hunnicutt), Austin (Kruger) Mike Randin (Borgnine) y compañía. Buen elenco y buenas interpretaciones.
Ritmo irregular con una trama sentimental bastante mustia. Bien las escenas de los ataques y magnífica banda sonora con el Toque a degüello incluido.
Cinta digna muy poco conocida que bien merece un vistazo, al menos de los aficionados al género.
Lafuente Estefanía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
10 de septiembre de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A comienzos de los 70 Torremolinos es una ciudad que empieza a atraer turistas. Al principio proceden del mundo snob, artistas extranjeros sobre todo, aunque ya está en marcha la especulación inmobiliaria como se aprecia en la cinta.
Sobre este fondo se dibuja una trama de intriga cuando un hombre con gabardina asesina a una serie de personas, cuyos cadáveres recoge cuidadosamente.
La intriga se diluye rápidamente cuando vemos que van a parar a la casa de un famoso escultor ciego, Franz Badulescu (Karloff), que está componiendo una obra sobre los esqueletos de las víctimas. Todo con la ayuda de su enigmática esposa, Tania (Lindfors). Excelente las interpretaciones de ambos.
Pese al tema morboso que se aborda y a la presencia de estos actores, la película no tiene nada de terrorífica. Hay que dejar esto bien claro para evitar decepciones. Si el director lo intentó en algún momento, hay que reconocer que fracasa.
Falla también el guion cuando muy pronto empieza a dar pistas de su desarrollo evaporándose la intriga y restando interés sobre el desenlace.
Después de un inicio muy esperanzador la acción decae enseguida. Los personajes, hay bastantes, se describen con cierta superficialidad, sin profundizar gran cosa.
Tiene asimismo la cinta cosas interesantes, como por ejemplo conocer la fauna de "artistas" que llegan del norte de Europa para instalarse y parasitar en la costa malagueña, un poco al hilo de "El turismo es un gran invento" (1968) o "Torremolinos 73" (2003).
Lo mejor para nosotros es la referencia al mundo de los gitanos que viven en las inmediaciones con sus organillos por las calles y sus críos desarrapados. Impresionante el "entierro" del jorobado que alquila las sombrillas de playa, por la noche con antorchas en medio de una emocionante saeta, o la zambra nocturna donde la Reina de los gitanos predice el desenlace, "Los gitanos sabemos cuando viene el diablo".
Nos gusta este toque tan carpetovetónico y racial en medio del mundo de la farándula snob de la época.
Sin ser de terror, la discreta intriga y las referencias sociológicas a lo que unos años después será la costa de los millonarios convierten a este "Coleccionista" en una película que tiene su interés.
Lafuente Estefanía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
26 de julio de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la "Fiebre de indio" que impulsa a muchos blancos a "Odiar, matar, violar" a quienes no tienen el mismo color de piel.
Una cantina, un cantinero sirve bebida a un indio mestizo (Bronson), un sheriff gordo que le increpa, "Piel roja, negro, te está hablando un hombre blanco". Cruce de miradas, desenfundan y cae herido de muerte el sheriff. El mestizo huye a caballo.
De nada le sirve aquí la legítima defensa: "Un indio ha matado al sheriff". Hay que formar una patrulla para salir en su busca y ahorcarlo. Es el momento más interesante de la cinta pues nos permite conocer los motivos que tiene cada uno para perseguirlo.
Lentamente el antiguo capitán Quincey (Palance) se coloca su viejo uniforme confederado. Se sabe el jefe de la partida, es el vanidoso que "No soporta ser un hombre más en una población pequeña". Le siguen por inercia y rutina otros vecinos desocupados, "Estaría bueno que un apache se burlara de nosotros". Entre ellos los hermanos Hooker, tres auténticos salvajes, borrachos y odiadores, "Esta sería una buena tierra si no hubiera indios". Por no quedar mal se incorpora al grupo un emigrante escocés que desoye los prudentes consejos de su esposa. Pero también alguno rechaza marchar, "Seguro que el sheriff ha encontrado por fin lo que merecía". Eso sí, lo argumenta escopeta en mano.
Es decir, hasta cierto punto tenían libertad para ir o no ir tras el indio. Hasta cierto punto.
El resto puede verse en la sinopsis. Una persecución implacable en la que la iniciativa la lleva siempre el Mestizo que, en un momento dado y ante la violencia extrema de sus perseguidores, se despojará del ropaje de los blancos para adoptar definitivamente el apache en el enfrentamiento final. El hábito en este caso hace al monje.
La idea es brillante, un análisis de las distintas gradaciones del racismo en una sociedad cerrada y aislada. El guion tiene lagunas importantes pues nada sabemos de la vida anterior del Mestizo, como de la presencia testimonial de un grupo de cheyennes que pasan por allí.
Rodada enteramente en exteriores secos e inhóspitos, la realización los aprovecha muy bien para proyectar sobre los mismos el cúmulo de pasiones y de violencia que generan los sucesivos fracasos y frustraciones de los perseguidores con sus correspondientes luchas intestinas. "No sé en qué estaría pensando Dios cuando hizo a los apaches", "No son hombres, son animales".
Tras una primera parte fulgurante, luego la acción remite hasta hacerse un poco pesada al final con escenas agónicas que parecen sobrar.
Lo más interesante la diferente forma de enfrentarse a una naturaleza hostil y, sobre todo, el análisis del racismo y sus gradaciones con los correspondientes enfrentamientos dentro del grupo.
Un buen western hecho en unos años difíciles para el género. Infravalorado. Recomendable para los aficionados.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lafuente Estefanía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
9 de junio de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El esquema es el de un western clásico. Un hombre, Caru (Mortesen), debe conducir a un reo de asesinato, Mohamed (Kateb), a otro pueblo donde espera ser juzgado. Por el camino se interponen los deudos de la víctima que desean tomarse la justicia por su mano, ganaderos que simplemente vierten sobre él sus frustraciones y bandas de soldados que libran su enfrentamiento particular como en una guerra de Secesión cualquiera.
Y el paisaje. Otra vez el paisaje. Un Monument Valley en versión del Atlas norteafricano cambiando las arenas por las piedras de la alta montaña. Planos enormes que, después de un rato de observación, adviertes allá a lo lejos dos pequeños puntos que se mueven. La soledad inmensa y mineral de los paisajes abiertos.
Custodio y reo caminan juntos y se enfrentan juntos a todos los adversarios que se ponen por delante, a todo el rigor de un entorno hostil. El camino, la conversación tienen una vez más la virtud de unir voluntades. Aunque uno de ellos sea un indio, digo un árabe, y el otro un maestro católico de una escuela perdida, "¿Tienes hijos? -No, tengo alumnos".
Cinta bellísima que destila poesía. Tal vez un poco lenta. Sin duda. La fotografía, el paisaje, el color, raya todo a tal altura que la realización se recrea en demasía en algunas escenas.
Al guion es posible que le sobre alguna que otra escaramuza bélica. Lo que de verdad interesa está en otra parte.
Las interpretaciones superiores tanto de Mortesen como de Kaleb. Casi queda por encima este último.
"Dos cabalgan juntos", "Dos caminan juntos". ¿Qué más da? Lo importante es el camino, caminos sobre la mar pedregosa. Lo importante es el tiempo que empleamos los viajeros en recorrerlo y en comprendernos.
Sin duda se trata de una bella película que recomendamos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lafuente Estefanía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow