Hulk es una compleja cinta mucho más arriesgada que cualquiera de las demás adaptaciones de Marvel y otros comics que nos han llovido esta década, con todo lo bueno y todo lo malo de ese riesgo. Hulk dividió en el momento de su estreno opiniones, unos la calificaron de una verdadera maravilla (para ser sinceros los menos) mientras que otros la detestaron y criticaron a matar. Vista unos años después ambas reacciones son comprensibles, aunque analizando el film con objetividad, pesan más los aciertos, la valentía y el poder de alguna de sus partes. Para empezar podríamos empezar preguntándonos si una película de Ang Lee puede ser deleznable (vale, si hizo Cabalga con el diablo, pero toda regla tiene una excepción que la confirma), porque este es un verdadero coleccionista de obras maestras, que siempre suscitan a la polémica. Su uso de la narración, su opción argumental (en la que se centra más en la génesis de Hulk que en su cara de superheroe - ¿motivo de su "fracaso"? -), sus recursos estilísticos y conceptuales son verdaderas maravillas inexploradas no sólo en el género, sino en el celuloide. Por otra parte la elección de casting no puede ser más acertada, ya que tanto Eric Bana (contenido, creible, algo dificilísimo), Jennifer Connelly(emocional, cercana, bellísima), Sam Elliott, Josh Lucas o Nick Nolte (este en un regreso- despedida a la pantalla grande a su medida) encajan a la perfección en sus complejos personajes, porque si hay otro factor a tener en cuenta de Hulk, y tal vez otro motivo de su inaceptación es la dificultad, los traumas y las vidas de los personajes, ya en el original, mucho más complejos que cualquier otra historia.
Hulk es asímismo una película excesiva, en muchos sentidos. Parece que el afán de Ang Lee por tomarse en serio la historia le da a la misma un toque sobrio que chirría con las escenas de acción, imposiciones seguro del estudio, que acaban resultando largas, excesivas y confusas (toda la parte final, el desierto... ¿de verdad eran necesarios esos saltos?), así como algunos lastres que no obstante no son culpa del film en sí (como el vestuario de Hulk, o algunos personajes que parecen meros clichés: el científico loco, el anarquista desquiciado, el militar autoritario, el trajeado traidor...), pero siendo justos con un film de las características de Hulk deberíamos apreciar su originalidad al suponer una ruptura en una moda, la de los superheroes cuyas películas acabamos por no distinguir, ya que si algo posee este Hulk es personalidad propia, madurez, estilo original y unos niveles de calidad que deberían ser apreciados.