Haz click aquí para copiar la URL
España España · L'Olleria ( Valencia )
Críticas de Grijander
<< 1 90 99 100 101 212 >>
Críticas 1.060
Críticas ordenadas por utilidad
6
6 de junio de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde que el cine se empezó a quedar sin ideas de forma exagerada y los cómics se convirtieron en una de las mayores fuentes de "inspiración" para los creadores del séptimo arte, Los vengadores era la película que teníamos en mente todos aquellos que conocemos un poquillo por encima a los personajes de la factoría Marvel.

Joss Whedon dirige de manera ejemplar. Es muy difícil juntar en una única película a personajes que, por separado, han protagonizado las suyas. Whedon consigue el equilibrio perfecto, dejando que destaquen todos por separado y que sus señas de identidad no se pierdan. Además, como grupo, Whedon aporta mucho a la química de un grupo que, mal organizado, podría haber resultado extremadamente irregular, lo que no haría ningún favor a Marvel en el cine puesto que desmerecería algunos de sus productos. Whedon dirige con eficacia la acción, imprimiendo calidad por momentos y, además, logra fluidez en el relato. Sin embargo, algo que juega en su contra es un diseño de la catástrofe un poco torpe. Eso se debe a un villano sin carisma y a que Whedon se centra tantísimo en su grupo protagonista y en lo vistoso de la película que descuida bastante ese apartado. Pero bueno, no se puede hacer todo perfecto... ¿O sí?

Robert Downey Jr. está fenomenal interpretando a un Iron Man que siempre llevará su sello. Chris Evans, correctísimo como el Capitán América y muy atinado en los matices. Mark Ruffalo, un actor brutal, va sobrado interpretando a un Doctor Banner que no se descubre del todo como personaje por culpa, en parte, de las dos películas que se le han dedicado a Hulk con un resultado bastante mediocre. Chris Hemsworth, como un muy moderno Thor, se acopla a la perfección a esa rigidez que pide el tipo del martillo. Scarlett Johansson está brillante y no debería quitarse nunca los ropajes del SHIELD (o sí). Jeremy Renner, acertado como Ojo de Halcón. Samuel L. Jackson está acostumbrado a dirigir sociedades secretas y cosas así, de modo que Nick Fury es el colofón a esos papeles que tanto ha interpretado. Cobie Smulders, con poco trabajo pero resuelto con eficiencia y Clark Gregg, del que se podría decir exactamente lo mismo, cierran SHIELD. Tom Hiddleston está mucho mejor que su personaje, un Loki bastante descafeinado.

Resumiendo: Los vengadores es puro espectáculo. Entretenimiento, diversión, hostias como panes, efectos especiales chulos... Es lógico que a nivel de taquilla rompiese todos los récords. Muy recomendable.
Grijander
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
31 de mayo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Iron Man lleva a la gran pantalla la historia de uno de los héroes más extravagantes de Marvel, tanto con el traje como sin él. Una película que no podía apartarse del blockbuster por nada del mundo y, obviamente, no lo hace.

Jon Favreau dirige muy bien esta película entendiendo lo que requerirán los que se dispongan a verla. La acción está rodada con soltura pero coreografiada al milímetro, dando la sensación realista que solamente puede conseguirse cuando hay un gran trabajo de preparación detrás de las escenas. Pese a que hay golpes, explosiones, disparos de todo tipo y llamaradas por todas partes, nunca se pierde de vista el ojo del huracán y la acción no deja oculto ningún detalle. Se echa en falta, tal vez, un poco de desarrollo dramático de los personajes principales, más como individuos que como colectivo, pues sí nos quedan claras las relaciones que los unen. La historia, centrada en los orígenes de Iron Man, es más informativa que entretenida. Quiere que el personaje se muestre desde su principio, aunque para eso tenga que relegar el tema de héroe contra villano a un segundo plano que, no obstante, se va acrecentando a medida que avanza el metraje hasta llegar a un final intenso pero no demasiado tenso. Las pinceladas de humor de Tony Stark son menos mordaces que en algunas de sus otras apariciones, pero siguen teniendo su salsa.

Robert Downey Jr. era el actor destinado a interpretar a Tony Stark mucho antes incluso de que ambos nacieran. Su personaje le viene como anillo al dedo y eso queda reflejado en el resultado. Gwyneth Paltrow está soberbia, aunque el escaso margen ya mencionado del que disponen los personajes frena un poco su brillantez. Jeff Bridges, ese monstruo interpretativo, desaprovecha (y esta es una opinión muy personal) una gran oportunidad de ser un villano legendario y lo hace porque, primero, no exprime ni la mitad de su potencial y, segundo, su personaje no deja de ser algo borroso. Terrence Howard cierra el reparto principal con un trabajo muy acorde a lo idealizado que está su personaje. El bueno de Stan Lee, dueño y señor del universo Marvel, no falta con su cameo.

Resumiendo: Iron Man no es una gran película, pero sí un grandísimo entretenimiento. Como superproducción que es, puede presumir de ser consciente del público al que va destinada y de poder dejarlo atónito. Además, tiene un encanto más que palpable que hace que queramos más de Iron Man. Y claro, tenemos bastante más...
Grijander
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
16 de mayo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
American Horror Story es una serie de televisión que logró conquistar a las audiencias desde su primer día en antena. El motivo fue jugar con lo macabro y convertir el surrealismo en miedo.

Ryan Murphy y Brad Falchuk son los creadores de la exitosa serie. Ambos dirigen algunos episodios y son, en definitiva, quienes toman las decisiones. AHS tiene un inicio brillante. El primer episodio, especialmente su primera secuencia, es de una elegancia majestuosa. Cuando nos adentramos en la serie, descubrimos nuevos personajes a cuál más oscuro e interesante. Son precisamente los personajes el alma de la serie, puesto que la trama principal no ofrece demasiados desafíos para el espectador. En el momento en que pasamos el ecuador de la serie (o de su primera temporada, para ser más correcto), la calidad sufre un pequeño traspiés y todo parece quedar reducido a quién hará la animalada más gorda. Eso no es del todo negativo en vista de que cada episodio se sostiene a la perfección por sí mismo y, como he dicho, la trama principal importa más a sus creadores que al espectador, si bien tampoco llega a resultarnos indiferente. El único problema que presentan los personajes, concretamente los tres nuevos inquilinos de la casa es que, hasta casi el final de la temporada, no sienten la inquietud que debieran ante los espeluznantes sucesos que allí ocurren. Otro punto favorable de AHS es su fabuloso montaje, una de sus mayores señas de identidad.

Dylan McDermott parece un poco perdido, más incluso que su personaje, pero logra salvar los muebles pese a todo. Connie Britton tampoco brilla demasiado, tal vez presa de formar parte de la parte de la trama menos atractiva. Taissa Farmiga es, a mi gusto, la que hace mejor trabajo dentro de la nueva familia que vive en "la casa del crimen". Los secundarios son, sin duda, las grandes estrellas de la serie. Jessica Lange consigue un hito sobrehumano al lograr estremecer al espectador y, sin embargo, conseguir que éste entienda parte de sus actos. Sublime es también el trabajo de Frances Conroy, que comparte personaje con una acertadísima Alexandra Breckenridge. Evan Peters es otro de los grandes triunfadores, interpretando un papel con una carga emocional y una complejidad mental que supondría un reto para cualquier actor. Como personajes habituales, pero ya con menor peso, encontramos trabajos notables como los de Kate Mara, Denis O'Hare o Zachary Quinto y tenemos, también, un par de joyas con el resultado que nos ofrecen tanto Lily Rabe como Jamie Brewer.

Resumiendo: American Horror Story es una serie de excelente factura que tiene destellos de obra maestra pero que deriva más en un divertido drama que en una historia de terror. Menos terrorífica que dramática, sí, pero no por ello falta de buenas formas a la hora de afrontar el miedo. Muy recomendable.
Grijander
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
12 de mayo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
16 calles es una mezcla entre película de compañeros de trabajo mal avenidos y thriller maduro. Una agradable experiencia con la que pasar el rato y, si uno se deja, incluso emocionarse.

Richard Donner dirige su última película con mucha clase y, sobretodo, con muchísima inteligencia. El guion de Richard Wenk, en caso de haber caído en malas manos, podría haberse convertido en algo bastante insustancial, puesto que no se aportada nada excesivamente novedoso. Donner, sin embargo, hace del defecto virtud y consigue que la película se mueva a la misma velocidad que su protagonista, lo que ayuda a que la narración tome fuerza y no se desvanezca en ningún momento. El director consigue, además, que los clichés del género adopten la posición de refuerzos argumentales, y esto lo logra con un cuidado enfoque de las relaciones entre los personajes, haciendo que encajen pero que no estén destinados a complementarse. Hay acción, con sus disparos y sus persecuciones tanto a pie como en coche (e incluso autobús) y no falta la guerra entre el protagonista y alguien de su pasado convertido ahora en villano, pero a esta última parte se le da la vuelta completamente, pues es el protagonista el que cambia de bando. Los tres personajes principales están muy cuidados y sus virtudes bien explotadas, lo que hace que, siendo tan inverosímil como es la historia, tenga un punto de credibilidad.

Bruce Willis es un genio haciendo los papeles de tipos cansados que hacen las cosas porque en esta vida hay que hacer de todo. Si son policías, tanto mejor. Aquí se sale, de verdad. Mos Def está brillante (mucho mejor en VO) y su trabajo se traduce en un personaje que encuentra respuesta en su intérprete a cada uno de sus requisitos. David Morse cierra el reparto (porque al resto no da para valorarlos). Morse es, a mi entender, uno de los actores más infravalorados de su generación. Su capacidad para ser un bonachón incapaz de matar a una mosca es ilimitada, del mismo modo que su capacidad para hacer de malo cabronazo y sin escrúpulos tampoco parece tener fin. Además, a nivel dramático, es un actor muy notable.

Resumiendo: 16 calles es una película bastante buena. El guion coge los clichés del género, el director los limpia y los reutiliza a su antojo y logra un producto de fácil consumo, con la inteligencia necesaria y siempre consciente de sus límites.
Grijander
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
12 de mayo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
88 minutos es un thriller sobre un asesino, el tipo que hizo que le condenaran y un montón de sospechosos. Sé que no es un gran resumen, pero es que no hay mucho más.

Jon Avnet parece tener una habilidad especial para destrozar thrillers. Ocurre con 88 minutos como ocurre, también, con Asesinato justo. El bueno de Avnet hizo un trabajo genial años atrás con Tomates verdes fritos, pero esa tendencia de los últimos tiempos a meterse en thrillers le está pasando factura a su reputación, bien sea porque no es tan bueno como parecía o bien sea porque en este género hay cineastas que son verdaderos genios. Jon Avnet nos presenta el clásico thriller en el que el protagonista tiene que ir a contrarreloj, algo que sirve de soga para ir ahogando al espectador con la tensión si se hace bien, pero que también puede provocar que el espectador busque esa misma soga para darse muerte tras asistir a un cagarro como el que nos presenta aquí el señor Avnet. Con 88 minutos pasa que el protagonista nos importa una mierda y que los secundarios, todos sospechosos de forma totalmente forzada, nos despiertan la misma simpatía que una piedra, una bombilla o un cenicero. La diferencia con la piedra es que ésta es sólida; la diferencia con la bombilla es que tiene luces... El cenicero, en cambio, es un recipiente vacío, exactamente igual que los personajes. Me quedaré con eso. Por otra parte, el ritmo de la película es torpe, el guion de Gary Scott Thompson es incongruente y se mete en berenjenales innecesarios y, para rematar, el clímax es lo más alejado a la tensión que puedas imaginar, casi tan liviano como ver a Epi y Blas echando una partida de mus.

Al Pacino está encrespado, como un yonki necesitado de coca que tiene que terminar sus quehaceres antes de salir a por su bolsita. Pacino hace la película porque le pagan, pero su entusiasmo es mínimo y eso, incluso para un actor de su calibre, es demasiado negativo. El intento de convertir a todos los personajes en sospechosos hace que Alicia Witt se vea totalmente cohibida, sin posibilidades, por lo que sus intentos de aportar algo son en vano. A Leelee Sobieski la encontramos en 88 minutos mostrando su peor versión, esa que se toma demasiado en serio a sí misma y que sobrevalora su talento, conduciéndola a que lo que ella trata de representar como matices se convierta en un magnífico ejemplo de lo que es sobreactuar. Amy Brenneman es, posiblemente, la más correcta del reparto, algo que no es decir mucho teniendo en cuenta que está en la línea que separa el aprobado del suspenso. Deborah Kara Unger no goza en pantalla de mucho tiempo y no consigue aportar demasiado (lo que me parece otro error de Avnet) y Ben McKenzie hace lo que puede dentro de un ser humano poseído por un estereotipo.

Resumiendo: 88 minutos son demasiados cuando no tienes nada que contar. En la película sucede que su guionista, Garry Scott Thompson, utiliza relleno para sumar líneas a su guion y su director, Jon Avnet, no se da cuenta del engaño y lo eleva a la máxima potencia. 88 minutos es la película que hay que ver sí o sí para saber cómo no debe hacerse nunca un thriller.
Grijander
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 90 99 100 101 212 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow