Una de las bazofias más grandes que haya visto en mi vida. Totalmente innecesaria. No le veo razón de ser. Las actuaciones son puro esperpento, no hace gracia, el guión no existe y encima dura cerca de dos horas. Es tan mala que consigue incluso que uno acabe cogiéndole odio no ya a los personajes sino a los actores en sí. Me gustaba Depp...

Un auténtico martirio que sólo se sobrelleva gracias a una -sorprendentemente- muy buena banda sonora. Seguramente, la persona encargada de su selección era el único que no estaba bajo los efectos de sustancias tóxicas aquellos días.

¡Qué malas son las drogas!... Pero eso ya lo sabíamos. No hacía falta esta película para decírnoslo.

La película es flojita, no nos engañemos. Si le doy el aprobado es por la simpatía que he sentido siempre hacia todo lo relacionado con el amigo Dino, pero, sinceramente, como western no vale mucho.

En mi opinión peca de un ritmo algo lento; veo innecesaria además la inclusión de tantos flashbacks (con un par de ellos ya habría quedado suficientemente explícita la gran amistad que unía a los protagonistas en la infancia); la historia es demasiado simple; y el personaje de Rock Hudson es un tanto insulso.

Como puntos positivos destacar los toques de humor que aporta el personaje de Dean Martin, su graciosa banda sonora (de sonido algo atípico en este género), y su ajustado metraje que, dicho sea de paso, podía haber sido acortado algo más incluso.

Resumiendo, gustará, sobre todo, al que antes de verla encontrara en ella algún aliciente, ya sea ver de nuevo en pantalla al guasón de Dino soltar alguna de sus míticas frases relacionadas con el alcohol o las mujeres, ya sea la agradecida presencia de Susan Clark, o ya sea simplemente el bigote de Rock Hudson. Si no vais un poco predispuestos lo más seguro es que os defraude porque, sin duda, estamos ante un título muy menor del género.

Goza de un cierto espíritu berlanguiano en la medida en que retrata fehacientemente y con gracia algunas de las mayores problemáticas del tiempo en que fue estrenada (corrupción y paro, principalmente). En ese sentido, constituye una magnífica instantánea de su época (con crítica incluida; no tan ingeniosas como las del maestro, pero críticas al fin y al cabo). Sin embargo, se aprecian también de igual forma enormes carencias tanto a nivel interpretativo como de historia y guión. Y es que, probablemente, la cinta habría funcionado mucho mejor como corto que como película.

La ves y se pasa un rato agradable, pero te deja un sabor agridulce: teniendo como tenían estos chicos un inmenso potencial para la crítica mordaz, llegaron demasiado justos al largometraje. No pasará a la historia como una grande del cine español, pese a que su nota en FA pueda apuntar en otro sentido. En mi opinión, una cinta muy sobrevalorada.

Supongo que será muy similar a su predecesora, pero la verdad es que esta vez no conseguí entrar en su juego.

El aire chulesco que Robert Downey Jr. imprimía a su personaje en la primera, y que tanto me gustó entonces, empieza a tornarse bastante ridículo en esta secuela; pierde naturalidad y gracia.

Si la historia de la primera entrega podíamos decir que estaba centrada principalmente en la construcción de la armadura, esta vez ni me enteré de lo que han querido contar (si es que se cuenta algo): el guión deambula en tierra de nadie. Ciertas escenas, como la de la pelea entre Rhodes y Stark enfundados ambos en sus respectivos trajes son mero e insultante relleno; no tiene justificación alguna desde el punto de vista argumental.

A Samuel L. Jackson se lo podían haber ahorrado; Mickey Rourke y su mondadientes, además de parecer recién salido de "El Luchador" (conserva incluso las mismas botas), está muy desaprovechado como villano; Gwyneth Paltrow no sabe andar con tacones y la Johansson es sólo un cuerpo bonito sin nada que aportar desde la interpretación de su personaje.

En fin, que no, que esta vez no cuela. Entretiene lo justo para no dormirte, pero muy poco es lo que aporta habiendo dejado su predecesora tan buena sensación como dejó dos años atrás. Lástima.

Película de aventuras con un Nicolas Cage de gesto doblado y difícil habla, cuyo hilo argumental se reduce a una interminable búsqueda de pistas en pro de un misterioso tesoro relacionado con los masones o yo no sé qué historia. Su principal pega, lo innecesariamente enrevesado de las pistas, que hace que el espectador se pierda en ocasiones reduciéndose así el interés que se pueda tener por seguir la historia con atención.

La chica (Diane Kruger) está bien físicamente, y en el plano interpretativo hace lo que se le viene exigiendo a cualquier rubita de las que pululan por el cine actualmente: dar el pego y servirle de réplica a su compañero.

Nicolas Cage me hace rechinar los dientes en el plano corto, pero esto es algo puramente personal que me sucede a mí con este actor (son pocas las películas en que lo soporto).

Para pasar el rato y poco más cuando no haya nada mejor que hacer (ya procuraré yo emplearme en algo. Con tal de no verla de nuevo...).