Amarga y realista visión del comportamiento de la sociedad civil francesa durante la ocupación nazi, lejos de eas películas de valientes guerrilleros en lucha contra el invasor.La historia de un joven campesino inadaptado, con un padre prisionero de los alemanes y una madre que se acuesta con ellos también, tras su intento de unirse a la resistencia y ser rechazado por ella, se une a los colaboracionistas donde se siente aceptado y bienvenido, un grupo heterogéneo de vividores y oportunistas.Es un personaje que en algunas cosas me recuerda al Mersault de Camus por su indiferencia moral y por su indiferencia absoluta a lo que le rodea, pero al contrario que el personaje de Camus, el chico se redime en cierta forma al enamorarse de la hija de un sastre judío,se arriesga y sale de su abulia y indiferencia.Magnifico guion del nobel Patrick Modiano.

Tiene un comienzo ciertamente prometedor, en un escenario muy sugestivo, el Berlín ocupado por los aliados, con el caos, la anarquía y los escombros de una ciudad en ruinas. Pero los guionistas desaprovechan la ocasión y tiran por el camino fácil, los clichés, las fantasmadas y la falta de rigor, la verdad es que peca de falta de verosimilitud, desde el policía siempre desastrado, americano ( como no ) una mujer jefa de policía, en esa época, quien se lo cree, hasta el vicecónsul con un aire a Matt Damon o al hermano psicópata cazanazis. Encima la historia de amor con la casquivana mujer del viceconsul más metida con calzador no puede estar, en general decepcionante, con la buena materia prima que habia.

Una serie realista a muerte, sin concesiones a la comercialidad. Basándose en un echo real y respetando escrupulosamente los tiempos y el procedimiento policial, realiza una descarnada radiografía de la sociedad hindú y de lo duro que es ser policía allí, sin apenas medios y personal, con sueldos de hambre y con jornadas de trabajo interminables y encima aguantando la presión de políticos cretinos y oportunistas. En ocasiones le falta un poco de ritmo y la historia se estanca un poco, pero dado su fuerza, realismo y honradez, se lo perdonamos. Una serie diferente y también muy interesante.

Una excelente adaptación del escritor victoriano por excelencia, con permiso de Jane Austen. Un excelente retrato de la Inglaterra rural en la época victoriana, con sus clases sociales inamovibles y sus costumbres ancestrales, un más que interesante reparto, en el que cada actor esta espléndido en su papel correspondiente. Desde la bella Julie Crhistie ( aún hoy espléndida en su madurez ), que interpreta a una mujer de fuerte personalidad y gran inteligencia que no se conforma con un papel pasivo como madre y esposa, también un carismático y atractivo Terence Stamp como el sargento Troy, como el equivalente a la tipica mujer fatal, en este caso hombre. El típico aristócrata inglés , magistralmente interpretado por el siempre exquisito Peter Finch y por ultimo el rudo pero honrado pastor, que pese a sus defectos, resulta el más adecuado pretendiente, Alan Bates lo borda, como el magnífico actor que era. Resumiendo, un gran film a pesar de su larga duración, que pasa en suspiro, por cierto.

Rodada con cierta austeridad y sencillez, los antecedentes de los personajes ni se nombran apenas, todo se centra en la última etapa del asesinato de Trostky, como muy bien indica el titulo. Un trio protagonista estupendo, entre el que destacaría a Alain Delon, como el atormentado asesino, Delon realiza una magnífica interpretación en la que nos muestra, sus miedos, sus dudas y también sus remordimientos de conciencia, eso si también luce con su estilo habitual, un vestuario impecable, por otro Romy Schneider me ha gustado mucho su papel de sufrida amante y abnegada secretaria, Richard Burton pone el piloto automático y no le hace falta más. Sin a mi juicio tomar partido, Joseph Losey se limita a narrar los hechos ocurridos y nos compadezcamos de estas tres víctimas de la historia.