Miguel del Arco ha actuado como actor y como director de teatro y con esta película se estrena como director de cine, inuagurando la Seminci.
Me ha gustado esta obra coral sobre la historia de una familia disfuncional donde desde hace tiempo se ha instalado la incomunicación y que no deja títere con cabeza.
La veo lograda, te llega a encoger el estómago en muchos momentos y me imagino que no hay espectador que no haya vivido al menos alguna de las múltiples situaciones de conflicto familiar que se plantean en el desarrollo del film.
Está hecha en clave de tragicomedia y con un plantel de actores todos a gran nivel.

Sin estar conseguida del todo, la película resulta de interés.
Sabe ser crítica contra la injusticia racial y aun narrando hechos de otra época consigue fundirlo con la triste realidad generada por el nuevo gobierno de Estados Unidos.
Todo ello con unas grandes dosis de humor que hacen que este duro trago sea más digerible.

La vi en la Seminci y me pareció una película que falla desde el guión: La forma de contarla, fracturando la narración, no aporta gran cosa y las situaciones no son demasiado verosímiles pese al esfuerzo de los actores. Marta Etura está estupenda.
En la novela y en el film se mezclan el sueño, el flashback y la realidad, pero en la película no consigue implicarte en la trama y el final no me gusta nada.
Una pena, porque del primer film de Tabernero, “Vida y color” (2005), guardo un grato recuerdo.

Bonito corto de animación, donde un padre experimenta que si sigue las reglas rígidas de la educación de su hijo le deja muy triste.
Mejor dejar margen para la imaginación y el juego.
Gran expresividad del personaje del niño.

Desgarrador melodrama, que con pocas palabras consigue meterte en los sentimientos de esta pareja que ha pasado por una situación trágica que hace que se desgarren por dentro.
Conocí a Mat

Desgarrador melodrama, que consigue meterte en el drama de esta pareja que ha pasado por una situación trágica que les desgarra por dentro.
Hace unos años me sorprendió gratamente una película valiente en la Seminci de Valladolid donde consiguió la Espiga de Oro, era "En la cama" de Matías Bize. De nuevo he comprobado que sigue haciendo buen cine.
Como transmiten los sentimientos, sin apenas palabras, tiene un gran mérito y Elena Anaya está inconmesurable.