Este remake de “Cazafantasmas” es todo cuanto uno, sobre el papel, espera de un remake: todo aumentado y actualizado. ¿La mala noticia? Pues suced que (por desgracia) no hay nada más aparte de esa actualizacion: se han limitado a multiplicar todo por diez con lo que, aunque el espectáculo es efectista (sobre todo en su parte final), apenas arriesga y va a por lo seguro. Una especie de fórmula que consiste en coger lo que funcionaba en los 80s y adaptarla a la época actual, aunque el único instrumento para hacer eso sea la “mas”, y no la palabra “mejor”. Este remake de “Cazafantamas” no es una mala película, tiene ritmo y funciona bastante bien, pero, a diferencia de la película original, no tiene nada remarcable en tanto en cuanto no han avanzado y se limitan a jugar seguro. Posiblemente es la mejor definición de toda esa moda de remakes que nos han invadido en los últimos años: limitándose a repetir la misma película solo que con más efectos, más acción y actores actuales. Algo así como un lavado de cara. Pero el problema comienza cuando el remake se limita a eso: a una simple copia actualizada, y es ahí donde no hay espacio ni para la sorpresa ni tampoco para la reescritura. Porque. Al fin y al cabo, este cazafantasmas no es más que la versión 2.0 del original (y ahora en versión femenina, que no feminista). No hay más, tampoco menos. Una película que se deja ver gracias a su espectacularidad, algunos gags bien escritos (aunque insuficientes), una larga lista de cameos que hace la delicia de los nostálgicos (incluyendo todos los actores de la película original), unas actrices competentes (en especial esa robaescenas del SNL que es Kate McKinnon) y un tono rebajado y amable que pretende complacer a todos. Lástima que apenas arriesguen en el guion (que era precisamente el punto más débil de la original) lo que convierte este remake en algo tan tonto y disfrutable como la primera película, aunque uno se queda con la sensación de que podrían haber arriesgado algo más…

A pesar de hablar de clanes, de mafias o de criminales, no es "Educazione siberiana" una película épica al estilo grandes sagas de mafiosos a las que nos tiene acostumbrado el cine norteamericano. Aquí se nota la mano del director europeo a quien le importa bien poco el honor o el funcionamiento de estos clanes, aquí todos es mas simple, con reglas simples y no lo entienden como un acto criminal sino como una manera mas de vivir. La lucha del protagonista por huir de su destino solo se entiende al final, como un acto de amor alejado de cuanto hemos visto durante la película, como si toda la trama criminal no fuese mas que una excusa para hablarnos del amor y la amistad. "Educazione Siberiana" está bien interpretada, con ritmo, excelentemente ambientada y con ese estilo que el bueno de Salvatores sabe imprimir a todas sus películas entre infantil y espectacular. En el fondo Gabriele Salvatore utiliza la excusa de la novela de Nicolai Lilin para contarnos una historia de amor ambientada en los clanes criminales siberianos, no hay mas, esto no es "El Padrino" ni "Los Soprano" e incluso a diferencia de "Una historia de violencia", Salvatore escoge el camino de contarnos una historia desde su comienzo a su final, obviando las partes mas salvajes y ofeciendo una buena historia sobre el honor, una historia clásica y bien estructurada sobre el amor y la amistad. Sin ser un tipo de cine que me apasiona por demasiado académico (no deja espacio a la sorpresa o a la novedad) hay que reconocer que me ha gustado mucho. Totalmente recomendable

Lo mejor que puedes hacer cuando te enfrentas una película es no saber nada de ella. Si espectador ve Retornados sin saber nada se llevará una sorpresa incluso aunque piense que se trata simplemente de una película de zombis. Retornados es una suerte de extraño alegato contra la intolerancia disfrazada de falsa película de zombis que nunca pretende dar miedo. Técnicamente es impresionante, incluso se permite algunos travellings que quitan el hipo aunque toda esa perfección técnica ni mejora ni empeora el conjunto, eso es lo mejor, la técnica esta al servicio de la historia. El guión es magnífico e incluso da miedo pensar lo que podría haber hecho un director tan personal como David Cronenberg con estos mimbres, en realidad está claro que Manuel Carballo es admirador de Cronenberg, se nota especialmente en el tratamiento de todo lo referente a la tecnología y las enfermedades. Además, Manuel Carballo resuelve sorprendentemente bien la trama, con una simpleza y una claridad que permite al espectador salir del cine con media sonrisa dibujada en el rostro. Este drama social (con zombis) es toda una sorpresa, es intrigante, es inteligente y está fantásticamente bien rodada. ¿Qué más se puede pedir? Bueno, un poco mas de carne en el asador tampoco habría estado mal, se echa de menos que la excusa zombi nos regale algunas escenas (solo hay una en toda la película). El problema de esta película es que la excusa zombi alejará a los seguidores de los buenos dramas de esta rareza y en cambio la escasa presencia de zombis defraudará a los amantes de la hemoglobina y de las cabezas reventadas. A mi en cambio, me ha encantado.

Las comedias francesas funciona bien, casi siempre, e incluso cuando no funcionan bien, son entretenidas. Las comedias francesas tienen una estructura inamovible que marca el tempo como un reloj suizo. Pueden tener buenos o malos actores, un buen o un mal guion, puedes estar bien o mal dirigidas, pero todas son parecidas, tanto en la gloria como en el fracaso. Por eso, cuando veo una comedia francesa, me lanzo a por ella a degüello. A veces salgo decepcionado pero siempre salgo asombrado de la capacidad del cine francés por entretener. Porque son ellos -y no la industria norteamericana- quienes siempre han comprendido mejor que nadie lo que significa hacer entretenimiento desde la comedia.

Y ahora vayamos a lo importante: ¿Es "Un buen doctor" una buena o una mala película? Seamos sinceros, esta comedia nunca ganará premios internacionales, pero no es una mala película. Todo lo contrario: es entretenimiento de primera. Te da lo que esperas, te ríes, te emocionas, observas y piensas. Es verdad que funciona con el piloto automático puesto, utilizando todos los tópicos de la comedia francesa. ¿Pero qué importa eso? Porque "Un buen doctor" es entretenida. Y mucho.

Lo mejor de esta comedia son los actores (un inmenso Michel Blanc que se come la pantalla), el ritmo (siempre están sucediendo cosas), el diseño de producción (esta rodada elegantemente sin escatimar en gastos) y te deja con esa agradable sensación de haber visto algo inofensivo pero que te ha regalado 90 minutos de distracción sin fisuras.

Y, además, sucede íntegramente en la noche de navidad en París. ¿Qué más se puede pedir?

Drama (con venganza incluida) ambientando en la América (mas) profunda en plena crisis económica. Lo que cuenta “Out of furnace” no es nuevo, tampoco son nuevos los escenarios comunes donde se mueve. Y a pesar de eso, la sensación que queda al finalizar es que se trata de una película diferente. Los motivos que llevan a que una película adquiera su propia personalidad son complejos. Lo que está claro es que “Out of furnace” se beneficia de un plante de actores en estado de gracia y de una dirección que aprovecha cada rincón de sus caducos escenarios transformándolo en un protagonista mas. El pueblo, las casas, la acería, la prisión, todo está magníficamente ambientado y da una sensación de realismo extremo porque el director documenta sin estorbar (a excepción de narraciones paralelas o travellings hacia el final de la película). “Out of furnace” es un drama sorprendentemente sólido y realista que ofrece interpretaciones sorprendentes (Christian Bale, Casey Affleck y Woody Harrelson están memorables) y nos conduce por una historia común que es más bien una crónica del fin del sueño americano y no una crónica de una venganza que es lo que parece contar. Los personajes actúan movidos por ese sueño americano que se ha roto más que por su propia personalidad (incluso Woody Harrelson) y eso es también lo que hace que “Out of furnace” se diferencie del resto. El drama en “Out of furnace” tiene varias capas, cada personaje tiene su propia historia y le mueve en una dirección diferente dentro de ese escenario común (algunos con mejor suerte que otros) lo que hace que la visión de “Out of furnace”, aunque es lineal, tiene cientos de ramificaciones (como la espina de un pescado). Un drama áspero y violento pero totalmente recomendable.