Perdida la sorpresa que supuso la primera y única versión de1968, reemplazado el carismático Charlton Heston por el limitado Mark Wahlberg y con los absurdos intentos de introducir guiños de supuesta corrección política (igualdad, respeto animal), el resultado es simplemente mediocre. Y a diferencia de la película de 1968, nada importa lo que vaya ocurriendo porqué es imposible identificarse con ninguno de los protagonistas.
Si no fuera por el derroche en efectos especiales, ni siquiera serviría para pasar el tiempo; de está manera puede ser una buena compañia para una siesta ligera en el sofá del salón, un sábado por la tarde.

... y viera a su vampiro convertido en guaperas de discoteca seguramente quemaría todos sus libros y se suicidaría clavandose una estaca en el corazón.

Película floja, muy floja (en argumento, en personajes, en actores). Su único mérito son unas caras bonitas (lo cual siendo jóvenes carece de mérito alguno). Sólo apta para adolescentes en periodo de frustración sentimental, justo cuando las hormonas sustituyen a la inteligencia, y para adultos descerebrados o ya seniles.

Y como resultado otra película desperdiciada: buenos actores, personajes interesantes, una situación original, un inicio de la trama que podría haber dado a un desarrollo sorprendente... y al final todo se reduce a un final absurdo y con moraleja. O sea, de buenos y malos donde los malos pagan por lo que hicieron y los buenos tienen justificado todo lo que puedan hacer porque lo hacen en nombre de la justicia. La historia funciona bien durante los primeros 90 o 100 minutos... la última media hora lo estropea todo.

No es una película original; en realidad es una combinación de "Mad Max", "1997 rescate en Nueva York" y "28 días después" con protagonista femenino en vez de masculino. Pero la mezcla funciona, la película no se hace en absoluto larga y uno no mira en ningún momento el reloj para ver cuanto falta para que acabe. Por otra parte y aunque algunas secuencias de acción son exageradas o poco creíbles, nadie espera un documental ni la exageración llega al punto de hacerlas completamente irreales. Además los personajes están aceptablemente perfilados, las interpretaciones son correctas y tiene el atractivo añadido de contar con dos secundarios de lujo: Malcom McDowell y Bob Hoskins.
En resumen: una película más que digna para todos los amantes del cine de acción con un toque gore y las distopias post-apocalípticas.

No hay nada original en esta película. Jodie Foster es una buena actriz pero la película es una más como las que protagonizó Charles Bronson en los setenta y ochenta interpretando a Paul Kersey sólo que cambiando el sexo del protagonista (como si eso tuviera alguna relevancia). La película aburre con todos los tópicos. Si quieren acción, vayan a los clásicos y vean una de Harry el Sucio.