Famoso jugador de futbol americano, Peyton Hillis decide debutar en el cine en este filme. Una película discreta, baratita, de plataforma. Una de hombres-lobo como podemos deducir viendo el cartel. Pero no se confundan, el hombre-lobo del cartel da más miedo que el señor disfrazado de todo a 100 que aparece en las presuntas escenas de miedito. Mark Andrew Hamer, creador de este filme - guión y dirección - parece tener ínfulas a lo M. Night Shyamalan, así que nos brindará un final sorpresivo ....y completamente absurdo, como relataré en el spoiler.

Su guión es ciertamente bobo. En una pequeña población- Mantua (Ohio) con unos 1.043 hab, según wikipedia- han desaparecido la friolera de 15 personas o así y no avisan ni al FBI. Tienen ¡dos detectives! que investigan el asunto y piensan que ya volverán. ¿Como un pueblo de mil habitantes tiene detectives? ¿Y que suelen investigar, si la vecina le ha robado el pastel de manzana a otra? Si hasta tienen forense ...¿Pero cuanta gente se muere en Mantua para hacer autopsias? Luego tenemos el toque "cinéfilo". Así la protagonista, la especialista en hombres-lobo se apellida Talbot, como el licántropo de los monstruos de la Universal. Y el libro de los cazadores me recuerda a la serie "Grimm".

El producto es un sencillo filme que puede verse, aunque el error de casting que supone Peyton Hillis, le quita cualquier posibilidad de verosimilitud. Ya lo dijo el anterior contertulio. Ver ese saco de carne musculosa te saca de la película; no es que lo haga (demasiado) mal, es que en el filme no pega ni con cola. Si hubiese aparecido como subalterno de Dave Bautista en "Army of the dead" o de nuevo mercenario en los filmes de Stallone quedaría muchísimo mejor. En este tipo de películas se busca crear un ambiente de misterio e intriga que, por supuesto, no se logra, por muchos giros finales que se produzcan.

Y, por cierto, el título no tiene nada que ver con el filme. "The hunting" se traduce como "La caza" y de eso no hay nada. Nada de nada.

A medio camino entre el filme de aventuras coloniales y el thriller con gotitas de terror, "Los estranguladores de Bombay" -basado en hechos reales- es una eficaz película, con un buen tempo cinematográfico, que se ve con gusto. Guión apañado, con sus momentos de tensión, quizás no pasó a ser un clásico, pero se nota la mano de Terence Fisher. No hay vampiros, pero los estranguladores dan el mismo miedo y están infiltrados entre nosotros o, al menos, entre los ciudadanos tutelados por la Reina Victoria.

Los estranguladores, al igual que los Hermanos del Mar en Europa, asaltaban caravanas y no dejaban a nadie con vida, deshaciéndose de sus cuerpos, sin derramar sangre. En Europa provocaban naufragios con luces falsas en la cota y luego daban buena cuenta de los supervivientes. Estilos distintos para el pillaje y el asesinato.

Una conspiración descrita en un templo allá en la selva que nos retrotrae a filmes como "Conan"(1982) y sobretodo, a los estranguladores de "Indiana Jones y el templo maldito"(1984) con un líder espiritual que luce el mismo aspecto, aunque aquí no arranca corazones ... pero tuesta a los desdichados.

Se ve con gusto.

The stranglers fue, en los años 80, uno de los grupos punk de referencia. No obstante, la presencia del teclado de Dave Greenfield suponía un hecho diferencial con el resto de grupos en entonces. Proveniente de un grupo de rock progresivo sin éxito,Greenfield exploraba las posibilidades del teclado en las composiciones del grupo, y con su bagaje musical, compuso la música inicial de "Golden Brown", quizás la mejor canción de la new wave británica, apoyada en una enigmática letra, bien una oda a la heroina o bien a una novia mediterránea, como afirma el autor de la misma en las últimas entrevistas.,

Fuera como fuese, "Golden Brown" es un tema mítico, completamente ajeno al punk, explorando nuevos sonidos, con el empleo de clavecines de música barroca, junto a acordes y composición del jazz más clásico. Su resultado es hipnótico. Es una canción eterna, e inclasificable, que perdurará en el tiempo porque se encuentra fuera de cualquier moda o estilo. Superará todas las décadas y seguirá resultando fresca y novedosa.

Dave Greenfield murió el pasado año víctima de la COVID -valga esta critica como un homenaje tardío- y un youtuber aficionado al jazz quiso homenajearle a él y a Paul Desmond, el saxofonista del mítico grupo de jazz "The Dave Brubeck Quartet", con una versión del tema como si fuese tocada por el grupo de jazz. Y es una maravilla. Esta similitud en la composición y acordes, ya habia sido observada por otro youtuber hace ya varios años.

El video en sí nos muestra una historia ambientada a principios de siglo, en un Egipto donde unos arqueólogos ingleses buscan un misterioso lugar. Un video exótico y original para un tema que se escapaba de lo habitual en aquellos días.

Mientras en Reino Unido los oyentes disfrutaban de un tema tan magnético y fuera de su tiempo como "Golden Brown", aquí era superventas "Maquillaje" de Los Mecano. En fin. Su letra también era enigmática, pero por otros motivos...

Murió con 52 años, tras (volver a) resurgir de sus cenizas. Un 6 de diciembre de 1988. Me acuerdo cuando murió. Yo lo había descubierto unos años antes, con el LP "Class of 55", además de conocer sus temas clásicos. Su look, siempre de negro, con sus gafas de sol y ese lazo tejano, me resultaba tremendamente original, tan alejado de los rockeros machotes, de pantalón ceñido. Y recuerdo su voz, quizás la mejor voz que ha existido para las baladas de rock and roll. Lo vi en el telediario, al mediodia, siendo ilustrada la noticia con la actuación en directo cuando presentó su "You got it". Su pérdida, con tantos años por delante y lleno de ideas, resultó un desastre para la música. ¡Cuantas canciones se han perdido, apenas esbozadas en su mente!.

El video que tenemos entre manos, ilustra un tema póstumo con esa voz tan característica e inimitable. Un chico de "Sensación de vivir" y una joven y deslumbrante Jennifer Connelly. No parecen hablar. No hace falta. Momentos intensos de pasión. Sensualidad y juventud. Rebeldía a lo James Dean. Un buen video para una canción mágica, en la voz de la gran O.

Da gusto revisitar los clásicos de la ciencia-ficción de los años 60. Con unos maravillosos y creativos títulos, marca de aquellos años, nos introduciremos en una adaptación de una novela de Isaac Asimov que mezcla ciencia-ficción con cine de aventuras y cine de espías bondianos, acentuado por el tema de los gadgets y las organizaciones gubernamentales todopoderosas y secretas. Nos recuerda a filmes como "Estación 3 ultrasecreta" o "La amenaza de Andrómeda". Resultan curiosos los tempos en estas películas: así, todo el proceso de reducción de tamaño e introducción en el cuerpo humano les lleva bastantes minutos, recreándose en cada maniobra, algo que no aporta nada a la historia y que hoy en día lo hubiesen liquidado en minuto y medio ... pero tiene su encanto, ya que así, el espectador capta la magnitud y la dificultad de la operación en curso.

Fleischer en aquellos años estaba realmente inspirado. Nunca tuvo el reconocimiento que merecía, aunque ganó un óscar por mejor documental, fue un director realmente versátil y autor de clásicos como "Los vikingos". Narración dinámica y poderosa, que mantiene la tensión sobre los sucesos que acaecen en el universo franco y visualmente desconocido como es el interior del ser humano como nunca se había visto/imaginado antes. Años después Spielberg se inspiró para producir "El chip prodigioso" AKA "Innerspace", una patochada si la comparamos con este estimable filme. Es una delicia ver los diseños para ambientar el interior del cuerpo humano, sus órganos, venas y arterias. Y se apoya en unos más que aceptables efectos especiales.

Una película redonda. Un clásico que merecería mejor suerte. Pocos la conocen. Una pena.