Beautiful Thing es como su propio nombre indica una cosa bonita, muy bonita. Es una preciosa historia de amor que os absorverá en el mágico mundo del primer amor sin edulcorantes artificiales ni estereotipos de tercera clase.

Sí, en Beautiful Thing se cuenta la historia de amor de dos chicos, pero ese hecho en realidad carece de la más mínima importancia: es una historia de amor y punto. Una historia hecha con la más exquisita sencillez, una TV movie que traspasó la pequeña pantalla hasta la gran pantalla, conviertiéndose una pequeña gran película.

Todo un ejercicio de tolerancia, sensatez y buen gusto a cargo de Hettie McDonald y unas increíbles actuaciones por parte del reparto. No hace falta grandes estrellas para contar lo que se cuenta en el film, ni pretenciosos presupuestos, ni un reparto atractivo físicamente. Beautiful Thing te transporta al barrio obrero de Londres y te sumerge en las vidas de los personajes, en sus problemas, en sus momentos más felices e infelices. Tan real como la vida misma.

Beautiful Thing te enseña, tal y como han dicho en la anterior crítica, que por muy vil y asqueroso que pueda ser el mundo, la vida, aún tiene ese sentido poético por el que debemos intentar luchar.