Algunos directivos de televisoras mexicanas voltean hacia el cono sur de América y deciden probar nuevas tendencias en el formato de la telenovela, que notoriamente sigue desplazando en dichas regiones al melodrama tradicional para darle cabida a la problemática social del narcotráfico y el contexto que lo envuelve, y probar su efectividad del tópico frente al televidente.

CadenaTres en mancuerna con Caracol Televisión producen este nuevo proyecto situado en cuatro regiones del continente -Bogotá, la selva colombiana, México D.F. y Miami-, en dónde podemos ubicar a personalidades inmiscuidas en el ámbito del narcotráfico. Tres hombres y una mujer se ven enganchados en el proceso de producción, distribución y consumo de cocaína, afectando su modus vivendi, planes y seguridad. “La ruta blanca” es un thriller reincidente con respecto a la corrupción a nivel gubernamental y el ajuste de cuentas entre familias, bandos y desertores.

Las particularidades de la historia hacen un apunte interesante dentro del formato en el cual se enmarca, sin embargo adolece del inmutable señalamiento moral acerca de todo lo relacionado con el polvo blanco y tomando al televidente como insensato. El argumento no guarda imparcialidad y sus mensajes en pro de la legalidad y de la negación del consumo de drogas asedian las cuatro historias durante el tiempo de transmisión.

Técnicamente falla en varios aspectos: la diferencia en la tonalidad de color de las cámaras entre un país y los dos restantes; la continuidad nunca fue exacta; algunas escenografías sobre todo los correspondientes a México fueron visualmente pobres (las oficinas de la policía); los fx tampoco se caracterizaron por ser notables. Otro de sus puntos débiles recaen sobre el reparto, actores que expusieron sus deficiencias interpretativas, sobre todo aquellos instalados en Miami.

En resumen, la falta de una mejor coordinación entre productores y directores hacen un trabajo interesante al que le faltó pulir, no obstante se encuentran dispuestos a ofrecer algo más que lagrimas trilladas.

Tres directores y ocho relatos en los que se continúa indagando las relaciones humanas a través del amor, el sexo y las perversiones. Un combo de cortos que queda a la sombra de su predecesora por la falta de ingenio y en el cual se advierte el auspicio de la picardía como recurso para el realce de algunas historias, sin mucho efecto cabe aclarar.

Hay un riesgo con la etiqueta del holocausto, que el público concurra a las salas de cine con cierta predisposición, que omita esta serie de filmes de alto dramatismo, o bien, ajustar el sentimentalismo contra la objetividad al momento de valorar cintas de esta temática. Particularmente admiro el trabajo técnico que respalda al guión, fotografía impecable, sets minuciosamente detallados, caracterización de nivel y un guión desgarrador que mueve fibras, pero que no gira con respecto a otras películas. Si en su edición hubiesen jugado con secuencias de tiempo podría tener ese valor agregado.

Un trabajo que connota el corazón de la directora en su trabajo, hoy queda en un aceptable 7, superado por una nominación al Oscar.

Al narrar consecuencias de hechos atroces de la Argentina durante la dictadura en los años 70, "Cautiva" queda como un referente para conocer algo más de lo que el mismo sistema omite en la enseñanza de historia universal. Las vivencias de cientos de desaparecidos y los castigos en agravio de personas que aun no comenzaban su propia historia, es donde radica el valor de esta película.

El resultado es interesante sin duda, que no me alcanza mayor nota por la falta de intensidad en guión e interpretación. Cada momento guarda una pasividad pronunciada; la protagonista busca y va hilando su realidad, sin embargo queda a deber por su empantanarse en la parte tan lineal con que se ha mostrado el suceso. A Bárbara Lombardo se le ubica discretamente en México desde "XY Ser. Hombre. Hoy" y "Soy tu fan", ambas series en las que su participación es pequeña y no hay la posibilidad de ver su potencial. En "Cautiva" observamos a una actriz poco expresiva y demasiado plana para la serie de hechos a los que se sujeta su personaje. Lo anterior supongo se encuentra aunado a una dirección que se conduce con cautela, sujeto a una historia dura, sí, pero a la que le falta desatar emociones.

Interesante.

Bueno pues la contraparte de mi comentario Closet campirano, viene la correspondiente a la del chavo citadino, Leo, quien esconde en su cuarto amistades, un perro, libros, miedos, fantasías, vivencias de ocasión, actitudes de solidaridad y desconcierto, y toda su complejidad como ser humano, quien se considera ajeno a los estándares de vida impuestos por la sociedad.

Enrique Buchichio junto con su grupo de actores recrean el universo Leo, quien acude al psicólogo tratando de encontrar respuestas, sin aceptar que él de antemano la sabe... aunque también de fondo busca aprobación de la gente cercana (la de su madre, amigo e incluso médico). Se nota que el subgénero acerca de la diversidad sexual se encuentra encajonado en el desarrollo de historias donde los personajes principales ocultan sus tendencias y gustos, relegando otras posibilidades que giren completamente los guiones con respecto al homosexualismo en general.

"El cuarto de Leo" brinda la oportunidad de involucrarte con sus dos personajes principales... ella y él, pero ha de faltar ese agregado que categoriza en el Filmaffinity una cinta como "buena".