Tras el debut de David Lynch como director de largometrajes con Cabeza borradora nos cuenta una historia real muy impactante así como triste. Lynch representa la vida de Joseph Carey Merrick de manera bastante fidedigna. De todos modos en el film, al protagonista, se le da el nombre de John Merrick no siendo ésto un error de la película sino que es el nombre que se le daba al Hombre Elefante hasta que se encontraron unos documentos en el London Hospital que mostraron el nombre real de este hombre.
Los personajes de esta película están muy cuidados y no únicamente por el maquillaje sobre Jonh Hurt que es impresionante. Los diálogos muestran claramente las personalidades de los personajes siendo muy acusadas la timidez, sensibilidad y cariño de Joseph Merrick (John Hurt) y la caridad y aprecio del doctor Treves (Anthony Hopkins). Pero no sólo están cuidados los protagonistas sino que el antagonista en ciertos momentos inspira compasión y comprensión.
Las escenas mostradas en blanco y negro son de una composición muy cuidada, describiendo lo que quieren describir sin lugar a dudas. En este film de Lynch las escenas son más claras y con más detalles, en comparación con Cabeza borradora. Lynch juega con las herramientas clásicas de la fotografía dando un nivel de realismo muy adecuado para la historia.
La película empieza con una trayectoria que parece destinada a ser el Dr. Treves el protagonista y el centro de la película y John Merrick tan solo un secundario del que únicamente se muestra la silueta entre las sombras de alguna esquina. Más tarde se puede apreciar al Hombre Elefante con todo detalle y, no solo eso, sino que se muestra profundamente su personalidad.
Esta película merece mucho la pena y no solo como culto a David Lynch, sino que es una película destinada a todo tipo de público. Esta película se encuentra entre las películas "normales" del director.