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Voto de LennyNero:
7
5,4
27.071
Terror
Secuela de la película [•REC] (2006), con el mismo formato de falso documental. Quince minutos después del final de la primera parte, un grupo de policías entran en el edificio acompañados por un doctor con tal de conseguir la sangre de los infectados, en especial la de la infectada inicial que habitaba el ático, para encontrar una cura. A su vez, tres adolescentes, un bombero y un antiguo inquilino entran por el alcantarillado. Lo que ... [+]
5 de octubre de 2009
22 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay proyectos que ya nacen con serios problemas. Rec2 es uno de ellos. Además de la habitual incertidumbre que rodea a cualquier secuela, siempre expuesta a las comparaciones con su primera parte, este es un film que ya no puede presentar su principal baza, el factor sorpresa. Efectivamente, una de las razones del éxito de su predecesora se hallaba en su frescura, en la novedad que presentaba el formato de reality televisivo y las múltiples posibilidades que este ofrecía.
Conscientes de todo ello Plaza y Balagueró confrontan el reto con resultados desiguales. Tratando de compensar esa pérdida de la capacidad de generar impacto mediante la forma el film pivota sobre dos elementos, por un lado una mayor brutalidad en sus escenas y por otro un juego donde el reportaje televisivo deja paso a un uso de las cámaras más cercano al Redacted de De Palma que, por ejemplo, al Monstruoso de Matt Reeves donde la acción se sucede no sólo a través de un único objetivo sino que se articula en varios frentes, casi como una carrera de relevos de cámaras. Una estrategia interesante por la novedad pero que menudo crea por un lado confusión y por otro, sobretodo por sus constantes cortes por fundido, unos parones que no benefician en nada a la agilidad de su desarrollo.
Los resultados no dejan de crear una sensación agridulce. Por un lado el factor de “realidad” y de diversión se reduce de forma considerable. No deja de dar la sensación que el esfuerzo por seguir presentando la ficción como hecho, sino verídico sí posible, se diluye en una impostura sobreguionizada.
A pesar de que la tensión sigue ahí, no deja de ser algo previsto y esquemático, una espera constante y a la vez previsible de cual será el siguiente susto, ataque o víctima. Los personajes por su parte intentan una vez más transmitir verismo, pero donde en la primera parte se producía una empatía instantánea, aquí hay un cierto distanciamiento, ni todo lo que se dice es tan natural como parece y mucho menos tan divertido como se pretende a consecuencia de un guión, como suele ser habitual en los films de Balagueró, demasiado milimetrados y explicativos, demasiado pendientes de no dejar ningún cabo suelto en la trama aún a costa de restar ritmo y sobretodo capacidad de sorpresa y dinamismo.
A cuenta precisamente de este desarrollo, se produce uno de los giros más polémicos del film, una explicación un tanto sorprendente sobre lo que aparentemente se trataba de una película de zombis y que, aunque enlaza perfectamente con lo explicado en el final de la primera parte, resulta un tanto artificial y, porque no decirlo, decepcionante. Un giro que acaba por convertir al film, en algunos momentos, más en una sucesión de homenajes a otras películas (el caso de El exorcista es palmario) que en una aportación realmente novedosa al género.(sigue en spoiler)
Conscientes de todo ello Plaza y Balagueró confrontan el reto con resultados desiguales. Tratando de compensar esa pérdida de la capacidad de generar impacto mediante la forma el film pivota sobre dos elementos, por un lado una mayor brutalidad en sus escenas y por otro un juego donde el reportaje televisivo deja paso a un uso de las cámaras más cercano al Redacted de De Palma que, por ejemplo, al Monstruoso de Matt Reeves donde la acción se sucede no sólo a través de un único objetivo sino que se articula en varios frentes, casi como una carrera de relevos de cámaras. Una estrategia interesante por la novedad pero que menudo crea por un lado confusión y por otro, sobretodo por sus constantes cortes por fundido, unos parones que no benefician en nada a la agilidad de su desarrollo.
Los resultados no dejan de crear una sensación agridulce. Por un lado el factor de “realidad” y de diversión se reduce de forma considerable. No deja de dar la sensación que el esfuerzo por seguir presentando la ficción como hecho, sino verídico sí posible, se diluye en una impostura sobreguionizada.
A pesar de que la tensión sigue ahí, no deja de ser algo previsto y esquemático, una espera constante y a la vez previsible de cual será el siguiente susto, ataque o víctima. Los personajes por su parte intentan una vez más transmitir verismo, pero donde en la primera parte se producía una empatía instantánea, aquí hay un cierto distanciamiento, ni todo lo que se dice es tan natural como parece y mucho menos tan divertido como se pretende a consecuencia de un guión, como suele ser habitual en los films de Balagueró, demasiado milimetrados y explicativos, demasiado pendientes de no dejar ningún cabo suelto en la trama aún a costa de restar ritmo y sobretodo capacidad de sorpresa y dinamismo.
A cuenta precisamente de este desarrollo, se produce uno de los giros más polémicos del film, una explicación un tanto sorprendente sobre lo que aparentemente se trataba de una película de zombis y que, aunque enlaza perfectamente con lo explicado en el final de la primera parte, resulta un tanto artificial y, porque no decirlo, decepcionante. Un giro que acaba por convertir al film, en algunos momentos, más en una sucesión de homenajes a otras películas (el caso de El exorcista es palmario) que en una aportación realmente novedosa al género.(sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La sensación que nos deja Rec2 es la de un proyecto cojo, muy pensado, quizás hasta demasiado, para complacer al público, ofreciendo un espectáculo basado en el contra más y más grande mejor pero que olvida que el triunfo de su antecesora se basaba ante todo en la sencillez de lo planteado. ¿Es por ello una mala película? En absoluto, los directores demuestran una amplia competencia en el rodaje, así como un vasto conocimiento de las últimas tendencias en el panorama cinematográfico actual. Sin embargo da la sensación que esta podría haber sido una gran película si no hubiera sido una secuela, un proyecto que deja un poso de insatisfacción, a pesar de que haciendo un esfuerzo de abstracción no deja de ser un producto altamente disfrutable.