Olvidable drama carcelario en el que Robert Redford interpreta a un general degradado y encerrado en una prisión militar, acusado de desobedecer una orden de fatales consecuencias donde fallecen ocho personas a su cargo. Allí, en la prisión, se convierte en el punto de mira del alcaide, un coronel con un carácter violento y dictatorial.

Robert Redford actúa a placer, dentro de un personaje diseñado para su lucimiento personal. Sus patrióticos discursos, se escuchan por todo el patio de la cárcel como si de propaganda electoral de tratasen. Y es que, no se puede entrar en una prisión, y a los 2 ó 3 días, tener a todos los reos sin excepción comiéndo de tu mano por mucho general que hayas sido antes. El auténtico y único problema de la cinta recae en la absurda actitud de los personajes, movidos como marionetas por Redford: del negro matón que se convierte en lameculos o del predilecto tartamudo que pasa del casi autismo a ser el mártir de la prisión.

La cinta se volvía muy pastosa, con diálogos interminables, con un alcaide seboso aparentemente malévolo pero al que le toreaba hasta el más tonto de la cárcel y -repito- actitudes bastante absurdas pero al fin vino la tan ansiada acción, que para eso está calificada dentro de dicho género... En el último tramo el espectador ya puede ver las primeras explosiones, oir los primeros casquillos de bala cayéndose, presenciar el uso de metralletas en helicópteros de guerra, etc. todo ello envuelto dentro de un motín espectacular aunque sí que es verdad que nada creíble.

La película remonta el vuelo gracias a la acción de la parte final, la manera en la que concluye, con un Robert Redford coronándose con su patriótica y convincente interpretacón y esa sonrisilla que se te queda con el último fotograma. Qué menos que un aprobado.

Cuestionable thriller apocalíptico lleno de acción, dudoso terror y que mezcla vagamente un poquito de religión. En él se nos presenta a Paul Bettany, un ángel renegado de Dios que intentará ayudar a sobrevivir del apocalipsis a un grupo de personas atrapadas en un restaurante en medio del desierto (a quién se le ocurriría la idea del negocio, por cierto). Si no fue bastante con el diluvio universal, ahora plagas de insectos y sobre todo legiones de personas poseídas por Dios, intentarán acabar con toda la humanidad y en especial, con la única mujer embarazada que queda en la Tierra.

Ante esta atractiva premisa, son muchas las ganas de ver un "survival horror" con todas las de la ley lleno de sangre y emoción. No se podía pedir más, un grupo de personas incomunicadas esperando a hordas de enviados de Dios dispuestos a acabar con su vida. Señoras y señores... ¡sálvese quien pueda!

Tras un inicio desafortunado, aburrido y muy bizarro, llega el desierto y con ello el entretenimiento gratuito y la presentación de los personajes. Como suele ocurrir en este tipo de películas, los personajes son para todos los gustos: la típica tía buena, el héroe de turno, el justiciero personal, el matón, el que se las da de listo, el que no pinta nada y el omnipresente Dennis Quaid. Tras dejar a un lado el bochornoso comienzo, nos vamos acomodando poco a poco y la diversión va fluyendo por nuestros sentidos dentro de este ambiente tan hostil como apocalíptico: un par de muertes sangrientas debido a una vieja todoterreno, la imperiosa oscuridad de la noche y la disposición de un arsenal con todo tipo de armas para defenderse. Todo ello hace que el tema vaya cogiendo un "color" estupendo de cara a la segunda mitad del filme.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad, la espera se alarga gracias a conversaciones banales y en donde esperábamos disfrutar con miles de poseídos acechando las cercanías del restaurante y dando que hacer a todos nuestros protagonistas, nos encontramos con los cuatro mordisquitos de turno, una mujer pariendo, las armas casi llenas de balas y con otro aburrido ángel (Kevin Durand) en busca de un poquito de protagonismo. El resultado final es tan espectacular como estúpido y sin resquicios de sorpresas argumentales.

Hay que decir a su favor que, salvo las patéticas conversiones de la gente normal a mandados de Dios, los efectos especiales están en general logrados y el juego de luces por la noche es destacable. Sin embargo el abuso de los FX y de ver a ángeles al uso portando armas de fuego, es otro pequeño factor que la condena al suspenso. En fin, un thriller que peca de escenas tan logradas como bizarras en donde la sensación apocalíptica, hay que reconocer que sigue patente todo el rato, pero cuenta con un guión (conversaciones e historia) que no hay por donde cogerle.

El estreno de 'El exorcista' en 1973 consiguió algo insólito, que los espectadores acudieran en masa a los cines para ver una película de terror, género hasta entonces considerado marginal y en manos de la serie B. Su impacto fue tremendo, las crónicas de la época hablaban de mareos, desmayos y abandonos de la sala por parte de espectadores demasiado sensibles. Una ola de psicosis colectiva recorrió el planeta. De todas partes llegaban noticias de gente que se creía poseída por el diablo y varias personas acabaron ingresadas en centros psiquiátricos.

Los rumores aseguraban que una maldición diabólica planeaba sobre el film. Nueve personas vinculadas con el rodaje fallecieron durante el mismo, entre ellos el más conocido el actor Jack MacGowran, que murió de una simple gripe pocos días después de terminar sus escenas. Accidentes de todo tipo: decorados que se incendiaban, rollos de películas velados misteriosamente, lesiones incomprensibles, etc. pero lo que no fue accidente es que 'El exorcista' cambió por completo la mayoría de los códigos del cine de terror. Hasta entonces, la presencia del diablo como personaje, se limitaba a historias medievales. De repente, se había convertido en algo humano y tangible, en algo que podía estar sucediendo aquí y ahora. El terror surgía de la sensación de realidad que destilaba la película, la erupción del mal en un mundo tan cotidiano provocaba un creciente desasosiego en el espectador.

'El exorcista' marcó también el comienzo del reinado de los efectos especiales y del maquillaje en el cine de terror. La truculencia de sus golpes de efecto creó escuela, algunos trucos sin embargo eran bien sencillos. Por ejemplo, para mostrar el frío que llenaba la habitación de la niña se construyó el decorado dentro de una cámara frigorífica industrial y la famosa vomitona verde, no es más que puré de guisantes impulsado hasta la boca por un tubo camuflado.

Este filme es una pieza clave en la evolución posterior del cine de terror. Fue la primera cinta de su género en ser nominada a diez estatuillas, ganando dos (al mejor guión y al mejor sonido) y sigue siendo una de las veinte películas más rentables en la historia del cine. Sin embargo, y por encima de todo, treinta y cinco años después de su estreno mantiene intacta su capacidad escalofriante que la hizo única. Así que lo dicho, dispónganse a pasar miedo, pero miedo de verdad.

'Home' es un documental de una hora y media en el que simplemente se intercalan imágenes increíbles sobrevolando alrededor de 50 países con una voz en voz (la de Salma Hayek) que es quien nos relata este fantástico documental. En él se nos habla del origen de nuestro planeta, de la aparición del hombre, de la situación del agua y del suelo agrícola en la tierra, del cambio climático, etc.

Le leído que muchos se quejan de lo apocalíptica que resulta y del pesimismo que transmite, pero lo primero de todo es apuntar a que sin ese alarmismo, la cinta sólo tendría el interés de ver vagamente imágenes cual wallpapers de una presentación de Power Point se tratase y segundo, mejor prevenir que curar y pienso que en algunos aspectos se queda corta de alarmismo. Además, también 'Home' sabe reconocer la buena voluntad de algunos países por apostar por las renovables, destinar fondos a espacios protegidos, etc. dejando la puerta abierta a que no está todo perdido si reaccionamos a tiempo.

Sí que es cierto que el documental -al menos en la versión española- está desprestigiado por la voz de Salma Hayek. Durante todo el metraje tenemos que soportar su voz tediosa, que no convence pareciendo que lee el guión como una cotorra sin convencernos como hizo por ejemplo Constantino Romero en 'Tierra, la película de nuestro planeta' o Al Gore en 'Una verdad incómoda'.

Otro punto flojo que tiene la cinta son esos 20-25 primeros minutos realmente somníferos en los que se nos explica la creación de la vida en la tierra. Estuve a punto de dar al stop, pero la cosa cambia rápidamente cuando aparecen los primeros humanos en sus poblados nómadas y así sucesivamente hasta llegar a espectaculares imágenes de Las Vegas, Nueva York o Dubai.

Para finalizar, mi recomendación es que le deis al botoncito de HD en YouTube, esperéis 15 minutillos a que cargue y a disfrutar. Si os gustó 'Una verdad incómoda' o 'Earth' dadle una oportunidad a ésta y que al menos, valga de ejemplo para esas multinacionales que nos están jodiendo nuestro hogar, La Tierra.

Primera secuela de 'Tiburón' (1975) de Steven Spielberg que, conservando los personajes y las situaciones de la predecesora, dista mucho de lograr los resultados de aquella.

En esta ocasión, la acción tiene lugar en la misma playa, pero esta vez tres años después, y como es previsible, un nuevo tiburón se dedica a sembrar el terror entre navegantes y bañistas en plena temporada turística. Roy Scheider es de nuevo el policía que tendrá que vérselas con el animal.

Donde Spielberg describía de forma acertada personajes y nos grababa en la memoria conversaciones o escenas míticas, un desconocido Jeannot Szwarc ('En algún lugar del tiempo' o 'Supergirl'), suprime todo ese mágico contexto "marino" para dar una mayor efectividad en las escenas de acción. Lo malo es que están tratadas sin suspense alguno, y son todas previsibles. Una película que aunque resulta un buen ejercicio de entretenimiento como la primera, pierde fuerza por su carencia de originalidad y no llega al nivel de su predecesora en ningún aspecto. Cinta que por cierto, dio aún de sí para otras dos secuelas más.