La peli está bien para los que nos gusta el género. El argumento aunque no es nada del otro mundo no está mal, y algunas ideas están bastante curiosas. Pero sobre todo está bien dirigida por Tsui Hark: todas las escenas de acción son buenas, y más si contamos con Van Damme, que es el amo (y solvente como actor). El personaje de Dennis Rodman aporta algunos puntos de humor, que hay que saber pillar. En definitiva, que te pasas un rato muy entretenido viéndola.

Esta película llama la atención, en primer lugar, por estar dirigida por la hija de Clint Eastwood, uno de los más grandes directores de cine en activo. ¿Habrá heredado los genes de su padre en este aspecto?
Hay que recordar que cuando Clint Eastwood comenzó en la dirección cinematográfica ya llevaba a sus espaldas una notable carrera, como actor, en el mundo del cine, habiendo trabajado a las ordenes de directores como Sergio Leone y Don Siegel… Y aún así, pese a comenzar con la notable “Escalofrío en la Noche”, el verdadero genio de Clint tal y como lo conocemos hoy no surgió hasta bastantes años después, ya que mayormente se dedicó a hacer películas poco ambiciosas (aunque todas son buenas) como “Licencia para Matar”, “Ruta Suicida”, “Bronco Billy” o “Firefox”… En cambio, su hija Alison, tras una pequeña carrera como actriz de tercera, parece que no se ha andado con rodeos y ha comenzado dirigiendo un guión de drama intimista con el que la mayoría de directores debutantes se hubieran quedado en un telefilm barato… Pero no ha sido el caso. No sabemos si habrá sido aconsejada por su padre pero la película le ha quedado bastante bien, y ha dirigido con buen pulso este drama en el que un accidente bastante desgraciado cambiará las vidas de las personas implicadas de una manera que seguro no se esperaban.
La película ha pasado sin hacer mucho ruido, pero por lo general quienes la han visto se han llevado unas sensaciones bastante buenas… Esperemos que no sea casualidad y que la Allison Eastwood tenga oportunidad de volvernos a brindar películas notables como esta.

Esta es una peli 100% estilo serie b ochentera...
La historia hoy en día no sorprende, pero es resultona. La peli tiene su toque siniestro. El ambiente de la cárcel está conseguido, aunque es extraño ver a algunos presos y ciertas cosas que hacen...
Lo que importa aquí, la acción, está bien, con un Van Damme en plena forma física que reparte sus patadas entre todos los malos...
No es una película especialmente destacable de entre la filmografía del belga pero es una película entretenida si te gustan las artes marciales y la acción.

La película no está nada mal, el argumento es bastante curioso, es bastante raro que un tío se ponga a leer toda la prensa buscando conexiones entre todo y construya teorías sobre conspiraciones y cosas ocultas... Pero lo mejor de la película es el propio personaje de Jerry, interpretado muy bien por Mel Gibson, que hace que Jerry de verdad nos importe. Luego también está el toque romántico, que no está mal, aunque Julia Roberts no está demasiado bien para variar... La principal pega del film era que el argumento inicial estaba bastante bien y luego van y lo mezclan con otra cosa que se vuelve el verdadero argumento de la peli. Una lástima, porque era peor... Están bien las escenas de acción, cómo la de la silla de ruedas... Que angustia, que nervios... Luego el final está bien, con sorpresas, recuperando lo que se perdió en el camino... Una entretenida película, aunque podría haber estado mejor.

La película no es muy original. Mejor dicho, no es nada original: una mujer casada y con hijo que conoce a un tipo más joven y tiene una aventura, y luego se va sintiendo culpable y piensa si debe dejarlo o no... Pero está bien hecha y entretiene pese a durar dos horas. Aunque seguramente podría haber quedado mejor con otro final. Está bien que sea un drama con toques de intriga en las escenas finales, que le complican la vida a Edward (que, por cierto, es un crack). Uno de los puntos fuertes (por no decir que es lo mejor de la peli) es la interpretación de Diane Lane. Olivier Martinez cumple, y Richard Gere en su línea casi inexpresiva. Poco original, pero no está mal.